Las empresas de estudios sociales avanzan un claro trasvase de votos a Vox pero, a niveles más reducidos, se detecta un repunte de Ciudadanos que puede darle una última oportunidad
La derecha finolis del suicida Casado se pone exquisita: no pactará jamás con Vox. Cree que vivimos en 2000 o en 2011, en los años de las mayorías absolutas de Aznar y Rajoy. Pero aquel tiempo pasó. Mientras el Gobierno agita el espantajo de la 'ultraderecha' y el PP se desangra, los de Abascal engordan su saco de votos. La cosa, ciertamente, promete
Los partidos del Botànic advierten a los populares del riesgo que supone para la democracia legitimar a esta formación pero también para su propio liderazgo en la derecha
Vox es Vox. En Madrid y en toda España. Sus líderes están en Madrid y no necesitan barones autonómicos o provinciales, aunque haberlos, haylos. Eso sí, pasan desapercibidos para el gran público
Que un futuro idílico y utópico no empañe un presente duro y cruel. Algo así debió pensar el jefe de gabinete del presidente del gobierno cuando publicó su columna en “el diario independiente de la mañana” para explicarnos su proyecto para los próximos 30 años, sí, tres décadas
Abascal protagonizará en el Parlamento el rechazo al Gobierno de Sánchez e Iglesias, la "mafia socialcomunista"