Para un occidental los últimos cambios tácticos-operacionales en los diferentes conflictos del mundo musulmán pueden ser vistos entre el hastío y la tristeza, porque al fin y al cabo son personas las que allí mueren. Pero existe una perspectiva, la rivalidad suní-chií, de la que vamos a hablar, que para los islámicos es fundamental.
Cuando un europeo habla de musulmanes, generalmente, engloba dentro de este concepto muchas realidades, tan diversas que difieren tanto entre sí que llegan a ser antagónicas, como es el caso de suníes y chíies. Es como hablar e igualar a un cristiano nórdico con un cristiano ibérico, entre los que hay semejanzas por supuesto pero también evidentes y enormes diferencias.
Así es como dentro de los conflictos que discurren a lo largo del MENA (Middle East and North Africa, Oriente Medio y Norte de África), en estas últimas semanas se ha hablado mucho de la toma (larga se me fía su total pacíficación) de Mosul, donde se encuentra estos días por cierto un reportero de raza, valenciano por más señas, llamado Vicent Montagud, cubriendo esa batalla, e intentando que la sentencia del griego Esquilo "la verdad es la primera víctima en la guerra", de hace sólo unos 2.500 años, no se cumpla.
Pase lo que pase y se avance más o menos rápido, está claro que el Califato Árabe del DAESH con todas sus atrocidades está en claro retroceso en el norte de Irak antela presión de las fuerzas Kurdas y el empuje de las milicias chiitas, en un entorno donde la población es mayoritariamente suní. Aunque un mundo post-estado islámico aún está lejano, hay que tener en cuenta que el ISIS está trabajando hace tiempo en una estrategia de supervivencia como analiza el informe de este lunes 13 del International Centre for the Study of Radicalisation and Political Violence, del departamento de estudios de la guerra del afamado King's College London, en donde se expone cómo el DAESH equipara las armas mediáticas con las armas de destrucción masiva.
También en esta última semana se han producido manifestaciones de los seguidores del clérigo chií Muqtada al Sadr a las puertas de la Green Zone (zona blindada) de Bagdad donde se encuentran las sedes de las instituciones políticas y de la mayoría del cuerpo diplomático, con un resultado de al menos media docena de muertos y un par de centenares de heridos, llegándose a lanzar cohetes desde el área de Baladiyat contra esa zona protegida del centro de la capital, en donde este jueves ha estallado un coche bomba del Estado Islámico con casi 50 muertos.
Todo lo anterior respecto al frente oriental del Estado Islámico y la situación irakí, respecto a su frente occidental en Siria, comentarles que según algunas agencias, fuente semi-oficiales y redes sociales con un alto grado de veracidad, la capital del ISIS podría estar empezando a ser rodeada desde el nor-noreste por fuerzas kurdas que estarían a unas decenas de kilómetros de Al-Raqqa; con el consiguiente disgusto para los turcos, que equiparan a kurdos y yihadistas del DAESH como enemigos de la paz. Por eso, para intentar frenar el posible avance de las fuerzas kurdas al oeste del río Eufrates, las tropas turcas, tras tomar conjuntamente con el Ejercito Libre de Siria el bastión islamista del ISIS de Al-Bab, se han dirigido a la localidad de Manbij para desalojar a las unidades kurdas allí instaladas y hacerles volver a la orilla este del río.
Por otra parte en la otra linea de fractura chií-suní, en el sur de la península arábiga los combates entre los saudíes-sunníes y houthis-chiíes se alargan, con el consiguiente riesgo, como algunos afirman, de que Yemen se vuelva el Vietnam de Arabia Saudí, pues la capacidad de resistencia de los yemeníes puede ser superior a los sauditas dado que, entre otros factores, la renta de estos últimos es un 1.000% más que la de los miembros de Ansarolá (movimiento houthi), por lo que están más acostumbrados a sufrir y pasar carestías que sus ricos vecinos del norte, y que además, según sus enemigos, utilizan mercenarios en su agresión contra el sur. Además no olvidemos las exhibiciones de fuerza que hacen estos chiíes de la península arábiga como el lanzamiento de misiles balísticos Scud contra Riad (capital saudita) este lunes 6 pasado o el ataque a una fragata de este país el 30 de enero al norte del estrecho Bab el-Mandeb, existente entre el Mar Rojo y el Océano Índico, con un vector no confirmado, ¿lancha suicida?, que ha provocado que la US Navy envíe dos destructores de la clase Arleigh Burke a esa zona para asegurar el libre tránsito por el citado estrecho.
Por todo ello se nos antoja una duda: si los sunitas son la mayoría en el mundo árabe, pero son los que retroceden a costa del avance de las milicias chiíes en Irak y de los alauitas sirios (rama de los chiies), no consiguen doblegar la resistencia de los chiíes yemeníes, todos ello apoyados por Iran, líder chií en el mundo musulmán, ¿a que está esperando el país líder de los suníes, Arabia Saudí, para responder? Esta intentando recomponer su deterioradas relaciones con los USA, está esperando la recomposición de otras naciones musulmanes anti-chiíes como Turquia y Egipto, afectados ambos por crisis internas.
En fin creo que antes que después veremos algún cambio de estrategia o golpe táctico efectista por parte de los suníes; y mientras podemos observar como los rusos empiezan a desembarcar en Libia (metafóricamente hablando), en parte al dar la Comunidad Internacional apoyo a ese débil gobierno de Acuerdo nacional, mientras que uno de los hombres fuertes de Libia, el general Jalifa Haftar, es agasajado tanto en Moscú como en la visita del portaaviones ruso Almirante Kuznetsov a Libia a su regreso de la guerra de Siria. Pero eso ya es otra historia...