VALÈNCIA (EP). La Comunitat Valenciana ha mejorado en 2024 su competitividad fiscal -la que se produce por tener menores impuestos-, gracias a las bonificaciones del IRPF, la rebaja en Patrimonio y la bonificación en Sucesiones, según el informe Índice Autonómico de Competitividad Fiscal (IACF) en su edición de 2024, realizado por la Fundación para el Avance de la Libertad y la Tax Foundation de Estados Unidos. Según sus autores, la Comunitat Valenciana sigue necesitando de "reformas fiscales de calado" al contar con "uno de los sistemas más gravosos" de España en términos de patrimonio.
En el ranking de competitividad fiscal por comunidades autónomas de este estudio, la Comunitat Valenciana ocupa la posición decimosexta -de un total de 19, ya que se analizan las tres provincias vascas por separado-, con una nota de 5,35 sobre 10. El año pasado ocupaba el puesto 18, por lo que ha mejorado dos puestos.
Actualmente, según el informe, la Comunitat Valenciana tiene el cuarto tipo impositivo del IRPF más alto de toda Europa, más elevado que el de países como Bélgica, Suecia, Finlandia, Países Bajos, Alemania, Luxemburgo, Reino Unido, Suiza o Noruega.
Según expone este estudio, a partir de julio de 2023, el nuevo Consell de PP y Vox derogó la tarifa más elevada del impuesto sobre el Patrimonio, introducida de manera transitoria, para los ejercicios 2023 y 2024, mientras en el impuesto sobre Sucesiones y Donaciones introdujo una bonificación del 99% para los grupos I y II, con efectos retroactivos a 28 de mayo, y derogó la tasa turística antes de que entrara en vigor.
"A pesar de estas reformas, la Comunidad Valenciana sigue necesitando reformas fiscales de calado en cada una de las áreas analizadas para mejorar su competitividad fiscal ya que tiene uno de los sistemas más gravosos en términos de Renta, Patrimonio, Trasmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados", concluye el informe.
A nivel estatal, la Comunidad de Madrid continúa al frente del Índice Autonómico de Competitividad Fiscal (IACF), mientras que Cataluña se sitúa nuevamente como la que menos tiene.
Según el estudio, Madrid lidera por quinto año consecutivo el ranking del IACF, con 7,24 puntos sobre diez, seguida por las provincias de Vizcaya (6,92), Álava (6,89) y Guipúzcoa (6,78), del País Vasco.
Los autores del estudio señalan que Madrid se mantiene en lo alto pese a empeorar ligeramente su puntuación un 0,09. Aplauden que sigue deflactando los tramos de renta, los mínimos personales y familiares y mejorando la deducción por familia numerosa, pero creen que podría mejorar más si redujera el tipo impositivo del primer tramo de la renta hasta el 8%, el que aplican otras comunidades.
Como tercera comunidad se encuentra Andalucía, con 6,44 puntos, por delante de Canarias (6,31), Extremadura (6,22), La Rioja (6,15), Región de Murcia (6,13) y Castilla y León (6,08).
Destacan este año la subida de ocho puestos de Extremadura, que pasa de la decimoquinta a la séptima posición, y también La Rioja, que escala dos posiciones respecto a 2023, situándose en el octavo puesto.
Por debajo aparecen en el ranking Galicia (5,96), Cantabria (5,91), Baleares (5,87), Navarra (5,75), Castilla-La Mancha (5,62), Comunitat Valenciana (5,35), Aragón (5,06), Asturias (4,81) y, por último, Cataluña, con 4,52 puntos.
En el caso catalán, los autores apuntan que uno de los factores que le impiden subir en la clasificación y alcanzar mayor competitividad fiscal es "la persistencia de numerosos impuestos adicionales creados por ese gobierno autonómico", ya que "sigue contando con el doble de impuestos autonómicos que las demás comunidades".