Así está el sector vitivinícola 

Le Beaujolais nouveau est arrivé, pero ¿viviremos una pesadilla antes de navidad?

Se rumorea que estas Navidades no tendremos con qué brindar

| 26/11/2021 | 9 min, 23 seg

A falta de un mes para Nochebuena, analizamos con diversos actores del sector cuál es la situación del mercado vitivinícola actual y que nos puede deparar a corto plazo: incertidumbres, previsiones, problemas de distribución, stock y almacenaje pueden convertir estas navidades en una auténtica pesadilla para más de uno.

El tercer jueves de noviembre se celebra desde hace años en la región de Beaujolais (Francia) la llegada del primer vino de la última cosecha. Esta fiesta, que supone un acicate para la promoción y distribución de los vinos nuevos, marca así mismo el pistoletazo de salida de la campaña navideña para el resto de regiones francesas. Sin embargo desde hace algunas semanas venimos escuchando, leyendo e incluso comprobando en nuestro propio gaznate cómo esta distribución está suponiendo un verdadero quebradero de cabeza que puede desembocar en problemas de abastecimiento, roturas de stock y aumentos de precios (si no lo han supuesto ya) para muchos hosteleros, distribuidores, productores y consumidores finales.

Con el objetivo de poner blanco sobre tinto hablamos con Pepe Ferrer, sumiller y propietario de Ca Pepico y Més que Vins, Sergio Perales, jefe de sala de Entrevins y mano derecha de Guillaume Glories, Javier Cantós, mejor sumiller de la Comunitat Valenciana 2021 y propietario de El rincón del Faro en Cullera, Pepe Vallés, distribuidor en Sgidrinks, Toni Martí, distribuidor en Selección XXI, Beatriz García del Pino, Brand Ambassador de Marqués de Murrieta y Juan Cubells CEO de GLB Limited con más de 15 años de experiencia en comercio internacional con el mercado asiático y oficinas en China peninsular, Hong-Kong y Colombia.

Mientras catamos una copa de La Comtesse 2017, un Albariño de Pazo Barrantes con una acidez, mineralidad, estructura y untuosidad maravillosa, Beatriz nos cuenta: “Se está hablando sobre todo de las dificultades que va a tener el Champagne estas navidades para alcanzar niveles de distribución en España óptimos. En nuestro caso al hacer grandes vinos de guarda, la problemática del aumento del precio de las materias primas (el vidrio para el embotellado), no nos ha afectado, ya que nuestra producción ya estaba embotellada y almacenada para su guarda. Sin embargo vemos que algunos productores, especialmente los grandes, están empezando a tener problemas con los cupos e incremento de los precios. Muchos de sus vinos están yendo directamente a China, con lo que quizás la situación actual tenga algo más de guerra comercial que de problemas de abastecimiento real”. 

En esa misma línea se muestra Toni Martí, que tomando un estupendo Gosset Grand Blanc de Blancs (esta Maison es la más antigua de Champagne y una de mis favoritas) nos comenta: “Es la tormenta perfecta: el precio del vidrio y de la chapa se ha disparado, los chinos compran palets y palets, y aquí nos están reduciendo cupos. Están subastando la producción al mejor postor. Aunque donde más afecta es a la categoría de licores y estilados, especialmente las ginebras: Segram’s, Beefeater, etc. ya que, debido al Brexit, a las reaperturas en ocio y las compras masivas se están empezando a terminar los stocks. En el caso del Champagne, que también es preocupante, las grandes casas como la viuda de Clicquot, Moët, Ruinart o Mumm van a tener difícil mantener la presencia en los lineales y en las cenas navideñas que tradicionalmente tenían”.

"Esta situación es una oportunidad para beber pequeños productores", afirma Javier Cantós

Por su parte Javier Cantós, del Rincón del Faro considera que esta situación es “una oportunidad para beber pequeños productores. Si nos creemos todo lo que abanderamos en ferias y congresos sobre economía circular, km 0, huella de carbono y sostenibilidad, debemos apostar por este tipo de productos y productores. Nosotros hemos notado incrementos también en productos como los carabineros o el Wagyū que, además, por venir de Japón, es casi imposible que nos llegue ahora mismo a un precio competitivo y con un estándar de calidad y trazabilidad óptimo. Si que es verdad que los precios de la luz el gas y demás están encareciendo todos los productos, en el caso del Champagne me preocupa menos y de las ginebras, imagina, tenemos más de 150 referencias, es difícil que alguien venga y no encuentre una de su agrado”. Javi sabe perfectamente de lo que habla puesto que dispone de una de las bodegas más atractivas de toda la provincia: pequeños productores, rarezas, ediciones especiales, Premier y Grands Crus, vinos de la tierra, de California o de las antípodas, como el Penfolds australiano que abrimos hace unas semanas. 

Sergio Perales, jefe de sala de Entrevins, lo tiene bastante claro: “Nosotros hace casi dos semanas que recibimos el pedido para estas navidades con más de 1000 botellas de Champagne, de las que prácticamente ya tenemos todas vendidas a clientes habituales que a nos han ido pidiendo referencias o packs de cara a estas navidades. Con lo que este año el Champagne ya lo teníamos embotellado. Además el trabajo de búsqueda de Guillaume es muy concienzudo y personal, visitamos a los productores in situ, pactamos los cupos y seleccionamos los mejores Terroirs para nuestra bodega y nuestros clientes”. Doy fe, Guillaume es el mayor conocedor de la Champaña, sus parcelas y sus gentes de toda Valencia. Por otro lado están centrados en la reapertura del Birlibirloque Bar, donde desde hace dos semanas ofrecen servicio ininterrumpido con una selección de vinos por copas con bastante rotación: “Nuestro perfil de público es aventurero, le gusta probar cosas nuevas y diferentes, así que si se nos termina una referencia concreta, la sustituimos por otra de igual o superior calidad


Pepe Vallés ahora trabaja como distribuidor, pero ha sido sumiller en Oganyo y sabe perfectamente que el perfil de cliente medio es fiel a determinadas marcas: “En Valencia gustan mucho las ginebras secas, tipo Seagram’s, Tanqueray… y esas son las que están escaseando ahora mismo. En nuestro caso estamos incrementando ventas y afianzando mercado, pero otros compañeros lo están pasando mal. Bien porque tienen un perfil más potente, bien porque su portafolio de marcas es más comercial, o su perfil más agresivo. Me cuentan que han de jugar con los stocks, retrasar envíos, dividirlos… donde antes te enviaban 2 cajas ahora han de enviarte una a ti y otra a otros… esto afecta a toda la cadena de distribución, claro. Incluso hemos oído que esta campaña no habrá packs en los supermercados: cajas con copas y refrescos, etc. Se venderán las botellas, sí, pero sin estuches regalo. Además se prevé una huelga de transportistas para el día 23 de diciembre, lo que puede suponer un problema añadido para más de uno. Nosotros, por nuestro ámbito de actuación (Valencia y Castellón), estos problemas no los sufrimos”.

Ya que estamos, decido hablar con Juan Cubells. Agarro el teléfono y le dejo un WhatsApp (lo leerá en unas horas, allí debe ser madrugada). A las 2 horas recibo varios audios en los que me pone al tanto de contenedores, navieras, oferta, demanda, precios, déficits comerciales, rutas, e idiosincrasia china.  “Realmente hay un efecto mariposa que afecta a todo tipo de mercados, productos y servicios y se arrastra desde el lockdown del año pasado. Hay mercado negro de contenedores, flotas de barcos fantasmas y diversas rutas que circulan a velocidades menores para ahorra combustible, con lo que los pedidos se retrasan y lo que es peor incrementan el precio de los pedidos. Si a esto le sumas el tipo de consumidor que existe en China, con un mercado capitalista emergente, el resultado es obvio: Cash is good, Creed is better, que diría Gordon Gekko. El público chino no tiene cultura de vino, pero si ve Champagne, Burdeos o Borgoña se vuelven locos. Solo porque una vez oyeron o vieron en una película que en Francia se bebía bien. Son nuevos ricos y compran para demostrar poder. Pasa con todo, pero con el vino más”. Aprovecho para pedirle un par de botellas del Valle del Maipo que sé que visita mucho Chile y le cito para dentro de unas semanas en Ca Pepico, donde celebraremos la navidad y beberemos lo que nos dejen.

Precisamente Pep Ferrer (qué delicia hablar con él de vino) me pone en alerta sobre este tema: “Borgoña está imposible. Este año me llega un 25% menos y un 25% más caro todo: Denis Mortet, Armand Rousseau… esto no es coyuntural, está pasando lo mismo que sucedió en Burdeos. La ley de sucesión en Francia establece unas plusvalías altísimas, con lo que muchas generaciones de vignerons reciben legados envenenados. Ahí es donde entran los fondos buitres, que se aprovechan de la situación. Compran las bodegas y a los productores les dicen, trabaja aquí, pero la bodega ha de ser rentable no, muy rentable. Escandalosamente rentable. Se dedican a especular y a vender a Japón, China, Hong Kong la mayor parte de la producción. Están arrasando con todo Ferran”. También hablamos del gran marchante de vino patrio Quim Vila, de verticales de Yquem previos a los 90, de los Clos de Tart o los míticos Château Rayas, de los acuerdos de Vega Sicilia, del caso de Numanthia o del poder asiático. Definitivamente se acabó aquella época en la que beber como Dios en España era posible. Hoy, a no ser que seas un abogado corporativo o un gran señor de la rajola, hacerlo es prácticamente una quimera. Y ya lo avanzo, aprovechad con el Jerez que en 4 días puede pasar lo mismo.

En resumidas cuentas: ¿Tendremos problemas para beber estas navidades? No deberíamos. ¿Habrá desabastecimiento generalizado? En principio no, no hay motivos para la alarma. ¿Beber va a ser más caro? Caro o barato es un concepto en el que no creo. Costará más dinero con total seguridad, eso sí. ¿Se agotarán  los destilados, vinos y espumosos más comerciales? Quizás, pero no hay mejor motivo para probar cosas nuevas que ese. Mi sugerencia: comprad local. Tenderos, bodegueros, tiendas especializadas, proyectos on-line de emprendedores apasionados o incluso restaurantes con venta de productos à emporter, sabrán recomendar vinos, espumosos y destilados y lo harán con más ilusión que el empleado que rellena el lineal del supermercado de turno. En definitiva estas navidades bebed mucho o poco, pero hacedlo con cabeza. Yo desconozco como serán las mías, pero por si acaso ya le he pedido a Pep Ferrer que descorchemos Les Noëls de Montbenault de Richard Leroy en su casa.


Comenta este artículo en
next