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Proponen ser “activos” en la búsqueda de talento también en colectivos en riesgo de exclusión

Expertos avalan el MIR de acceso a la función pública autonómica y piden ‘afinar’ el cribado final

Foto KIKE TABERNER

La Conselleria de Administración Pública prepara un sistema para las nuevas oposiciones autonómicas con un primer test, prácticas remuneradas y un segundo cribado.

31/01/2022 - 

VALÈNCIA. “La música me suena fenomenal, es lo que se tiene que hacer. Los procesos serían más rápidos y más ágiles. Si se aplica a nivel valenciano podría ser copiado por otras administraciones”, afirma convencido Andrés Boix, profesor de Derecho Administrativo, que apunta a que muchas de las ideas del informe que presentó la consellera Gabriela Bravo se corresponden con las que expuso junto a Alba Soriano en  ‘Propuestas para la selección de empleados públicos en España: ejemplos comparados y posibles mejoras'. 

Coincide en la valoración positiva Adrián Todolí, profesor de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social y uno de los organizadores del reciente ‘Congreso Internacional sobre sistemas innovadores en la selección y consolidación de personal en el sector público’, que remarca que el modelo se ha implantado ya con éxito en diversos países europeos.

El segundo cribado, el gran peligro

Aún así, como los sindicatos, los dos creen que falta por definir el paso definitivo para ser funcionario tras un primer examen y unas prácticas remuneradas. “Ahí está el peligro, se debe hacer bien. Es la clave porque todo lo que implique una observación personal reduce la objetividad aunque, a cambio, el sistema mejora los criterios de selección”, contrapone Todolí. El profesor pide, además, “desmontar el mito” de que un examen memorístico es “totalmente objetivo” y pone como ejemplo uno oral con un solo examinador.

El profesor de Derecho Adrián Todolí Foto KIKE TABERNER

“El informe no lo dice y es clave que ese segundo paso se diseñe de acuerdo con los sindicatos y que todos los agentes estén cómodos”, afirma Boix.  Señalaban representantes de UGT PV y CCOO PV que ese segundo cribado no debe perder objetividad y que por tanto no puede depender sólo de la opinión del tutor de esas prácticas.

“Deben establecerse diversos hitos objetivables durante las prácticas y, después, que haya un panel de personas y una comisión de garantías para todos”, añade. Todolí completa insistiendo en la importancia de que los evaluadores tengan “formación previa de cómo hacerlo”.

En cualquier caso, Boix subraya que lo importante es empezar el cambio. “No pasa nada por ensayar. Hay que hacer pruebas, no se tiene por qué acertar a la primera. Si se detectan problemas, se solucionan. Pero es posible hacerlo así y ya se hace en otros países”, remarca.

Bueno para los aspirantes... y la administración

Afirman ambos que el sistema debe ayudar a reducir la brecha socioeconómica. “Los procesos son especialmente largos en las oposiciones que suponen una mayor compensación económica después y ahí es donde es muy difícil que la gente sin ingresos o sin apoyo económico familiar pueda decidirse a participar”, explica Todolí.

“Se favorece mucho más a las que personas que no pueden estar dos años sin trabajar pero sí que pueden permitirse preparar ese primer test durante cuatro o cinco meses para después tener unas prácticas remuneradas. No se acaba con la desigualdad porque estamos ante una realidad estructural, un problema enorme que genera problemas muy perniciosos, pero esta medida lo reduce”, asegura Boix.

El profesor de Derecho Andrés Boix Foto EVA MÁÑEZ

Pero Todolí insiste en que la ventaja no lo es sólo para el aspirante sino para la propia administración, tanto para elegir mejor como para no dejar escapar talento. “Ayuda a seleccionar mejor porque con pruebas memorísticas no tenemos suficiente información”, recuerda. “Además, si a alguien que quiere ser jardinero o a un especialista en innovación le haces estudiar la Constitución o el Estatut d’Autonomía lo puedes perder”, advierte.

Buscar talento… en todos sitios

Además de agilizar el proceso y reducir desigualdades, el cambio de modelo busca también atraer talento con campañas en centros de secundaria y universidades pero Boix propone, como ya se hace en otros países, ir más allá y llevar esos procesos directamente a barrios desfavorecidos

“La administración debe ser activa también en colectivos en riesgo de inclusión y, con la ayuda de trabajadores sociales de esas zonas, seleccionar personas concretas. Va contra la idea de objetividad y meritocracia pero la igualdad no es tratar a todos de la misma manera sino en función de las circunstancias”, recuerda.

Asegura que donde se ha puesto en marcha, el resultado ha superado en mucho las expectativas y que esas personas, además de mejorar su situación personal, son un estímulo para otros.

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