Foto: GVAVALÈNCIA (EP). Los laboratorios de servicios sociales en los que trabajan la Conselleria de Igualdad y las universidades públicas valencianas han registrado las consecuencias de la pandemia en los dos últimos años, como el agotamiento de los profesionales del sector, la soledad y el aislamiento de los usuarios, la brecha digital o la importancia de la proximidad de la atención primaria.
Son algunas de las conclusiones de este proyecto "pionero en España" que ha presentado este jueves la vicepresidenta y consellera del ramo, Mónica Oltra, tras una reunión con los responsables de los cinco laboratorios en marcha: Ribera Alta, con la Universitat de València; Benicarló-Vinaròs, con la Jaume I de Castelló; Alicante, con la Universidad de Alicante, y los surgidos de los acuerdos con la Universitat Politècnica de València y la Miguel Hernández de Elche.
En la reunión se han puesto en común los estudios realizados desde la creación del proyecto en 2018, entre los que destaca uno sobre el impacto de la COVID-19 en los servicios sociales. Oltra ha augurado que los laboratorios ayudarán a seguir construyendo un sistema público que atienda las consecuencias de la pandemia y a consolidar los servicios sociales como "cuarta pata" del Estado del Bienestar.
Hasta el momento, los laboratorios sociales han desarrollado 18 proyectos, con 195 municipios participantes y 171 de ellos en el ámbito rural. En estos trabajos se han realizado 985 encuentros y 114 entrevistas, con la participación de 772 profesionales de los servicios sociales.
Esta red pretende fomentar una investigación independiente, planificada, complementaria y transferible para la mejora continua del sistema público valenciano de servicios sociales. Oltra ha afirmado que "nace de una prioridad 'botánica'", en alusión al gobierno iniciado en 2015, y ha apuntado como objetivo "reconectar a la administración con la investigación" y pasar de las "ocurrencias" a una planificación ordenada centrada en la persona.
Entre las acciones de futuro ha abogado por seguir reforzando las plantillas de servicios sociales, priorizar la atención presencial y la historia social única, que ayudará a que "no tengan que revivir episodios del pasado", así como reforzar la red de puntos de atención en el mundo rural.
Como balance, la consellera ha resaltado que los trabajadores del sector valoran positivamente la inversión realizada para revertir las necesidades derivadas de la crisis sanitaria. En los meses más duros, el Consell destinó siete millones en ayudas individuales que llegaron a 230 entidades locales y 2,3 millones para la alimentación de niños, ampliando la cobertura a los no escolarizados.
Entre los proyectos, los laboratorios de la Ribera Alta, Benicarló-Vinaròs y Alicante investigan el diagnóstico e intervención de los servicios sociales de atención primaria con la intención de reducir la vulnerabilidad territorial.
La UPV, en colaboración con la fundación municipal Las Naves, se centra en el envejecimiento activo y saludable y las nuevas tecnologías, así como en la domótica o nuevas tecnologías en el domicilio para mejorar la autonomía de los mayores que viven solos.
En este ámbito se han monitorizado 30 viviendas en las localidades castellonenses de Benicarló y Vinaròs con sensores de movimiento colocados en dormitorios, baños, cocinas y zonas de paso. Así se pretende obtener información sobre las rutinas de las personas mayores y detectar si cambian o se deterioran, además de utilizarla en la teleasistencia.
Oltra ha garantizado que estos dispositivos ofrecen mucha tranquilidad a los mayores y a sus familiares, ya que les aportan información sobre cualquier modificación de las rutinas y alertan de cualquier modificación que pueda evidenciar una situación de riesgo. Todo ello contribuye a favorecer la autonomía de estas personas y a "retrasar lo máximo posible su institucionalización".
Por último, el laboratorio social vinculado a la UMH realiza un análisis multidimensional de los centros de atención temprana y los centros para personas con problemas de salud mental crónicos de la Comunitat. De este proyecto surgirá una batería de medidas para mejorar la gestión pública de los centros.
A lo largo de 2022 se pondrá en marcha un sexto laboratorio junto a Las Naves. En el conjunto de la red también participan las diputaciones provinciales de Castellón y Valencia, junto con los ayuntamientos de Alicante, Vinaròs, Benicarló (Castellón), Alzira y la Mancomunidad de La Ribera (Valencia), con coordinación a cargo del Institut Valenciá de Formació, Investigació i Qualitat (IVAFIQ).
