MADRID. Cuando 23 noruegos ancianos murieron recientemente tras recibir la vacuna covid-19 de Pfizer, el tabloide del Partido Comunista de China The Global Times planteó que las muertes estaban recibiendo poca cobertura porque los medios en inglés ocultaban noticias poco agradables sobre una vacuna producida en Occidente, mientras se centraban en noticias negativas sobre la vacuna de China Sinovac. No obstante, el lunes, Noruega dijo que continuaría utilizando la vacuna desarrollada por Pfizer en asociación con la alemana BioNTech, alegando que las muertes fueron de individuos "mayores, frágiles y con enfermedades graves".
Sin embargo, tras conocerse estas muertes, Pfizer emitió una declaración diciendo que estaba ralentizando temporalmente sus envíos a Europa, ya que tiene como objetivo aumentar la producción. No podemos decir si este último evento está relacionado con cualquier problema interno con respecto al control de calidad en la empresa, o si la causa es sencillamente la logística.
Sin embargo, el condado de Wayne, en Michigan, donde se encuentra Detroit, acaba de anunciar que va a cambiar a la vacuna de Moderna, alegando una escasez de suministro de la de Pfizer. ¿Perderá Pfizer el negocio frente a Moderna, debido a la desaceleración de la producción? No podemos saberlo. Pero el equilibrio entre la oferta y la demanda en el gráfico técnico de Pfizer se ha inclinado hacia una venta masiva.
Las acciones completaron una bandera ascendente, bajista tras la drástica caída del 15% desde los máximos del 9 de diciembre de 43 dólares a los mínimos del 22 de diciembre de 36 dólares. La bandera está subiendo supuestamente por una combinación de estrangulamiento de posiciones cortas y compra en las caídas, aun manteniéndose ajustada ya que la continua venta alimenta la demanda.
Sin embargo, el repunte a la baja sugiere que la oferta ha sobrepasado la demanda, y los vendedores buscan ahora compradores a precios aún más bajos. Ésta es una configuración para crear un efecto dominó, en el que se espera que el precio repita el movimiento anterior.
Hace apenas dos semanas, proporcionábamos una visión alcista sobre el fabricante de vacunas con sede en Nueva York. Pero desde entonces, han cambiado muchas cosas, tanto fundamentalmente, como se describía anteriormente, como técnicamente. Para ser claros, no sabemos si realmente hay algún problema con la vacuna de Pfizer, ni podemos predecir si la compañía perderá un negocio significativo ante Moderna, a pesar del cambio del condado de Wayne. Todo lo que sabemos con certeza es que, técnicamente, el patrón de precios se ha debilitado.
Aun así, eso no significa que con alguna buena noticia el pequeño repunte a la baja no se revierta y continúe la línea de tendencia alcista que puede verse en el gráfico, cumpliendo con la visión alcista a largo plazo que proporcionábamos hace dos semanas. Además, la imagen técnica no está del todo clara en este momento. Por ejemplo, nos gustaría ver dispararse el volumen del repunte a la baja, para tener una prueba de que el consenso se ha convertido en una tendencia bajista. Por lo tanto, deberíamos esperar una señal en cualquier dirección para la confirmación o limitar nuestra exposición.
Pinchas Cohen es analista de Investing.com
