VALÈNCIA. Lantania, grupo de infraestructuras, agua y energía propiedad del fondo valenciano Stator Management, elevó un 23% su facturación en 2022 hasta los 312 millones de euros frente a los 254 millones del ejercicio anterior. Asimismo, disparó un 60% su cartera de contratos hasta los 442 millones. Un crecimiento que se mantiene a lo largo de estos primeros meses del año, por lo que la compañía prevé crecer un 15,3% y rozar los 360 millones de ingresos este 2023.
Eso sí, el resultado bruto de explotación (Ebitda) no superó las previsiones que se fijó la compañía al cerrar el ejercicio con 13,2 millones, frente a los 16 millones estimados. Una situación consecuencia del aumento de los costes de las materias primas, la energía, el alza de los tipos de interés o los costes salariales.
"El ejercicio 2022 ha sido muy complicado para el sector, dado que el conflicto en Ucrania vino a acelerar una crisis que ya se había iniciado en la era postcovid, con una subida generalizada de los precios de las materias primas. Esta escalada de precios, unida a otros factores como la inflación de la mano de obra o la subida de tipos de interés, ha tenido un impacto muy relevante en el sector de la construcción", admitió el presidente de la firma, Federico Ávila, este jueves en la rueda de prensa para presentar los resultados de la compañía.
No obstante, destacó que la compañía ha podido sortear la inestabilidad actual gracias a su penetración en el mercado exterior y la diversificación de sus inversiones. De hecho, su plan estratégico 2022-2026, con el que prevé alcanzar los 500 millones de euros, tiene el foco puesto en sectores al alza en el contexto actual como es el ciclo integral del agua, el transporte sostenible y las energías renovables. Además, la compañía también ha rebajado su dependencia de las administraciones públicas y ahora los contratos con operadores privados superan el 59% de su volumen de negocio.
También su internacionalización ha sido uno de los factores que les ha permitido mantener la senda alcista en su facturación. De hecho, el 37% de los ingresos de la compañía provienen del mercado internacional. "Ha sido clave la diversificación hacía nuevos países. Entre 2022 y 2023 hemos cerrado contratos en nuevas zonas como Chile, Portugal y Eslovaquia", destacó Ávila.
Así, en estos momentos el grupo ya opera en un total de 11 países. Además de España, está presente en Colombia, Estados Unidos, Arabia Saudí, Argelia, Marruecos, Polonia, Portugal, Chile, Eslovaquia y Bulgaria. Su intención es seguir explorando nuevas oportunidades, principalmente en el sector ferroviaria en Europa y Norteamérica, mientras que para los grandes desarrollos de agua tienen en su radar Oriente Medio y el norte de África.
Por áreas e negocio, el mayor impulso provino de su área de energía, que concentró el 22% de sus ingresos de 2022. Entre los proyectos mas destacados está la construcción de tres parques solares con una potencia de más de 270 MWp, que se suman a una cartera propia de 30 proyectos de 180 Mwp a 250 MW en eólica. También, Lantania ha puesto en marcha una división de autoconsumo, que ya cuenta con seis proyectos con un total de 6.854 kWp, incluida la mayor planta solar fotovoltaica para autoconsumo del Puerto de Valencia.
Por su parte, las áreas de infraestructuras y agua mantienen un peso similar en el negocio de la compañía, de un 36% y 35% respectivamente, siendo la segunda una de las apuesta de futuro de la empresa para seguir creciendo.
De cara a este ejercicio, Lantania espera ingresar 360 millones y registrar un Ebitda de 14,4 millones, convergiendo con la media del sector. Además, confía en situar su contratación en los 500 millones de euros ya que, hasta el momento, tiene contabilizados más de 300 millones. De hecho, hasta mayo de este año, Lantania registra una cifra de negocio de 124 millones, un 19% más que en el mismo periodo de 2022.
El crecimiento también vendrá de la mano de nuevas adquisiciones, para lo que tiene 14 millones reservados, tras haber completado cinco compras en estos cinco años de vida y haber lanzado tres compañías. "Realizamos un trabajo continuo de evaluación de oportunidades que existen en el mercado centrados en empresas especializadas en la gestión del ciclo integral del agua, el transporte sostenible y las energías renovables", remarcó Ávila.
Preguntado por una posible salida a bolsa de la empresa, el directivo admitió que no se descarta, pero aseguró que es un tema que no está actualmente en sus planes porque todavía les queda margen de crecimiento. "Todavía no tiene volumen para ello y el sector de las infraestructuras ya está ampliamente representado en la Bolsa española", señaló.
Por otro lado, trasladó el deseo de la empresa de formar parte de nuevos contratos de concesión, si bien en España ese mercado está prácticamente paralizado por la ley de desindexación de 2015, por lo que ha pedido la aprobación de una orden ministerial que regule la rentabilidad de este tipo de proyectos.