VALÈNCIA (EFE). Un equipo de la Universitat Politècnica de València (UPV) y la empresa Corify Care ha validado la viabilidad de mapear el corazón en consulta, sin necesidad de cirugías o TAC, para el diagnóstico de las arritmias cardíacas.
Desde hace casi cien años, la principal forma de diagnosticar a un paciente con una arritmia cardíaca es usando un electrocardiograma (ECG) estándar y, aunque esta técnica permite detectar estas patologías, apenas sirve para identificar el tratamiento más apropiado para cada paciente.
En los últimos años se ha desarrollado una nueva tecnología llamada Imagen por Electrocardiografía (ECGi) que permite ver los mapas de actividad cardíaca de forma no invasiva, sin necesidad de cirugías o catéteres, y que es conocida como el "ECG del siglo XXI".
Sin embargo, tiene un hándicap importante: necesita que el paciente se haga una tomografía axial (TAC) y un ECGi combinado, lo que limita su uso solo para pacientes de alta complejidad y en centros punteros mundialmente, explican a EFE fuentes de la UPV.
Ahora, un estudio realizado por un equipo de la UPV y la empresa Corify Care ha abierto una nueva vía para conseguir ayudar a los clínicos y que el ECGi pase a ser una herramienta de aplicación clínica rutinaria.
En su trabajo, publicado en la revista ‘Journal of Electrocardiology’, evaluaron las posibilidades de utilizar ECGi sin TAC/Resonancia para la detección de fibrilación auricular, la arritmia cardíaca más común pues solo en España más de un millón de personas sufren esta arritmia y se estiman más de 40 millones en todo el mundo.
Su propuesta permite localizar el corazón de los pacientes y obtener mapas de la actividad eléctrica rápidamente, según las mismas fuentes.
El equipo analizó señales de superficie de 25 pacientes con fibrilación auricular, y compararon el efecto de utilizar ECGi con técnicas de imagen y su propuesta de ECGI con una geometría cardíaca estimada en función las características anatómicas del torso del paciente.
Sus resultados validan el ECGi sin imagen como una técnica robusta para la evaluación no invasiva de la fibrilación auricular, demostrando que puede proporcionar información detallada sobre la actividad eléctrica del corazón de una forma mucho más completa que los ECG convencionales.
“Esto va a ayudar a detectar y diagnosticar arritmias cardíacas con mayor precisión y a planificar el tratamiento de las arritmias cardíacas en quirófano de manera más eficiente, ya que proporcionan información precisa sobre la ubicación y extensión de las arritmias”, afirma la doctora María Guillem, investigadora del grupo COR-Instituto ITACA de la UPV.
Rubén Molero, investigador del grupo, añade que, además de disminuir la exposición de los pacientes a radiación ionizante como los TAC para la obtención de su geometría cardíaca, esta técnica reduce también el tiempo y costes de esta tecnología, “haciendo que sea más universalizable y facilitando su introducción en la práctica clínica”.