VALÈNCIA. Poco a poco el grupo municipal de València en Comú (ValC) va cogiendo forma tras la salida del exportavoz del grupo en el Ayuntamiento, Jordi Peris. Este martes la Mesa de Coordinación –Ejecutiva de la plataforma– acordó la reestructuración de las áreas competenciales y que la concejala de Educación y Vivienda, María Oliver, se convirtiera en la nueva voz del grupo municipal. Sin embargo, pese a esta redistribución de las atribuciones, aún quedan tareas pendientes por resolver dentro del grupo municipal.
De momento, Neus Fábregas todavía no es concejala de las delegaciones que el plenario de la marca electoral le asignó este martes -Cooperación y Gobierno Abierto, donde se integra Participación y Transparencia-. La Junta Electoral tiene que ratificar que fue la cuarta persona de la lista de València en Comú en las elecciones municipales de 2015. Por lo que, a la espera de que reciba el acta, serán Oliver y el otro edil, Berto Jaramillo, quienes asuman todavía estas competencias.
Pero además de la tercera concejalía, todavía deben designar otros cargos orgánicos y de confianza para que el grupo municipal vuelva a estar armado al completo. Con la dimisión de Peris de toda responsabilidad política y vinculación a ValC, Áurea Ortiz, secretaria de la plataforma en el Ayuntamiento de València también abandonó las siglas moradas.
Así, ValC celebrará el último plenario el próximo 27 de julio, antes del período vacacional. Una jornada en la que desde el grupo municipal esperan que pueda acudir ya Fábregas como edil –como tal, forma parte de la Ejecutiva, que está presente en cada uno de los plenarios– y ratificar a la nueva secretaria o secretario en el lugar que ostentaba Ortiz.
No obstante, antes es el propio grupo municipal quien debe designar a la persona que desempeñe tal cargo. Un paso previo para que, posteriormente, la Coordinadora ratifique y sea revalidado en un plenario. Sobre la mesa, fuentes de la plataforma consultadas por Valencia Plaza deslizan el nombre de Mariana Urueña, actualmente asesora del grupo municipal después de que Berto Jaramillo, además diputado provincial de València en Comú, también tratara de destituirla el verano pasado como personal de confianza en la Diputación.
El nombre de Ángela Pedraza, asesora de la plataforma electoral, estaría también entre las candidatas a ocupar ese puesto. Así, Oliver no descarta ninguna opción y asegura a este diario que hasta el próximo martes "quedan muchos días y las dos son muy válidas. Podría ser Mariana o Ángela, queremos ver bien las opciones".
De ser Urueña quien ocupara el cargo de secretaría, el grupo debería además contratar dos personas más para las labores de asesoría, ya que, tanto Urueña como Fábregas, desempeñaban estas funciones. De esta manera, València en Comú continúa a tres patas, con la última por soldar. Resolver el contrato de dos asesoras o asesores, además de una secretaría encargada de la coordinación del equipo municipal morado, son cuestiones clave para que, en esta ocasión, el trabajo de las concejalías sea transversal.
Los antecedentes, de hecho, no son nada halagüeños. Con Peris al frente de la portavocía y al cargo de Innovación, Participación y Cambio Climático, hubo voces de Podemos e integrantes de València en Comú que aquejaban en los plenarios de la plataforma falta de comunicación entre los ediles que impedía que todos supieran el trabajo que cada uno estaba desempeñando. Ahora, una semana después de su dimisión, València en Comú tiene el reto de tejer mejor su estructura. De como resuelva sus cuestiones pendientes dependerá si el armazón construido es más sólido que el anterior.