Si todo debate gira en torno a un colchón es que vamos mal. Triste presente, con alegría económica de primarias y reparto territorial. Van a saco. Parece que no hay ideas, ni discurso, salvo el tú más o la propaganda
La eterna cantinela electoral que nos va a ocupar hasta el 26 de mayo , -municipales, autonómicas y europeas-, con la primera vuelta de las generales el 28 de abril se ha instalado definitivamente en nuestra política. De momento en el totum revolutun tenemos insultos, descalificaciones y posicionamientos sorprendentes en asuntos de calado.
Estamos en pleno vértigo electoral. Salvo sorpresa del resistente Pedro Sánchez, vamos a elecciones generales ya mismo y después segunda vuelta con las municipales, autonómicas y europeas. Fiasco de los Presupuestos Generales del Estado con la presión independentista que en su día le aupó a La Moncloa y ahora le devuelve a la realidad
Así parece que está el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pensando en la eternidad. No ve lo que tiene delante. El independentismo no le va a facilitar nada y su cesión con la confusa y difusa figura del relator, sus presiones presupuestarias y el juicio al procés que empieza la semana próxima, lo llevan a un camino sin retorno. Sus propios correligionarios dicen que ya va tarde
Borrell apuesta por reforzar la relación política con un país que "comparte valores" con España porque es la mayor democracia del mundo
El asesor del PP que hizo la pregunta considera la respuesta una "tomadura de pelo" y acusa a Sánchez de mentir a la ciudadanía
En nuestra reciente historia se va a recordar este 2018 a punto de finiquitar por muchos motivos. El resiliente Mariano Rajoy no pudo aguantar y ha pasado a mejor vida política pero estupenda personal. Tenemos en La Moncloa a un renacido Pedro Sánchez, ni los suyos terminan de creérselo. Y en Cataluña contenemos la respiración. Mientras aparece el factor Vox cuando nadie les esperaba
El asunto catalán nunca se ha ido, ha estado ahí, está y estará. Nos hemos entretenido, no han entretenido con otros asuntos, no menores (consecuencias del resultado andaluz, enfrentamientos parlamentarios, dimes y diretes con las nuevas derechas o con las izquierdas, exhumación de Franco,…) pero no tan trascendentes como la cuestión catalana. Están en juego entre otras cosas, la estabilidad política del país y la reconciliación entre los catalanes