VALÈNCIA. El Palau de la Generalitat seguía este jueves sumido en un periodo de reflexión respecto a la remodelación del Consell avanzada la semana pasada por el jefe del Consell, Ximo Puig, y que se anunciará este sábado o domingo según fuentes de Presidencia. Una decisión que contrasta con la celeridad con la que maniobró su principal socio de gobierno en el Botànic, Compromís, este mismo miércoles: el titular de Educación, Vicent Marzà, daba un paso al frente para anunciar su dimisión y, apenas unas horas después, se aprobaba que la secretaria autonómica de Cultura, Raquel Tamarit, sería su sustituta.
Así, todo apunta a que, más allá de posibles filtraciones por la vía del goteo a los medios de comunicación, el grueso de los cambios ideados por Puig no se conocerán hasta, como mínimo, este sábado. Las consellerias afectadas, todas socialistas, viven desde hace una semana en un permanente ataque de nervios: en Hacienda, Innovación, Obras Públicas y Sanidad, se siguen con atención los posibles movimientos e incluso en algunos casos se ha pospuesto la organización de agenda de la próxima semana, al desconocer si el titular del departamento seguirá en su puesto.
Con este escenario, llama la atención la reunión del pleno del Consell de este viernes, a sabiendas de los inminentes cambios que se producirán en las próximas horas. Para varios de los consellers puede ser su última reunión del Ejecutivo, aunque este jueves todavía no habían trascendido las salidas definitivas ni tampoco si alguno de los afectados, al margen del citado Marzà, conocían si serían removidos o trasladados de sus puestos.
De esta manera, y pese a que los dirigentes políticos suelen tener la habilidad de asumir con naturalidad cualquier situación complicada o extravagante, la reunión de este viernes será, probablemente, una de las más extrañas en los siete años de mandato de Puig: una suerte de plató de 'The Walking Dead' -afamada serie de zombis- en el que algunos de los componentes del Ejecutivo, lo sepan o no, ya se encontrarán destituidos de facto e incluso quizá 'muertos' políticamente hablando.
De hecho, distintas fuentes del Ejecutivo comentaban este jueves que una de las opciones que se estaba barajando en el Palau consistía en transmitir su nueva situación previamente a los consellers afectados por la remodelación, para que no se produzca ese momento de incertidumbre en la reunión de no saber si asisten a su última cita en el Palau. De esta manera, podrían terminar filtrándose las salidas en las próximas horas y reservar las nuevas incorporaciones para el anuncio del presidente Puig programado inicialmente para el sábado.
Al margen de las incógnitas, el que tendrá oportunidad de despedirse salvo cambios de última hora será Vicent Marzà, quien ya anunció este miércoles su salida. Distintas fuentes aseguraron a este diario que la vicepresidenta del Consell y representante de Compromís, Mónica Oltra, trasladó ayer a Puig oficialmente la renuncia del titular de Educación y la sustituta elegida por la coalición valencianista, Raquel Tamarit, hasta ahora secretaria autonómica de Cultura. No obstante, todo apunta a que el presidente optará por ejecutar todos los cambios simultáneamente y concretarlos el lunes, por lo que Marzà todavía se sentará en la mesa del gobierno este viernes.