MADRID (EP). Fitch Ratings ha reafirmado la calificación crediticia a largo plazo de Repsol en 'BBB', aunque ha rebajado su perspectiva a 'estable', desde positiva', debido al impacto por la crisis del coronavirus. En un comunicado, la agencia de calificación señala que la revisión de la perspectiva refleja la creciente presión sobre los flujos de efectivo de la petrolera como resultado de los precios "más débiles" de los hidrocarburos a lo largo de este año y en 2021 y la escasa demanda de combustibles debido a la pandemia mundial del coronavirus.
No obstante, Fitch prevé que Repsol mantenga un perfil comercial y financiero "sólido" durante esta etapa bajista de los precios del petróleo y pronostica que el apalancamiento neto de los fondos operativos (FFO, por sus siglas en inglés) superará las 2,2 veces de manera sostenida.
Asimismo, valora que la calificación del grupo presidido por Antonio Brufau está respaldada por sus negocio de 'Downstream' (Refino, Química y Marketing) y 'Upstream' (Exploración y Producción), así como por su diversificación geográfica y una posición de costes "relativamente buena" en comparación con otras empresas del sector.
En el caso concreto del 'Upstream', Fitch considera que la caída en los precios del petróleo supone en una "elevada presión" sobre las finanzas y operaciones de las compañías de petróleo y gas. Así, la agencia estima un precio promedio del barril de petróleo de 35 dólares este año, frente a los 65 dólares de 2019, con un aumento a largo plazo hasta los 55 dólares. No obstante, cree que la fuerte liquidez de Repsol y sus bajos costes de producción, frente a otras compañías del sector, deberían ayudar a la compañía dirigida por Josu Jon Imaz a superar mejor esta etapa de depresión en los precios del petróleo.
Fitch se convierte así en la segunda agencia de calificación, junto con S&P Global, que reafirma la calificación crediticia a largo plazo de Repsol en 'BBB' en este complicado entorno por el impacto por la crisis del coronavirus sobre los precios del crudo, aunque también rebajó su perspectiva a 'estable', desde 'positiva'.
Por su parte, Moody's ha decidido rebajar en un escalón la nota como emisor a largo plazo de Repsol, hasta situarla en 'Baa2', aunque dentro del grado de inversión, al tiempo que ha situado en 'negativa' la perspectiva de la compañía.