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debate electoral - elecciones 28A

El conformismo manda en un último debate en el que solo arriesgó Cantó 

25/04/2019 - 

VALÈNCIA. El tercer y último debate de los candidatos a la Presidencia Generalitat Valenciana celebrado en À Punt ofreció varias diferencias con el primero albergado en la Cadena Ser del pasado 12 de abril. La principal, el tiempo con el que contaron cada uno de los candidatos: cuatro minutos en cada uno de los cinco bloques de los que se compuso el formato. La metodología fue similar a la del segundo debate, el de RTVE que se celebró el 17 de abril, pues tras una intervención inicial los aspirantes a alcanzar la jefatura del Consell podían interrumpirse en sus intervenciones. 

Pese a ello, la agilidad en el foro no llegó a arrancar en los 100 minutos que duró el debate. Si bien hubo momentos de enfrentamiento -especialmente entre los dos bloques-, el encuentro estuvo marcado por la prudencia que adoptaron los candidatos, especialmente de PP y PSPV, con tan solo una excepción: la del aspirante de Ciudadanos, Toni Cantó

Se habló de lo que él quiso, dirigió los bloques y los temas. ¿De educación e investigación? Él (y el resto) acabaron hablando de los barracones que no ha conseguido eliminar el Consell. ¿De Medio Ambiente? Del último caso de corrupción en Divalterra. ¿De financiación autonómica? Mejor del Cupo Vasco que solo Ciudadanos y Compromís votaron en contra de los partidos presentes en el debate -aunque su protagonismo pudo patinar en ese momento, cuando el candidato de Podem, Rubén Martínez Dalmau, le recordó el pacto al que ha llegado el partido de Albert Rivera con UPN-.

Consiguió que en el bloque de educación se hablara casi la mitad del tiempo de los barracones -dejando poco espacio a otros temas que conciernen a esta materia-, incluso hizo reconocer a Mónica Oltra que 1 de cada 3 niños ya no estudian en aulas prefabricadas, lo que significa que otro 66% sigue haciéndolo; en financiación, le refregó por la cara a Ximo Puig (PSPV) que Pedro Sánchez no ha cambiado el modelo y por tanto "su influencia en Madrid es nula"; y a Isabel Bonig (PP), pese a reconocer que quiere gobernar con ella, le recordó que parte de la deuda que arrastra la Comunidad Valenciana es a cuenta de la corrupción del Partido Popular. 

En el bloque de izquierdas, la candidata de Compromís a la Presidencia de la Generalitat, Mónica Oltra, defendió, por una parte, la gestión realizada por el Consell actual en todas las áreas y la comparó con la gestión del PP; por otra, protagonizó varios cuerpo a cuerpo con Cantó -especialmente en los bloques de economía, educación y políticas sociales-, a quien le dio la bienvenida después de haber pasado años fuera de la Comunidad Valenciana y ahora querer presidirla. 

En concreto, le matizó que las familias monoparentales ya están equiparadas a las familias numerosas en la autonomía; e ironizó sobre la cifra de puestos de trabajo -10.000- que Cantó dijo que hubiera generado Intu Mediterráneo si el Gobierno valenciano no le hubiera puesto trabas para asentarse en Paterna. "¿Sabe usted cuántas personas trabajan en Bonaire, que es uno de los centros comerciales más grandes que tenemos? En temporada alta 1.900, en baja 1.200. Usted tiene un problema con los números, si los lleva así, menos mal que se van a quedar en la oposición", espetó la valencianista después de que el candidato arremetiera con que un director general de Comercio "no puede decirle a una multinacional que va a invertir 800 millones de euros, go home". 

Mientras, Puig y Bonig siguieron en su debate cara a cara -tan solo el primero entró en algún rifirrafe con el aspirante de Ciudadanos por alusiones directas a la gestión del Consell del Botànic, pero con poco ímpetu-. Cuando la popular sacó a relucir que este jueves el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) había declarado nulo el presupuesto de À Punt de 2017, el socialista se congratuló de volver a tener televisión pública después de que el PP la hubiera cerrado; si se quejó de que el Gobierno central reclame a la autonomía un recorte de 1.500 millones si quiere recibir el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), Puig le recordaba que en ocho años Rajoy no reformó el modelo de financiación. 

Medio Ambiente y Cambio Climático

Menos enfrentamientos se pudieron ver en el bloque de políticas medioambientales y cambio climático, donde a todos parecieron sobrarles minutos. Dalmau espetó a Bonig que el planeta no tiene una cara B "como la financiación del PP", y Cantó puso encima de la mesa el último caso de corrupción en la Comunidad Valenciana, en Divalterra, en el que se está investigando al exsocialista Jorge Rodríguez. No obstante, propuestas para combatir este problema se escucharon pocas. 

El candidato morado recurrió a la tasa turística que PSPV y Compromís no secundaron en esta legislatura en Les Corts y podría haber ayudado a mantener las ciudades; Cantó le acusó de querer generar más impuestos; el baile Bonig-Puig seguía sonando con el segundo reprochando las obras en Orihuela costa; y mientras, Oltra, satirizó con que el PP hiciera propuestas medioambientales después de haber sido causantes de la burbuja inmobiliaria en la Comunitat. "Ustedes ponen retórica, pero proponen cosas que van en contra de lo que dicen", resumió. 

 

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