VALÈNCIA. Hemos hablado mucho en estos últimos meses de lo que la economía española puede sufrir, y de la importancia para la pyme de contar con la liquidez suficiente para poder afrontar con éxito esta crisis.
No anticiparse a posibles escenarios puede ser uno de los principales inconvenientes que próximamente pueden encontrar las pymes a la hora de desarrollar su negocio o financiar su crecimiento.
¿Estamos abiertos a nuevas fórmulas de financiación?
Afortunadamente existen, y una de ellas reconozco que solemos utilizarlo mucho cuando asesoramos a clientes, es el denominado rent back.
El rent back consiste en la venta de bienes de la compañía a una empresa, y posteriormente los pone a disposición del que se lo ha vendido haciéndoles un renting (arrendamiento del bien) durante un periodo de tiempo, y por unas cuotas determinadas que se acuerdan y recogen en un contrato.
Prácticamente todos los activos fijos propiedad de la compañía, con un valor de mercado cierto y justificable pueden utilizarse para hacer un rentback. Desde maquinaria industrial, equipos informáticos y de oficina, software, luminarias, servidores, elementos de transporte, de construcción, bienes inmuebles tales como oficinas, naves industriales o logísticas, hoteles, oficinas, activos residenciales, etc.
Respecto a los inmuebles por cierto, pueden representar una fuente de financiación importante para empresas en proceso de crecimiento e inversiones, pero también para refinanciar deuda y establecer un calendario de amortizaciones más cómodo a largo plazo, soluciones que actualmente sugerimos se tengan también muy en cuenta como soluciones a la situación actual.
Cuando hacemos un rentback, si bien la titularidad y propiedad del bien cambia de manos, el activo se mantiene en las instalaciones de la compañía que sigue usándolo y explotándolo como lo había hecho antes de la operación.
Una vez finalizado el contrato, éste puede permanecer en la empresa si las partes así lo convienen, pero acordándolo en un contrato aparte, no vinculado al contrato de arrendamiento, que por definición no permite incluir la opción de recompra.
En caso de incumplimiento del contrato por parte de la compañía arrendataria, el propietario del activo tiene el derecho y la capacidad para hacerse con la posesión del bien para recuperar su inversión.
Son operaciones muy flexibles, se hacen ad hoc y el rango de importes es muy amplio
El rent back permite liberar liquidez de los activos de las compañías y cubrir cualquier necesidad operativa de financiación. ¿a que necesidades me refiero? ampliar su capacidad financiera para atender las necesidades del circulante, realizar otras inversiones no necesariamente vinculadas a los activos utilizados, desarrollo de su negocio, mejora de su estructura financiera dotando de financiación a medio plazo y reduciendo las posiciones de deuda a corto plazo, mejorando también sus ratios de fondo de maniobra, solvencia y liquidez.
Desde el punto de vista de análisis de riesgos, habilita mayores opciones ya que no se limita sólo a valorar la solvencia de la compañía, sino que también pondera y toma en consideración el valor del bien objeto de la operación.
Esta monetización del balance permite ampliar el flujo de caja y al no ser una operación financiera (financiación fuera de balance), no se contabiliza en el pasivo de la sociedad (no representa deuda) ni tampoco se declara en CIRBE (con lo que no limita la capacidad de la compañía para seguir financiándose con su pool bancario) y se puede destinar a cualquier finalidad como hemos comentado.
Adicionalmente, la compañía se beneficia de las ventajas que de por sí tiene el renting como la posibilidad de obtener ventajas fiscales (deducirse en el Impuesto de Sociedades el 100% de la cuota al tratarse de gasto, deducción del 100% del IVA, diferimiento del pago del IVA que se liquida a medida que se liquidan las cuotas del arrendamiento).
Tambien el renting permite mejorar el nivel de Patrimonio Neto y los ratios de autonomía financiera ya que al reducir el tamaño del Activo, en términos relativos, el % de Patrimonio Neto sobre el balance aumenta, mejorando así todos los ratios de solvencia y autonomía financiera.
Se consigue la externalización de la gestión de los bienes mediante un servicio integral (se puede incluir el mantenimiento y las reparaciones del bien que corren a cargo del arrendador teniendo la solución rápida ante cualquier inconvenientes que pudiera surgir durante el arrendamiento), se puede renovar constantemente los activos ya que se permite devolver los equipos al final del contrato o renovarlo por unos equipos nuevos, se simplifica en la contabilidad y administración, etc.
En definitiva, la empresa puede centrarse únicamente en lo que de verdad les importa, su negocio.
Apostar por el rent back puede ser, una excelente opción para aquellas empresas que disponen de activos, buscan liquidez para cualquier finalidad.
José Roca es socio director de Kaizen Consulting