Dercosa convierte la economía circular en una salida para mujeres sin acceso al mercado laboral

VALÈNCIA. La empresa valenciana Dercosa, fundada hace 50 años y especializada en afelpados producidos con serraje vacuno, y la empresa social Proyectos Extraordinarios -en concreto, con el taller que tiene en Benetússer- han puesto en marcha una iniciativa para apoyar a un colectivo de mujeres dándole otra vida a sus sobrantes de piel. Una economía circular de la cual se obtienen productos de diseño 100% reciclados.

Proyectos Extraordinarios es una iniciativa de la ONGD Formación Senegal que ya tiene tres talleres en Senegal y uno en Valencia, en los que mujeres con dificultad de acceso al mercado laboral son formadas en costura, para posteriormente, poder acceder a un empleo digno.

Dercosa cede y transporta los recortes generados sin cargo alguno, y además, ha subvencionado la compra de máquinas industriales de cosido de piel para apoyar el proyecto, involucrándose además en el proceso de diseño del que saldrán productos reciclados como carteras, llaveros, asas de bolsos y fundas de móviles entre otros.

Según Pablo Rios, director general de Dercosa, "es siempre reconfortante e ilusionante el poder colaborar en proyectos que mejoran la vida de personas en situación de vulnerabilidad, y si, además, podemos transformar en productos de diseño los residuos o subproductos que generamos a diario damos un paso más en favor de la sostenibilidad de nuestro planeta". En su opinión, "no hay duda, es un win-win para todos".

Un proyecto de triple impacto

Para Antonio Zamorano, CEO de Proyectos Extraordinarios, "combinar el impacto medioambiental, con el social y el económico convierte esta colaboración en un proyecto de triple impacto". Por otra parte, destaca que "la fabricación de productos de diseño con una piel de una calidad tan excepcional es un gran reto y una oportunidad para Proyectos Extraordinarios".

Una de las razones de la existencia de Dercosa es la economía circular, todas las pieles que trabaja son un desecho generado diariamente por el consumo humano de carne y de leche. La empresa valenciana subraya que si las fábricas de curtidos no existiesen, la sociedad tendría un enorme problema por la ingente cantidad de pieles que se tendrían que incinerar, creando una contaminación de dimensiones incalculables.

"El fomento de proyectos de economía circular es crucial dentro de la política de Responsabilidad Social Corporativa de Dercosa y de su compromiso medioambiental. Siempre nos ha preocupado dar un valor añadido a nuestros subproductos; de hecho, desde hace años ya aportamos economía circular con las virutas de piel generadas en nuestro proceso productivo, con este proyecto solidario y sostenible se lo damos a los retales de piel acabada", explica la empresa.