VALÈNCIA (EP). La economía española acusó el impacto de la crisis del coronavirus y retrocedió un 5,2% en el primer trimestre, su mayor desplome trimestral registrado en la serie histórica del Instituto Nacional de Estadística (INE), que arranca en 1970. Hasta ahora, la mayor caída trimestral del PIB era la del primer trimestre de 2009 (-2,6%).
Con al fuerte retroceso del PIB del primer trimestre, España se asoma a la recesión, ya que para que una economía entre en lo que se considera recesión técnica se requieren dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo. En todo caso, se da por hecho una contracción del PIB en el segundo trimestre, mayor a la del primero, debido a que el periodo abril-junio se verá afectado de lleno por la paralización de numerosas actividades económicas como consecuencia de la declaración del estado de alarma.
En los tres trimestres precedentes (segundo, tercero y cuarto trimestre de 2029), la economía española estaba creciendo a tasas del 0,4%. El retroceso del 5,2% registrado en el primer trimestre supera las estimaciones que había realizado el Banco de España, que había previsto una caída del 4,7%, eso sí, con "muchas dosis de cautela", ya que este cálculo se basaba en suponer una proporción determinada de descenso de actividad en algunas ramas.
En tasa interanual, el PIB del primer trimestre se contrajo un 4,1%, frente al repunte del 1,8% del trimestre anterior. En este caso, no se ha superado el mayor retroceso contabilizado hasta ahora, el del segundo trimestre de 2009, cuando la economía española se contrajo un 4,4% interanual.
La contribución de la demanda nacional a la variación interanual del PIB es de -4,3 puntos, 5,6 puntos inferior a la del cuarto trimestre. Por su parte, la demanda externa presenta una aportación de 0,2 puntos, tres décimas inferior a la del trimestre pasado.
Los datos trimestrales muestran un hundimiento del consumo de los hogares del 7,5%, sin precedentes en la serie histórica. Por el contrario, el gasto público pisó el acelerador entre enero y marzo y creció un 1,8%, su mayor alza en doce años, concretamente desde el primer trimestre de 2008. Por su parte, el gasto en consumo de las instituciones sin fines de lucro y al servicio de los hogares avanzó un 0,8%, cinco décimas más que en el trimestre precedente.
La inversión, por su lado, registró en el primer trimestre su mayor caída en once años (desde el segundo trimestre de 2009), al retroceder entre enero y marzo un 5,8%.
Las exportaciones e importaciones se desplomaron en ambos casos un 8,4% en el primer trimestre. Las ventas al exterior venían de crecer un 0,6% en el trimestre anterior, mientras que las importaciones habían caído en el último cuarto de 2019 un 0,8%.
En términos interanuales, el consumo de los hogares mostró un retroceso del 6,7%, su mayor caída en la serie histórica, mientras que el gasto público experimentó su mayor aumento desde finales de 2009, con un avance interanual del 3,6%.
La inversión se hundió un 6,7% interanual en el primer trimestre. Este indicador no registraba una caída de esta magnitud desde el primer trimestre de 2013.
Las exportaciones retrocedieron un 6,3% respecto al primer trimestre de 2019, en contraste con el aumento interanual del 3,3% experimentado en el trimestre anterior, mientras que las importaciones se desplomaron un 7,4% y venían de crecer un 2,1% en el último cuarto de 2019.
El INE señala que la situación provocada por el coronavirus hace que ciertas variables, como las horas efectivamente trabajadas, sean más relevantes en los momentos actuales a la hora de medir la evolución del empleo. "Se considera que esta variable, frente a los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, es la que refleja de manera más clara los efectos inducidos en el empleo por el brote de Covid-19 y las sucesivas medidas adoptadas", apunta.
El empleo de la economía, en términos de horas trabajadas, cayó en el primer trimestre un 5% respecto al trimestre anterior. Esta tasa es de menor magnitud que la de los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo (del -1,9%, lo que supone 2,8 puntos menos que en el cuarto trimestre) debido a la reducción que se observa en la jornadas medias a tiempo completo (-3,1%).
En términos interanuales, las horas trabajadas decrecen un 4,2%, tasa 5,6 puntos inferior a la del cuarto trimestre de 2019. Por su parte, los puestos equivalentes a tiempo completo retroceden un 0,6%, 2,6 puntos menos que en el cuarto trimestre, lo que supone que en un año se han destruido 102.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en un año.
El deflactor implícito del PIB aumenta un 1,3% respecto al mismo trimestre de 2019, cuatro décimas menos que en el trimestre pasado, mientras que la remuneración de los asalariados avanzó un 2,8% interanual.
El INE explica que la situación provocada por el coronavirus en España y el impacto de las medidas adoptadas para la protección de la salud de la población desde el pasado mes de marzo introducen "una dificultad extraordinaria para la medición de la evolución económica del conjunto del trimestre".
El organismo señala que este "desafío estadístico" ha sido afrontado adaptando los métodos de estimación de los agregados económicos trimestrales con la incorporación de fuentes adicionales disponibles para todos los meses del trimestre, que han complementado a las habitualmente empleadas, y de estimaciones adelantadas de indicadores basados en datos administrativos, en línea con las recomendaciones de Eurostat y otros organismos estadísticos internacionales.