MADRID (EP). Abengoa ha informado de que se encuentra "en proceso de documentar" la operación parra cerrar con sus acreedores un nuevo plan de rescate que le permita esquivar la amenaza de la quiebra, aunque ha advertido que sin su firma antes del 31 de julio la viabilidad de la compañía será "muy difícil". En un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el grupo indica que la operación está destinada a dar cumplimiento a los cuatro pilares: la línea de financiación con la garantía del ICO; el acuerdo con los proveedores y acreedores comerciales; la modificación de determinadas condiciones de la
deuda con los acreedores financieros 'NM2', 'reinstated debt', bono convertible de 'A3T' y deuda 'old money', y la disposición de línea de avales, "con la intención de proceder a la firma del acuerdo de reestructuración antes del 31 de julio".
En concreto, esta nueva financiación de instituciones financieras respaldadas por una garantía del ICO ascendería a un total de 250 millones, así como a 300 millones de euros en líneas de avales 'revolving' adicionales rotativas de los bancos, cubiertas por la garantía Cesce. No obstante, Abengoa advierte de que el posterior cierre de la operación estará sujeto al cumplimiento de determinadas condiciones y, en particular, a la obtención de los consentimientos necesarios.
Por todo ello, el consejo de administración del grupo de ingeniería y energías renovables, reunido este lunes, ha decidido suspender la sesión y "reanudarla en los próximos días y, en todo caso, antes del próximo 31 de julio". A este respecto, la empresa reitera una vez más que la firma del acuerdo antes de esa fecha "es fundamental para resolver la delicada situación que atraviesan sus negocios como consecuencia de la ausencia de liquidez y avales que, como ya se adelantó, están afectando de manera severa a los mismos, haciendo muy difícil su viabilidad".
La compañía presidida por Gonzalo Urquijo ha indicado que la entidad prestataria de la nueva financiación y línea de avales será Abenewco 1, entidad que es desde 2017 la cabecera de todas las sociedades operativas del grupo. Así, todos los nuevos fondos deberán usarse "exclusivamente" para las necesidades del grupo que encabeza Abenewco 1. Además, la operación implicará que antes del fin del presente año se conviertan en acciones de Abenewco 1 todos los instrumentos convertibles que se encuentran emitidos en la actualidad y los nuevos que vayan a emitirse como consecuencia de la ejecución de la misma, "lo que implicara, necesariamente, la ruptura del grupo económico actual, encabezado por Abengoa S.A., que está previsto que pase a ser un accionista minoritario de Abenewco 1".
Por todo ello, y en relación con la sociedad individual Abengoa S.A., la operación de reestructuración de Abenewco 1 "no sería suficiente por si sola" para poder reequilibrar el patrimonio de esta sociedad, que desde esa fecha se encuentra en causa de disolución por aplicación del artículo 363 Ley de Sociedades de Capital, pues será adicionalmente necesario que se adhiera una mayoría superior al 95% de un pasivo de
153 millones de euros de la sociedad a la solicitud de conversión de sus deudas en préstamos participativos. Asimismo, el grupo de ingeniería y renovables destacó que, a fecha de hoy, el porcentaje acumulado de adhesiones a esta fórmula "no es todavía suficiente".
El pasado 14 de julio, Abengoa se marcó un nuevo plazo para intentar cerrar esta operación de salvamento y adoptar este 27 de julio "una decisión definitiva" sobre el futuro de la compañía, aunque finalmente se vuelve a aplazar unos días más. El pasado mes de junio, la empresa ya comunicó a sus empleados que no podría hacer frente a las nóminas correspondientes de ese mes en su totalidad, ante la falta de liquidez en que se encontraba. Abengoa contaba, a cierre de 2019, con una plantilla que supera los 14.000 empleados en el mundo, de los cuales el 18% se encuentran en España (unos 2.578 trabajadores).
En los estados financieros resumidos presentados en mayo del ejercicio 2019, ya que las cuentas definitivas están pendientes de ser aprobadas, Abengoa anunció unas pérdidas netas de 517 millones de euros en ese año, frente a los 'números rojos' de 1.498 millones de euros en el ejercicio anterior. El grupo indicó que, a cierre del ejercicio 2019, el patrimonio neto de la sociedad individual Abengoa arrojaba un importe negativo de 388 millones de euros, lo que lo colocaba en situación de causa de disolución.
La compañía de ingeniería y renovables, que esquivó ya en 2016 el que habría sido el mayor concurso de acreedores de la historia de España, después de verse acuciada por una deuda de casi 9.000 millones de euros, lanzó este nuevo plan de 'rescate' financiero en mayo, el tercero en los últimos años, tras los de 2017 y 2019.
El endeudamiento financiero bruto del grupo a cierre de 2019 se incrementó en un 5% en comparación con el año anterior, ascendiendo 5.948 millones de euros. Esta cifra incluye 1.165 millones de euros que corresponden a deuda de sociedades clasificadas como mantenidas para la venta, y 558 de financiación de proyectos.