VALÈNCIA (VP/EP). Vladimir Ashkenazy vuelve este miércoles al Palau de la Música de València al frente, en esta ocasión, de la Orquesta de Cadaqués, con un programa que incluirá "uno de los conciertos para piano de más dificultad técnica de la historia de la música", como es el nº 3 de Serguéi Rachmáninov, destaca el auditorio municipal a través de un comunicado.
Considerado como uno de los pianistas más importantes del siglo XX, Ashkenazy continúa su larga y estrechada relación con la Philharmonia Orchestra, de la que es director honorífico desde el 2000. En esta actuación, estará al frente de programa del con el Concierto nº 3 de Serguéi Rachmáninov, que será interpretado por el concertista ruso Denis Kozhukhin, ganador a los 23 años del primer Premio del Queen Elisabeth en Bruselas en 2010.
En la segunda parte, el público podrá escuchar la famosa Sinfonía nº 6 en fa mayor, op. 68, Pastoral de Ludwig van Beethoven, a caballo entre Las cuatro estaciones de Antonio Vivaldi, los poemas sinfónicos de Franz Liszt y la Sinfonía Alpina de Richard Strauss.
Vladimir Ashkenazy se dio a conocer internacionalmente con ocasión del Concurso Internacional Chopin de Varsovia, en 1955, y como ganador del primer premio del Queen Elisabeth de Bruselas, en 1956. Desde entonces, está reconocido por su labor artística, de la cual la dirección ocupa la mayor parte en los últimos 35 años.
Con la Philharmonia Orchestra realiza conciertos en Londres y en todo el Reino Unido, y en la presente temporada actúan en el Southbank Centro, en el marco de la serie 'Voces de la Revolución: Rusia 1917'. También ha sido titular de la Joven Orquesta de la Unión Europea (EUYO), Sydney Symphony, Filarmónica Checa y NHK Symphonyés. Es también director honorífico de la Orquesta Sinfónica de Islandia y de la Sinfónica NHK Tokyo, y director invitado principal de la Orchestra della Svizzera Italiana.
Por su parte, la Orquesta de Cadaqués es una formación de mucha calidad y versatilidad formada por músicos españoles y de otros países de Europa, que en 1992 impulsó el Concurso Internacional de Dirección, el prestigioso certamen bianual destinado a jóvenes directores de todo el mundo.