En una entrevista de los años 70 con el gallego Antonio Bonet, Andreu Alfaro confesó que le obsesionaba la búsqueda de la simplicidad, pero que su espíritu curioso le alejó de caer en el vacío de la sencillez.
VALENCIA. Quebró la monotonía y destacó por la originalidad en un escenario escultórico gris. Raimon, cantautor y amigo, le bautizó como el intérprete de los metales. De planchas de ácero inoxidable, de alumninio y de mármol, tallaba y hacia arte. Desde este viernes, Figura en movimiento preside el vestíbulo del IVAM, pues el museo ha otorgado el decimoquinto premio Julio González al artista valenciano. Después de su fallecimiento en 2012, el museo ha reconocido su trabajo en el campo de las artes plásticas y su aportación al arte moderno. Además, la entidad cuenta entre sus fondos con una veintena de piezas del artista, quien también donó cerca de 50 obras de arte valenciano en los años 70. Durante 15 años, el certamn solo ha premiado a dos españoles: Eduardo Chillida y Miquel Navarro, entre los artistas internacionales destacan Anish Kapoor, Robert Rauschenberg o Jasper Johns.
En el anuncio del premio, el secretario autonómico de Cultura y Deporte, Albert Girona, incidió que este reconocimiento es "justo y necesario" dada la vinculación entre Alfaro y la institución artística. El director del museo, José Miguel García Cortés, lamenta que se reconozca su labor a título póstumo y coincide en que este homenaje es imprescindible. No habrá una exposición ad hoc, ya que como ambos reconocen, en los últimos años ha tenido presencia en las salas de la corporación. En 2005 se llevó a cabo un catálogo del museo que incluía conversaciones con Alfaro y en 2007 se expuso una antalogía extraordinaria de toda su carrera. De momento el premio solo ha sido anunciado ante la prensa, y Girona asegura que se celebrará un acto antes de que finalice el año donde se hará entrega del galardón a la familia del escultor. En esta ceremonia se espera la asistencia del President de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, y el Conseller de Educación, Investigación, Cultura y Deporte, Vicent Marçà, entre otros altos cargos.
Entrelazando el alambre y la hojalata, y de forma autodidacta, descubrió el constructivismo en los años 50, siguió trabajando con el hierro y el latón. Asimismo, dotó a sus esculturas de vida, estas comenzaron a evocar juicios morales y políticos. Alcanzó gran notoriedad con el éxito de muchas de sus esculturas públicas, que como marca de la casa, estaban compuestas por ramos de varillas y tubos de acero o aluminio, que imitaban grandes abanicos desplegados y formas geométricas. Aunque era abstracto teóricamente, su trayectoria artística, como escultor y como dibujamte, alude siempre a experiencias personales. Los conocimientos de geometría del valenciano le sirvieron para conseguir la estética inconfundible de su trabajo, caracterizado por su abstracción y por esconder perfiles y cuerpos humanos trazados con líneas. Sus obras, mayormente minimalistas, juegan con la perspectiva y son un arte repleto de significado. La figura expuesta es un dibujo lineal que denota ligereza y agilidad, una abstracción de la realidad a partir de algo tan cotidiano como el movimiento, y que se transforma radicalmente en función de la perspectiva del espectador. La obra permanecerá en el hall hasta finales de este año dentro de la línea expositiva En singular, que exhibirá otros proyectos emblemáticos de la colección del IVAM. Premios icónicos, como el Premi d’Honor Jaume I y el Premio Nacional de Artes Plásticas, reconocieron su talento y recientemente volvió a su taller con la apertura del Estudio Andreu Alfaro, que expone de manera permanente decenas de esculturas y dibujos y es dirigida por sus tres hijos (Anna, Andrés y Carles).
El director de la institución también ha anunciado los principales cambios en las bases del certamen, aprobados por el último pleno del Consell y ya publicados en el Diari Oficial de la Comunitat Valenciana (DOCV). Son cambios "poco significativos", como han apuntado, y que se aplicarán el próximo 2017. Según G. Cortés, el principal cambio es el "carácter bienal" que adquiere el galardón, a diferencia de las quince ediciones pasadas, el premio se otorgará cada dos años. También ha destacado que el reconocimiento irá acompañado de una dotación económica de 20.000 euros, cuyo objetivo será ayudar al premiado a exponer su obra, pues el premio no era acompañado de una exhibición en el museo. Por último, se creará un jurado compuesto por "los miembros del Consejo Asesor del IVAM", no como antes que el director proponía un artista y el President de la Generalitat daba su visto bueno. La decisión de crear un jurado es uno de los apartados de la nueva Ley del IVAM, que está en capilla, pendiente de las últimas garantías legales para ser aprobada. Se prevé que se publique antes de que finalice el año.