El Síndic de Greuges señala la educación especial como una asignatura pendiente para el Consell

VALÈNCIA. La atención de los alumnos con necesidades especiales es una de las asignaturas pendientes según el informe anual de 2020 presentado por el Síndic de Greuges a les Corts Valencianes el pasado martes, en el que la Conselleria de Educación figura como la segunda que más quejas ha recibido, después de la de Igualdad, con 267 reclamaciones presentadas frente a la gestión de la pandemia en los centros públicos educativos.

De este modo, el Síndic reclama el aumento de plantillas de educadores especializados a tiempo completo, ajustados a la jornada lectiva, dado que la suspensión de la presencialidad en marzo de 2019 dio lugar a una tardanza en cubrir vacantes y a un aumento de bajas de logopedas, fisioterapeutas, pedagogos y docentes de audición y lenguaje.

Ahora, la pandemia ha agravado la situación en el curso 2020-2021 y, por ende, el Síndic insiste en el aumento del número de horas que los docentes dedican a estos menores en los centros, al mismo tiempo que propone la posibilidad de llevar a cabo una reforma legislativa que permita la agilización de los procesos para "conseguir la máxima premura en sustitución, creación y dotación de personal de apoyo".

Así, estas recomendaciones han sido consideradas por Conselleria, aunque la ampliación horaria de los docentes esta supedita al veredicto que la inspección educativa realice tras analizar el informe de evaluación sociopsicopedagógico, que se basa en el reconocimiento de las necesidades específicas de cada alumno. 

Presencialidad antes que docencia a distancia

Por otro lado, uno de los aspectos que el informe de la Sindicatura pone sobre la mesa es la modalidad de docencia a distancia, que ha acrecentado la brecha digital que evidencia las desigualdades entre el alumnado. Una situación ante la que recomienda la implantación de un protocolo de seguimiento de las clases para quienes carezcan de recursos tecnológicos, a la vez que ha propuesto la unificación del sistema de educación virtual en la Comunitat Valenciana.

En este sentido, el organismo que dirige Ángel Luna se muestra partidario de la presencialidad en las aulas, en la medida en la que exista una reorganización, tanto de los espacios como de los tiempos. También, de que se creen aulas prefabricadas para garantizar el cumplimiento de las medidas de seguridad, uno de los principales motivos de las quejas presentadas por las familias, a causa del "poco conocimiento de las medidas específicas de protección COVID que la Administración educativa había implementado". También hay colectivos que han acudido a esta institución para defender el derecho a la elección de la modalidad de docencia de sus hijos en este curso 2020-2021.

Becas de comedor, un derecho básico

En cuanto al pago de becas de comedor escolar, el Síndic hace alusión al "derecho básico a la alimentación" para que las familias en situación económica desfavorable sean "beneficiarias de los abonos totales o parciales" este curso, incluso si hubiera un nuevo confinamiento y las clases volvieran a impartirse de forma telemática, como ocurrió en el primer trimestre de 2020. El informe insta también a realizar el pago de bono infantil, cuya demora fue objeto de críticas el año pasado.

Dado que una de las funciones del Síndic es sugerir cambios normativos que favorezcan sus propuestas, en el informe se centra en casos concretos como la escolarización de mellizos, una cuestión que genera descontento entre algunas familias cuyos hijos han sido escolarizados en centros diferentes, ya que la regulación actual en el la Comunitat "favorece el acceso de los hermanos a un mismo centro", pero "no lo prevé para aquellos supuestos hermanos mellizos", por lo que el organismo ha solicitado a Conselleria la aplicación equitativa de la norma.