La Safor, con doce distintivos, es la comarca mejor valorada
VALÈNCIA. A las puertas de un verano totalmente atípico, marcado por las medidas sanitarias y de distanciamiento social, la provincia de Valencia ha revalidado treinta banderas azules. Ni el temporal Gloria ni la escasez de arena han podido desbancar a la Comunitat Valenciana, que nuevamente se corona como líder nacional en el número de distintivos: 148, de los cuales 134 son para playas y los 14 restantes para puertos deportivos. Todo un reconocimiento al esmero con el que, a lo largo del año, los municipios cuidan de la calidad de sus aguas, de sus servicios e instalaciones.
En la provincia de Valencia, La Safor se perfila como la comarca que más banderas azules plantará en sus arenas, con un total de doce repartidas en ocho municipios. Este año, sin embargo, las circunstancias sanitarias obligarán a que la calidad habitual de las playas venga también acompañada de fuertes medidas de seguridad. En el caso de La Safor se ha descartado delimitar o parcelar los espacios en la arena, lo que quiere decir que serán los propios usuarios quienes deberán tener la responsabilidad de cumplir con las normas de distanciamiento social: cuatro metros entre grupo y grupo. Lo que sí se hará en esta zona es reforzar las playas con informadores e instalar pasarelas unidireccionales para entrar y salir de las playas.
Gandia bate el récord de figurar 34 años consecutivos en la lista
Todos los Ayuntamientos han recibido con especial ilusión su bandera azul pero, sin duda alguna, destaca el caso de Gandia: su playa Nord bate el récord de figurar 34 años consecutivos en la exclusiva lista. El concejal de Turismo, Vicent Mascarell, ha calificado la noticia de magnífica, pues la playa de la ciudad Ducal se perfila así como una de las mejores del Mediterráneo. Además, junto con su bandera azul, Gandia también acumula el sello Sendero Azul para su pasarela peatonal elevada y el de Centro Azul para el Aula Natural Marjal. En cuanto a medidas excepcionales, la capital de La Safor cerró a principios de mes el tráfico en el paseo marítimo. De este modo, los hosteleros pueden ampliar sus terrazas y los ciudadanos pasear tranquilamente, con todas las facilidades para respetar las distancias de seguridad.
Oliva también está de enhorabuena, pues este es el tercer año que logra bandera azul para sus cuatro playas. En concreto, han sido galardonadas Terranova-Burguera, una de las pocas vírgenes que todavía resisten en el Mediterráneo; Pau-Pi, que dispone de zona de juegos para niños y de infraestructuras deportivas; la playa Aigua Blanca, bordeada por una duna natural; y la de Aigua Morta, también caracterizada por un cordón dunar y por la desembocadura del río Bullent. En total, nueve kilómetros de litoral natural. "Estamos muy contentos porque este año hemos tenido que hacer un esfuerzo mayor, debido a las consecuencias que tuvieron para nuestras playas los temporales de febrero y marzo" ha destacado David González, alcalde de Oliva. En cuanto a las medidas frente a la COVID-19, este municipio pondrá en marcha una app a través de la cual se podrá conocer el aforo de las playas, para que los usuarios sepan de antemano si podrán cumplir o no las normas de distanciamiento.
En Miramar han recibido una de las cuatro distinciones temáticas españolas. Concretamente, al servicio de Socorrismo y de Primeros Auxilios. "Estamos muy contentos por recibir de nuevo este reconocimiento, que ya obtuvimos en el año 2006 y que ahora vuelve de nuevo junto con la bandera azul" explica la alcaldesa de la localidad, Pilar Peiró. Al igual que en el resto de La Safor, en Miramar van a apostar por la información y la responsabilidad individual. "Hemos dejado seis metros de distancia entre la orilla y la primera línea de mar, para que las personas puedan pasear con total seguridad. Así, los bañistas deberán situarse justo en la línea marcada por las pasarelas del arenal" ha detallado la alcaldesa.
Próximas a Miramar, las playas de Daimús, Bellreguard y Piles también han obtenido la bandera azul. Cabe remarcar especialmente estas dos últimas, ya que figuran entre las más afectadas por el efecto de regresión que genera la escollera del puerto de Gandia, de un kilómetro de longitud. Así, al mismo tiempo que esta barrera acrecienta playas como la Nord de Gandia o la de Xeraco, también decrece la línea de costa a las playas del sur de la comarca. De hecho, a principios de junio tuvieron que recibir hasta 20.000 toneladas de arena de Xeraco, que también ha obtenido el distintivo de la bandera azul.
Más al norte, en Tavernes de la Valldigna, las playas de la Goleta y de Tavernes ondean un año más la bandera. Dos playas que, por cierto, también tuvieron que recibir vertidos de arena para paliar la escasez en algunos puntos de la costa.
Un año más, Cullera ha logrado revalidar sus seis banderas azules. De los quince kilómetros de playa con los que cuenta la localidad, Cap Blanc, el Dossel, el Far, los Olivos, el Racó y Sant Antoni han sido reconocidas por este distintivo internacional. "Por la calidad del agua y de la arena, así como de los servicios: socorristas disponibles, atención sanitaria o accesos adaptados para personas con diversidad funcional" ha explicado el regidor de playas, Salva Tortajada. De este modo, Cullera se convierte en la única localidad de la Ribera Baixa que goza de este reconocimiento. Además, también es la segunda ciudad de la provincia con mayor número de playas con bandera azul, después de la capital.
A pesar de la buena nota en calidad, la temporada estival de este año será totalmente diferente como consecuencia de la Covid-19. En este sentido, el consistorio ha aprobado un Plan de Contingencia que contiene medidas como la diferenciación de los accesos a las playas, que serán únicamente de entrada o de salida, y el incremento del servicio de socorrismo. En cuanto a higiene, se desinfectarán asiduamente los lavapiés y las pasarelas, y se obligará a los usuarios a mantener una distancia de seguridad de cuatro metros entre sombrillas. "En nuestro caso, con 15 kilómetros disponibles, se puede disfrutar de las playas sin ningún problema de aforo”, recuerda Tortajada.
Otra de las medidas adoptadas para garantizar la seguridad es la vigilancia continuada de las playas por parte de un dron que, a través de una app, ofrecerá información al usuario sobre el aforo de cada uno de los tramos. Además, también cabe destacar que Cullera perseguirá este año muy duramente la costumbre de dejar la hamaca a primera hora en la arena para guardar el sitio y volver más tarde. El Ayuntamiento retirará automáticamente todos estos materiales y los dueños se enfrentarán a una sanción.
La ciudad de València ha renovado este año sus siete banderas azules, por lo que se convierte en el municipio de la provincia con el mayor número de reconocimientos. Dos de ellas han sido para las playas urbanas que bañan directamente los barrios de la capital, la Malva-Rosa y el Cabanyal, mientras que las cinco restantes se izarán en l’Arbre del Gos, El Saler, La Garrofeta, La Devesa y Recatí-Perellonet.
Puçol ha ganado la bandera azul todos los años desde 2004
La única playa la zona de l’Horta que ha escapado al dominio incuestionable de València es la de Puçol. Una línea de costa muy particular que, en los últimos cincuenta años, ha experimentado cambios abismales: “en los 70 nadie habría venido a bañarse aquí” aseveran desde el Ayuntamiento de la localidad “solo había piedras, y además el agua estaba contaminada por los residuos de la industria siderúrgica. Con la llegada de la democracia, sin embargo, emprendimos un ambicioso proceso de reconversión que se alargó durante décadas”. La construcción de espigones, la instalación de arena y el cierre definitivo de los altos hornos cambiaron para siempre la playa de Puçol, que ahora es un paraíso de aguas cristalinas digno de llevarse una bandera azul ininterrumpidamente desde 2004.
Su servicio más destacado es la zona de baño para personas con diversidad funcional, ampliamente equipada con personal y material de asistencia. En cuanto a actividades, en Puçol son muy comunes las fiestas en la playa, los mercaditos medievales y los talleres a pie de arena. Unas celebraciones que, por supuesto, este año han sido canceladas por culpa del coronavirus. En este sentido, el Ayuntamiento todavía está perfilando las medidas que implantará para contener la pandemia en su costa.
Sagunto volverá a lucir este verano tres banderas azules: el Puerto, Almardà y Corint. La primera de ellas, además, ostentó en el año 2018 el título de playa más segura de España, gracias a su sistema de drones de salvamento. "Estos aparatos sobrevuelan la arena durante las horas habituales de baño y, si detectan un posible caso de ahogamiento, se acercan a la víctima en menos de quince segundos para lanzarle un salvavidas" explica el concejal de playas, Roberto Rovira "el tiempo que se gana hasta que llega el socorrista puede ser crucial”.
La playa urbana del Puerto, sin embargo, no es la única que se beneficia de la utilización de drones en Sagunto. Almardà y Corint también disponen de esta tecnología puntera, aunque el motivo es radicalmente diferente: proteger las dunas y la nidación del chorlitejo, un ave en peligro de extinción. Y es que estas zonas costeras son en realidad parajes protegidos por su alto valor ecológico, lo que obliga al Ayuntamiento a controlar el aforo de bañistas. “Los drones lo que hacen es dividir la playa en sectores y calcular si se está sobrepasando el límite de personas” aclara Rovira.
"Evidentemente" continúa el concejal "este verano extenderemos el uso de esos aparatos a todas nuestras playas, para comprobar y garantizar que se cumplen las medidas de distanciamiento social por el coronavirus. A través de Internet, actualizaremos la información sobre la ocupación de la arena, de modo que los usuarios podrán saber de antemano si pueden acudir o no". Junto con el despliegue de los drones, el Ayuntamiento también implantará las pasarelas de un solo sentido para evitar el contacto cara a cara y delimitará un espacio en la arena para pasear, donde estará prohibido colocar toallas.
El otro municipio del Camp de Morvedre que renueva su bandera azul es Canet de Berenguer. “Lo primero que llama la atención de la playa de Canet es su arena fina y el cordón de dunas” explica el alcalde de la localidad, Pere Antoni. Este año, sin embargo, los asistentes tendrán que disfrutar del lustroso arenal con severas restricciones: “vamos a poner en marcha una app para parcelar toda la playa” detalla Antoni.
“El usuario lo que tiene que hacer es escoger si quiere ir por la mañana de 10.00 a 2.00 o por la tarde de 4.00 a 8.00. Una vez en la playa, le presentará un código QR al operador de la entrada, y este le indicará qué parcela le ha tocado", una tarea muy similar a la del acomodador de cine. En el vacío que queda durante las horas del mediodía, de 2.00 a 4.00, el Ayuntamiento desinfectará la arena y estará terminantemente prohibido su uso. “La app también nos permite identificar a los usuarios" añade el alcalde de Canet "de modo que si hay un foco de contagio podemos avisar a los que estaban en las parcelas cercanas para que acudan al médico”.
En cuanto a las actividades culturales y deportivas, Canet las mantendrá pero con amplias medidas de prevención y control: será necesario pedir cita previa. Del mismo modo, el Ayuntamiento también ha decidido mantener vigente el baño asistido para personas con diversidad funcional, aunque con un límite de dos horas por usuario.