VALÈNCIA. Llevamos ya setenta ediciones de La Plaza de y no es común encontrar un invitado que tenga una calle a su nombre. Curiosidades y casualidades de la vida, el invitado de esta semana, Mariano Vivancos me cuenta al empezar la entrevista: “mi abuelo se hizo una casa en Alpuente y al urbanizar la zona tuvo la deferencia de dedicarme una calle, más bien una cuesta.” Anécdota que desconocía pese a conocer al entrevistado.
Natural de Valencia, del barrio de San Francisco, vivió en la finca de hierro, hablamos de la zona y la peatonalización de la Plaza de San Agustín donde matiza “creo que no está a la altura de lo que merece una gran ciudad como Valencia”. Estudió en los Hermanos Maristas y conoce bien el Ensanche, pero se enamoró de su mujer en el histórico edificio de la Nave: “estudiábamos Derecho e íbamos a la biblioteca juntos”.
Recordamos su etapa en la política valenciana, donde por sus responsabilidades en la “fontanería” de Presidencia y comenta: “cuando teníamos largas jornadas de trabajo, subía al terrado del Palacio de la Generalitat y contemplaba el casco histórico y sus edificios y me servía de desconexión.” Ahora vive en el barrio de Penyarroja, disfruta de largas caminatas por el río y le encanta escaparse a la Sierra Calderona.