VALÈNCIA. Tal y como era de esperar -por aquello de que entre solo dos accionistas como son CriteriaCaixa y el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) controlan casi la mitad del capital social-, la junta general ordinaria de accionistas de CaixaBank (CABK) de 2023 aprobó ayer viernes todos los acuerdos sometidos a votación. Y, entre ellos, la reelección de Gonzalo Gortázar durante cuatro años más como consejero delegado y el abono de un dividendo de 0,2306 por título. Nada nuevo en el horizonte como tampoco aportó mucho la junta de este año, que en líneas generales fue muy parecida a la del pasado ejercicio -también en lo que a duración se refiere con cuatro horas- donde volvieron a repetirse las quejas de los sindicatos.
De los 23 turnos de peticiones de los accionistas -21 de forma presencial y dos de manera telemática-, ocho procedieron de diferentes representantes sindicales de la entidad domiciliada en València. Y algunos que repitieron sus quejas doce meses después como Begoña Peiró, presidenta del Sindicato de Empleados de CaixaBank (SECB), que dijo que "la situación sigue siendo extrema en los empleados". Lo hizo apelando a la unión porque "la plantilla tiene el poder y la fuerza para provocar un cambio laboralmente; debemos estar unidos y luchar por nuestras condiciones laborales porque son nuestros derechos. Les toca a ustedes mover ficha y revertir la situación, cumplan con sus promesas. Háganlo".
O Ángel Bartolomé, secretario general de la Asociación Independiente de Cuadros y Profesionales de Servicios Financieros y Administrativos (ACCAM), advirtiendo sobre la "presión desmedida para vender, sin poder atender de la manera adecuada a los clientes. Todo sigue igual o peor donde muchos de los mandos intermedios aplican criterios con visión cortoplacista. Es de justicia remunerar a la plantilla en función de los beneficios, por lo que está en sus manos que la situación cambie".
Como también Joan Reynés de la Unió Obrera Balear (UOB), "tenemos mucha presión comercial". O Antoni Cano de la Federació d'Estalvi de Catalunya (FEC) "la plantilla está sufriendo y hay que implementar soluciones". Por su parte, Iván Argüelles, secretario de Acción Sindical de UGT, manifestó que "la plantilla no ha percibido cambio alguno y nos hemos convertido en un bazar oriental; mientras las direcciones territoriales son auténticos reinos de taifas".
Desde el Sindicato Autónomo de Trabajadores de Ahorro (SATE), que históricamente tuvo la mayoría en Bancaja, Elena Serrano incidió en que "la presión va a más donde los empleados estamos agotados. ¿Cuántas bajas médicas tiene que haber en CaixaBank para que se tomen medidas? ¿Hasta cuándo van a seguir mirando hacia otro lado? Necesitamos recuperar la ilusión porque los empleados tenemos que estar motivados". Mientras que Óscar Bayona, representante del sindicato STOP en la entidad, advirtió que "existen enormes desigualdades salariales entre empleados procedentes de las diferentes entidades integradas en CaixaBank". Lo hizo apuntando que "hay discriminación salarial" y manifestando que "muchos compañeros toman medicamentos por la ansiedad y si la cosa sigue así habrá consecuencias; miles de trabajadores gritamos basta".
A todos ellos, 'Goiri' respondió que "tenemos una plantilla extraordinaria y en mi nombre y en el del consejo de administración reiteramos nuestro agradecimiento". A continuación añadió que "vivimos en un entorno extraordinariamente competitivo, con unos competidores formidables tanto tradicionales como nuevos, y para responder tenemos que tener una organización de alto rendimiento. Eso conlleva objetivos muy ambiciosos, pero alcanzables. Tenemos una permanente actitud de diálogo con los sindicatos y en los últimos tiempos hemos llegado a acuerdos de gran valor, que demuestran el camino que tenemos que seguir en el futuro".
A Gonzalo Gortázar le "alegró mucho escuchar a nuestros representantes sindicales"; mientras señaló tres factores -pandemia, integración de Bankia y tipos de intereses negativos- "que estamos dejando atrás mientras abrimos una nueva etapa donde tenemos que mejorar el servicio a nuestros clientes". Sobre la presión comercial respondió que "lo que no debemos hacer en este contexto es bajar el ritmo porque los retos comerciales y financieros se han ido cumpliendo en estos años. Estamos comprometidos con la plantilla". Asimismo añadió que "manifestamos nuestra absoluta predisposición para seguir trabajando con los representantes sindicales para hacer una mejor CaixaBank".
También tomaron la palabra trabajadores de CABK como Ricardo Ruiz, que pidió "un reconocimiento a la plantilla que la dirección se niega hacer año tras año. Seguimos con un clima laboral asfixiante, que provoca problemas de salud entre los empleados, por lo que es necesario un cambio real". O los de Banca Armada -Jordi Calvo y Javier Toca, "denunciando la relación de CABK con empresas de armas". A lo que Goirigolzarri señaló que "no financiamos ninguna". O los de Adicae -Francisco Albert y Luis Fernando Martín- advirtiendo que "se está convirtiendo en rehenes a los pequeños accionistas".
No faltaron los habituales como Eduard Mestres, catalán y residente en Valencia desde hace más de medio siglo, que las volvió a tener con Goirigolzarri -"Usted es un presidente por enchufe"-; mientras que puso sobre la mesa el nombre del presidente de Mercadona. "Hace falta un consejero valenciano en CaixaBank porque no tenemos ninguno como Juan Roig", a lo que 'Goiri' manifestó que "le tengo un enorme aprecio y admiración, pero tenemos un consejo extraordinariamente competente en estos momentos". Precisamente el mismo accionista volvió a preguntar como el año pasado por un hipotético cambio de sede. "Puedo tranquilizarle que se quedará aquí", le respondió el presidente del banco.
Y de Juan Roig a Peter Lim donde otro accionista, Álex Alfaro, cuestionó el papel de CABK sobre el dueño del club ché aún a sabiendas que el magnate singapurés está al corriente de pagos. "El Valencia CF representa mucho para una buena parte de la sociedad valenciana, pero por razones deontológicas elementales no vamos a hablar de ningún cliente. Nuestra reputación es muy importante, es un principio básico porque es parte de nuestro código de comportamiento. No somos propietarios del club y es a ellos a los que tiene que dirigirse. No tenemos responsabilidad ni capacidad para participar en el Valencia CF. Le deseamos lo mejor y eso pasa por la sostenibilidad -no solo económica y financiera- sino en el plano deportivo y social", contestó 'Goiri' defendiendo el papel de CABK en la sociedad valenciana.
Por lo demás, Goirigolzarri puso en valor de una "banca española muy bien preparada" con "una enorme fortaleza" tras los rescates a ambos lados del Atlántico. A su juicio "aunque los episodios de volatilidad pueden continuar, y siempre debemos ser prudentes, creo honestamente que la banca española, por contraposición a lo que vivimos en la anterior crisis, está muy bien preparada y tiene una enorme fortaleza para enfrentarse a este tipo de situaciones". En todo caso, destacó la necesidad de completar la Unión Bancaria Europea y ha considerado "muy importante acelerar la creación del fondo de garantía de depósitos europeo como medio para evitar una eventual retroalimentación entre riesgo bancario y riesgo soberano".
Por su parte, el número dos de la entidad dijo que CABK tiene "un nivel de resistencia muy alto para afrontar los retos futuros". En este sentido aseguró que "tanto las posiciones de solvencia como todos los instrumentos de supervisión, vigilancia y capacidad de actuación ante potenciales crisis son muy superiores a las de hace una década y, por lo tanto, el nivel de resistencia es muy alto".
Lo hizo sin dejar pasar la oportunidad de incidir en que la fortaleza de los bancos españoles "es un bien común para el país y es muy positivo para todos contar con un sistema financiero así porque es una fuente de confianza para individuos, empresas y por tanto para la sociedad en general. Es muy positivo para todos contar con un sistema financiero fuerte y nos debe dar confianza". Asimismo, y entre otros aspectos, señaló sobre la remuneración de los depósitos bancarios que "no son la mejor solución" a la hora de canalizar el ahorro.