CASTELLÓ. El actual momento por el que atraviesa la industria cerámica española hace que ésta sea menos atractiva a los ojos de los inversores extranjeros, que prefieren otros entornos más favorables como es el caso de Turquía o la misma Italia. Este es uno de los argumentos vertidos este lunes durante la mesa que reunió a representantes de empresas en el congreso Qualicer y que tenía como objeto analizar el nuevo modelo económico y la cadena de valor en este sector.
La sesión reunió en una misma mesa a tres representantes de importantes compañías con presencia en el clúster castellonense y de capital en manos de grandes fondos y holdings que vienen invirtiendo de manera destacada en el sector, como es el caso de José Luis Lanuza, responsable de la división cerámica de Victoria PLC; Pascual Parra, CEO del Grupo Altadia; y Fernando Tomás, director global de Producto Inkjet de Efi-Cretaprint. El debate, que contó con una muy alta asistencia en el salón de actos de la Cámara de Comercio de Castellón, estuvo moderado por Giorgio Severi, director general de Siti B&T Ibérica y director de Negocio Internacional de Siti B&T Group.
Severi analizó en su exposición inicial la llegada de grupos industriales, de capital riesgo… en una evolución constante que en los últimos años han ido a más en España, como así ha sucedido en Estados Unidos, México y otros países… "adquisiciones tácticas y alianzas de empresas -señaló- de las que no han sido ajenos los diferentes distritos cerámicos". En este contexto, Severi aludió también a la internacionalización orgánica con la que las grandes empresas buscan entornos industriales donde poder tener más disponibilidad de entrar en los mercados.
Como contrapunto, señaló cómo en Castellón, esta evolución ha sabido respetar bastante el modelo familiar conservando las estructuras de las empresas.
José Luis Lanuza, tras hacer una radiografía de las diferentes formas de implantación empresarial, incidió en que España no ofrece hoy ningún apoyo a la inversión si se compara con países como Turquía donde hay un marco global más favorable. También habló de Italia, donde sí se fomenta la inversión. "En este momento -señaló- no hay apoyo a la industria en un entorno de cambio tecnológico y energético" que permita reducir la exposición al riesgo, como sí sucede en otros países. De ahí que "España no sea un país atractivo para invertir al menos ahora".
Pascual Parra, por su parte, describe cómo en esta internacionalización orgánica, que es un paso más para ganar tamaño, se da el contrasentido de que en un mundo cada día más globalizado, se da un endurecimiento de las restricciones arancelarias, de ahí que haya grupos que opten por una deslocalización de la producción que le permita implantarse en zonas más ventajosas.
Fernando Tomás puso de manifiesto las ventajas de la integración realizada por su compañía Efi-Cretaprint. "Cuando se produjo la adquisición -recordó- se usó el conocimiento que había en Castellón para, de forma transversal, exportar todo ese conocimiento a Efi y también a las siguientes incorporaciones. Fue un valor importante para la compañía. Fueron adquisiciones tácticas que nos llevaron a movernos en distintos sectores a través de la diversificación". Otro beneficio, esgrimió, fue "conocer el modelo de gestión industrial, 24/7, alta profesionalización en el ámbito técnico y comercial y adaptarlo al resto de los negocios de una manera transversal".
En cuanto al actual momento de encarecimiento de la energía y las materias primas, Lanuza explicó que la clave es ser atractivos para la inversión, al tiempo que aludió a los riesgos que se dan con los productos sustitutivos". El máximo responsable de la división cerámica de Victoria PLC, recordó que el cerámico es un sector que tradicionalmente ha venido acompañado de rentabilidades muy atractivas; "y si esto no sigue siendo así -incidió- el futuro es incierto, al menos como lo hemos conocido hasta ahora".
Según expuso Parra, frente a estos problemas "no hay varitas mágicas, las empresas se están moviendo por todo el mundo para asegurarse la materia prima que no llega y esto repercute en los sobrecostes de la logística", por lo que confesó que la baja rentabilidad es un riesgo importante para la llegada de capital.
Y en cuanto a la cadena de valor, Fernando Tomás manifestó que "la redistribución de beneficios a lo largo de la cadena de valor está cambiando", y si bien el mercado está absorbiendo esos nuevos precios, no dejan de ser un caldo de cultivo para los productos alternativos, mientras que incorporó al debate una última reflexión, "cómo cada vez se habla menos de precios y se habla más de plazos de entrega".