VALÈNCIA. El president de la Generalitat, Carlos Mazón, se enfrentó este miércoles a la primera sesión de control del actual periodo de sesiones. Una cita que se produjo dos días antes de que el jefe del Consell mantenga una reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la que se espera que traslade las principales reivindicaciones valencianas y que sirvió para exhibir la falta de consenso que existe actualmente entre los grupos de Les Corts respecto a la financiación autonómica. La que, de hecho, ya se evidenció el viernes pasado en la reunión que mantuvieron los integrantes de la Plataforma Pel Finançament Just.
Paradójicamente, el mayor enfrentamiento lo protagonizaron este miércoles PP y Compromís, que a pesar de que ideológicamente están en las antípodas, sí han encontrado en las últimas semanas puntos de encuentro respecto a las demandas que se le deben trasladar al Ejecutivo central. Los populares, de hecho, respaldaron la propuesta de resolución que presentó la coalición liderada por Joan Baldoví en el Debate de Política General que reclamaba la reforma del sistema de financiación, un fondo de nivelación transitorio hasta que el Gobierno modifique el actual modelo caducado desde 2014, y la "compensación" de la deuda.
Previamente, eso sí, en el trámite de la Ley del Trato Justo tan solo hallaron un único punto de encuentro, ya que el Partido Popular registró enmiendas a la citada norma al considerar que contaba con importantes "deficiencias técnicas". Unos reparos que resolvieron con una enmienda a la totalidad a la ley, pero también enmiendas parciales en la que suprimían todos los artículos de la norma a excepción de aquel que planteaba la creación un fondo de nivelación. En todo caso, y a pesar de las diferencias, el entendimiento entonces también fue mayor que el que ha habido con el PSPV, que directamente no presentó alegaciones a la ley o votó en contra de la propuesta de resolución de Compromís.
Los valencianistas, no obstante, no quieren que se evidencie una pinza con los populares, por lo que en la sesión de control de este miércoles Baldoví se mostró duro con el jefe del Consell y le reprochó que hubiera presentado enmiendas que vaciaban de contenido la Ley del Trato Justo. Incluso, que una de ellas propusiera el cambio del nombre de la norma para eliminar la palabra "deuda". "Retire las enmiendas, porque de lo contrario está yendo en contra de los valencianos", advirtió el síndic. "Menos papelitos y más reclamar en Madrid", concluyó Baldoví.
El portavoz de Compromís se refería, así, al documento que acababa de presentar Mazón en tribuna. Un texto que entregará a Pedro Sánchez este viernes y que recoge "56 motivos por los que la Comunitat Valenciana no puede esperar más" -así han bautizado al documento, que puede consultar aquí-. La respuesta de Mazón no se hizo esperar. El jefe del Consell le recordó que su grupo parlamentario había respaldado todas las mociones presentadas por Compromís en materia de financiación a diferencia de los que fueran sus socios antaño en el gobierno del Botánico. Y, en cualquier caso, subrayó: "No renunciaremos ni a un céntimo de la deuda".
Una frase que dice más de lo que parece. La clave es que el líder de los populares valencianos reclama una quita o condonación completa, de en torno a 40.000 millones de euros, de la deuda de la Comunitat, mientras el presidente del Gobierno ofrece cerca de 15.000 millones de euros. Pero más allá de la letra pequeña que cada uno quiera darle, Mazón afeó a Baldoví que "la deuda seguirá creciendo porque la autonomía sigue sin tener una buena financiación", que es el problema troncal que tiene la Comunitat por el actual sistema que lleva más de 10 años caducado.
Y mientras los valencianistas -que muy a su pesar hallan mayor entendimiento con el PP actualmente que con el PSPV- trataron de ahondar en las grietas que existe en el partido de Mazón con la posible quita de la deuda después de que el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, se mostrara contrario a que exista tal condonación, los socialistas trataron de pasar de puntillas por los principales problemas de la agenda valenciana.
Un gesto especialmente llamativo teniendo en cuenta que dentro de dos días Mazón mantendrá un encuentro con Sánchez y más todavía si se tiene en cuenta que el debate sobre financiación se ha reactivado -si bien nunca se ha aparcado- desde que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, abriera la puerta a un régimen "singular" para Cataluña que desde la derecha tildan como "cupo catalán".
El síndic del PSPV, José Muñoz, centró sus envites este miércoles en cómo ha defendido el PP la figura de Miguel Hernández. Le reprochó que en el Ayuntamiento de Orihuela no se reconociese al poeta, recordó la petición de la familia y le instó a pronunciarse sobre una declaración institucional presentada por su grupo en Les Corts... Ni cinco minutos duró el tema en el hemiciclo.
El jefe del Consell, tras advertir que no apoyaron la moción porque "en la exposición de motivos volvían a llamar fachas" a los populares, sacó a relucir en su turno de réplica lo ocurrido el viernes pasado en la Plataforma Pel Finançament, cuando el PSPV rompió la unidad que hasta entonces existía entre los integrantes sobre cuáles eran las principales reivindicaciones de la autonomía a Moncloa.
El acuerdo de mínimos firmado por todos en 2023 que incluía una financiación justa para la Comunitat Valenciana, la condonación de la deuda y el fondo de nivelación son tres patas con las que no todas las formaciones se sienten cómodas ahora. Al PSPV ahora no le gusta el fondo de nivelación porque es una herramienta que no es del agrado del Ejecutivo central, por lo que desde hace semanas ha cambiado su discurso. Sin embargo, cabe recordar que hasta el cambio de discurso del Gobierno de Sánchez, los socialistas valencianos lo reclamaban exactamente cuando gobernaba Ximo Puig.
Vox, por su parte, fue este miércoles un espectador en el debate sobre la financiación. De hecho, la intervención de su portavoz, José María Llanos, nada tuvo que ver con ello. Su partido no forma parte de la plataforma y los voxistas, en contra de las autonomías, siempre han defendido que haya una financiación única. En la sesión de control de este miércoles, volvieron a un tema recurrente en las últimas semanas: la inmigración ilegal.
El tono de Mazón al cambiar de tercio y con el que hasta hace unos meses era su socio, nada tuvo que ver con el del resto de partidos de la oposición. Como si PP y Vox todavía gobernaran juntos. O como si los votos de los segundos fueran necesarios que aprobar unos presupuestos. A dos días de reunirse con Sánchez, los partidos valencianos siguen sin consenso respecto a la financiación autonómica y qué es prioritario poner sobre la mesa: todo, parte -deuda y fondo- o nada.