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cuentas pendientes y nuevos proyectos

Los deberes de la cultura para 2022

12/01/2022 - 

VALÈNCIA. Un año más, la vuelta al cole después de las vacaciones de Navidad sigue siendo rara por aquello que usted ya sabe. La crisis sanitaria ha condicionado el presente de las industrias culturales en los últimos dos años, abriendo cada vez más incógnitas. Pero, pese a todo, los proyectos culturales de València siguen su curso y encaran el año con no pocos deberes que atajar. Así, la Generalitat, la Diputación de València o el Ayuntamiento tendrán que hacer frente este año a unas cuentas pendientes que, en algún caso, llevan coleando desde la vieja normalidad, como la necesaria calendarización de festivales o la reformulación de las ayudas. Este año también se antoja clave en muchos espacios como el Escalante o el EACC, así como para el desarrollo de nuevos proyectos como el esperado Caixafòrum o la Capitalidad del Diseño. Con todos los gestores ya en sus despachos y con el correo revisado, en Culturplaza repasamos algunos de los deberes clave de este 2022. 

Los retos de la Capitalidad del Diseño

Una vez tocaron las doce campanadas València pasó a ser Capital Mundial del Diseño, un proyecto del que se lleva hablando muchos años y que ya es una realidad. Con la programación de actos presentada, hay dos objetivos vinculados al sector que se presentan como los más ambiciosos. El primero de ellos, la creación del Centro del Diseño, un espacio que se ubicará en La Marina, tal y como avanzó este diario, y que servirá como sede del Arxiu Valencià del Disseny o de la recién creada Fundación del Diseño, entidad encargada de tomar el testigo de la Capitalidad. Este será uno de los grandes retos del curso,  al que se suma el Consejo Municipal del Diseño, cuya constitución se aprobó en Junta de Gobierno el día antes de Nochebuena. Su creación supone la inclusión del diseño en la arquitectura interna del gobierno municipal, a través de un organismo consultivo compuesto por una quincena de miembros de carácter multidisciplinar. Pero, ¿quiénes serán? De momento esta es la gran incógnita que tendrá que resolver el Ayuntamiento en las próximas semanas, un anuncio que dará paso a su inminente puesta en marcha. 

Una dirección estable para el Escalante

El Teatre Escalante, dependiente de la Diputación de València, vivirá este 2022 un año clave. Su historia reciente ha estado marcada por la falta de una sede y dirección estable. En el primer caso, a finales del pasado año se anunció por fin la solución definitiva a este asunto: la construcción de un nuevo inmueble que todavía tardará un poco en llegar. En cuestiones de dirección artística, la cosa parece más avanzada. En los últimos años la administración provincial no ha dado con la fórmula para tener un coordinador estable, teniendo hasta tres figuras distintas con contratos también distintos, algunos de ellos de apenas seis meses. La solución llegó con la decisión de impulsar un proceso que dotará de una coordinación definitiva al espacio, un proceso abierto únicamente a funcionarios -algo que va en contra del deseo inicia de la diputada Glòria Tello- pero que dará respuesta a la inestabilidad. Con la fórmula anunciada y también la composición del jurado, este curso el Escalante tendrá nuevo director. 

Alfons el Magnànim pasa a ser autonómico

También la Diputación de València tiene un reto y en este caso mucho mayor. Hace años que se habla de la transferencia de competencias de la corporación provincial a la Generalitat, aunque la realidad no ha sido tan fructífera. Salvo en un caso. Tal y como avanzó este diario en noviembre, la Institució Alfons el Magnànim-Centre Valencià d'Estudis i de Investigació (IAM) está cada vez más cerca de convertirse en un consorcio autonómico, un proyecto para el que la Conselleria de Cultura tiene reservada una partida de 250.000 euros en los presupuestos de 2022. Hace apenas unas semanas, de hecho, estos deseos se concretaban con una primera reunión entre los principales representantes institucionales para tratar de ensanchar el proyecto hacia Alicante y Castellón. Todavía, eso sí, hay varias dudas no poco importantes por resolver, como la cuestión de los trabajadores, una cuestión sobre la que la Diputación todavía no tiene respuesta. 

Punto de inflexión para los teatros municipales

Los teatros municipales empiezan el año con más de un dolor de cabeza. La salida de Marta Banyuls al frente de La Mutant dejó a la sala descabezada, aunque la concejalía de Acció Cultural tenía un as bajo la manga, un proceso para encontrar una dirección a largo plazo que, en resumidas cuentas, acabará generando una plaza fija tanto para La Mutant como para su teatro hermano, el Teatre el Musical (TEM). Sin embargo, el movimiento no parece haber contentando a todos y en diciembre distintas asociaciones del sector emitieron un comunicado en el que rechazaban el movimiento, que calificaban de “paso atrás”, y criticaban duramente la gestión de las salas municipales, que recae en la concejalía de Maite Ibáñez. Por si esto fuera poco, la idea del Ayuntamiento era suplir la falta de dirección en La Mutant con un contrato temporal -hasta que se resuelva el proceso definitivo, más largo-, algo que todavía no saben si se podrá hacer. Por lo pronto, desde hace meses las tareas de coordinación las lleva el propio servicio de la concejalía y el director del TEM, Juanma Artigot

Foto: ESTRELLA JOVER

Calendarización de los festivales

La concejalía de Acción Cultural del Ayuntamiento de València quiso, en el curso 2019-2020, poner cierto orden en la agenda cultural, poniendo en común las diferentes iniciativas para que no se celebraran a la vez, lo que supone de facto un desdoblamiento a veces inasumible por el público de la ciudad. Como todo en 2020, el proyecto se paralizó y 2021 ha sido el año de los sobresaltos, con un otoño en el que se ha celebrado lo que no se había podido en los 18 meses anteriores. Con 2022 y el contador a enero, el reto de poner orden sigue estando encima de la mesa. El Ayuntamiento es consciente que solo puede sugerir y parece que esta ha dejado de ser una prioridad.

Agentes culturales en los ayuntamientos

La medida estrella del nuevo plan estratégico de la Conselleria de Cultura es la contratación de 1000 agentes culturales por parte de ayuntamientos con fondos autonómicos para la dinamización de las agendas locales y la creación de una economía micro de las industrias culturales. Más allá del presupuesto en 2022, poco se sabe de la manera en la que se va a realizar la convocatoria, quién y cómo se van a elegir estas 1000 personas y cuál va a ser su función en realización con el resto de personal de los ayuntamientos. Este año —así está presupuestado— se conocerá el sistema y el impacto de este proyecto tan ambicioso.

Dos nuevos centros culturales

Pero no solo de revisar lo existente o dar soluciones a problemas va 2022, que también tiene guardados varios ases en forma de nuevos centros culturales. Por un lado, el nuevo Caixaforum, que ocupará a partir del próximo verano el Ágora de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. El proyecto cultural desembarca así en la ciudad con un ambicioso proyecto arquitectónico que ya está cambiando el interior del edificio de Calatrava, que contará con dos salas de exposiciones, un restaurante y un teatro. Por otra parte, el Ayuntamiento y la Universitat de València impulsarán este año el esperado Centro del Cómic de València, un espacio para la conservación, estudio y divulgación del cómic que se ubicará en la antigua sede del Centro Excursionista.

Una nueva etapa para el EACC

El Espai d’Art Contemporàni de Castelló (EACC) inicia una nueva etapa tras años sin un director artístico al frente. El centro, dependiente del Institut Valencià de Cultura (IVC), inicia ahora una nueva etapa tras la selección de Carles Àngel Saurí como su nuevo director. El valenciano, que hasta ahora ha estado al frente del centro expositivo alternativo Pols y también ha formado parte del equipo de Bombas Gens, se pone este año al frente del espacio para renovar la oferta cultural de Castelló, un reto que cambiará la cara del circuito cultural de la ciudad este 2022.

Cor de la Generalitat

La paz entre el Cor de la Generalitat y el Institut Valencià de Cultura se firmó en junio tras la primera huelga secundada y una serie de acciones como el lanzamiento de panfletos en la misma Sala Principal. La situación laboral de la formación sigue sin haberse regularizado y es una de las más singulares de toda la administración pública valenciana: el 100% de su plantilla está en situación de interinidad desde su creación, hace 33 años. Europa y España están acelerando la regulación del abuso de temporalidad en la administración pública y eso pasa por afianzar las plazas. La formación no cree que se deban convocar oposiciones mientras el IVC se encuentra en un brete legal que aún no ha resuelto. A la espera de saber de qué manera se concreta la Ley Iceta, la situación sigue exactamente igual. 

El comité del Cor puso como ultimátum septiembre de 2021 para encontrar una nueva interlocución con la que poder negociar su situación. Eso aún no se ha dado, pero los sindicatos quieren esperar a que el Gobierno Estatal cree un marco mucho más cómodo para afrontar el proceso. El tiempo corre y algunas plazas tendrán que ser convocadas ya por oposición.

 El momento de una protesta del Cor.

Falta de personal en el Institut Valencià de Cultura

Pero el Cor no es el único departamento del Institut Valencià de Cultura que tiene problemas laborales. La interinidad excesiva es norma y no hay una solución a corto plazo. Las plazas de gestión cultural se cubren, pero las del equipo técnico aún no. El año pasado este diario publicó que la plantilla se sentía sobrepasada por la situación. La falta de personal afecta de lleno al funcionamiento de servicios como el Archivo de La Filmoteca, que tienen departamentos enteros sin personal o sin jefaturas de servicio cubiertas. Un problema estructural que a corto plazo no parece resolverse. De hecho, Abogacía de la Generalitat paralizó una de las externalizaciones en las que el Institut se apoya para cubrir esas lagunas de personal.

Nau de Ribes

La Nau de Ribes del Parc Central sigue sin fecha de apertura. La primera previsión era que estuviera abierta en mayo de 2020. Tras la pandemia, el Ayuntamiento de València se escudó en que el suministro eléctrico tenía que esperar a que estuviera acabada otra nave a la que le quedan años para estar lista. Finalmente, el departamento de Cultura dirigido por Gloria Tello adoptó la medida ya aplicada en la nave de la Universitat Popular: tener un suministro propio provisional a la espera de que esté terminado el centralizado. La licitación se resolvió y se esperaba que estuviera listo a finales de 2021. En 2022 está previsto su pleno funcionamiento. Este nuevo centro cultural busca acoger iniciativas vecinales, pero también parte de la programación de Escalante y otras propuestas escénicas.

Cambio en las ayudas a las Artes Escénicas

Sin duda uno de los grandes conflictos culturales del 2021 fue la creación de la Asamblea Viriato en protesta por la resolución caótica de las ayudas a las artes escénicas por parte del Institut Valencià de Cultura. Errores, puntuaciones a la baja y al alza indiscriminadamente… Las compañías, especialmente emergentes, dijeron basta y pidieron la dimisión del director del IVC Abel Guarinos, además de tildar la gestión de Cultura de “neoliberal”. En pie de guerra, Vicent Marzà accedió a reunirse con representantes de la Asamblea en verano y aún en otoño han coleado algunos conflictos. Este año se espera ver qué consecuencias y enmiendas han anotado desde la administración. Las artes escénicas se han unido y han creado un grupo de presión.

Foto: BIEL ALIÑO

Licencias a bares culturales y salas de concierto

Las diferentes restricciones que se han sucedido en 2021, un año lleno de vaivenes, ha sido la gota que ha colmado el vaso de algunos locales culturales. Es el caso de las salas de concierto, cuyas licencias operan bajo el paraguas de ocio nocturno, algo que ha perjudicado gravemente sus programaciones durante el año que ha acabado. Desde la asociación de salas de conciertos, EnViu!, han intensificado la petición de contar con una licencia específica que recoja algunas de las peticiones y singularidades de su actividad económica y cultural, además de resolver cuestiones que tienen que ver con aforos o la obligación de reservar un 5% de las entradas para taquilla.

No menos llamativo es el caso de los bares culturales de València, que trasladaron una propuesta al Ayuntamiento para su regularización desde 2018, sin ningún tipo de respuesta por parte de la Administración local. Otra vez, las restricciones coronavíricas han expulsado de estos locales una parte importante de su programación ante la inseguridad de exponerse a importantes sanciones.

Fondos europeos

Europa regará este año a España de fondos, algunos de los cuales están dedicados específicamente a la cultura. Las administracions tienen que diseñar, poner en marcha y resolver sus diferentes programas en el periodo 2021-2023, y entrado 2022, aún poco se sabe. Si bien Cultura ya ha activado algunos, aún queda por resolver cómo van a quedar otras tantas convocatorias. Por ahora solo se conocen tres de las siete líneas prometidas por la Comunitat.

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