La concejala delegada de Acción Cultural revela que las citas periódicas con la titular del área y el responsable de Cultura Festiva nunca han sido una dinámica habitual y reconoce tener una "visión distinta" a la de Tello sobre qué es Cultura
VALENCIA. La concejala Maria Oliver, responsable del área de Educación del Ayuntamiento de València, pero también delegada del apartado de Acción Cultural, revela que las reuniones con sus compañeros de este último departamento no han sido en absoluto frecuentes. “Se produjeron dos al principio, y ya está”, afirma. Lejos de tratarse de un cambio de patrón, insiste en que siempre ha sido así, ya que han ido trabajando en base a proyectos concretos. "Esa reunión, de verdad, ha existido dos veces. No ha sido nada habitual. No hacemos reuniones periódicas, no es nada estructurado", añade.
Su afirmación llega en un momento de guerra abierta con la coordinadora general de Cultura y responsable de Recursos y Patrimonio, Glòria Tello, quien realizó unas declaraciones sobre presupuestos culturales a Valencia Plaza que no han sentado nada bien a Oliver. De hecho, la edil de Valencia en Comú no tardó en responder a la de Compromís, acusándole de mentir cuando hablaba del apoyo prestado a citas valencianas tan importantes como Tercera Setmana, Mostra Viva y DocsValència. Esta semana las compañeras no han vuelto a hablar entre sí, ni siquiera a llamarse o escribirse. "Tiempo habrá", precisa Oliver.
"Se están contabilizando como Cultura cosas que no lo son. El presupuesto de un edificio con una deuda millonaria no debería ser Cultura"
El conflicto principal parece radicar en el planteamiento del área que tienen ambas, "visiones diferentes sobre lo que es la Cultura y cómo se tiene que gestionar". Oliver considera que se están contabilizando como Cultura "cosas que no lo son". "El presupuesto de un edificio con una deuda millonaria no debería ser Cultura. De cara a la ciudadanía lanzamos un mensaje engañoso", defiende.
En su opinión, la ciudad de València peca de tener "demasiado contenedor en sitios absurdos", algo que hace extensible a otros departamentos del consistorio."Hay que atacar el concepto político del PP, ahí coincidimos los tres; pero entonces hay que deshacerse de contabilizar como Cultura la construcción de edificios", argumenta Oliver frente a su compañera. Es por ello que insiste en lanzar un mensaje mucho más "transparente" sobre el destino de las inversiones: "Nosotros no estamos poniendo tres millones de euros en Acción Cultural, de hecho destinamos muy poco a Artes Escénicas, porque una gran parte se va a pagar edificios. Y eso tenemos que saber comunicárselo al ciudadano".
Pese al antagonismo de su postura con la de Tello, insiste en definir este enfrentamiento como "un debate, más que un conflicto". Sobre si podría deberse a su diferente origen político, admite que en parte: "Es que somos de partidos políticos distintos… Cuando hay que marcar una diferencia, yo no tengo ningún problema. En eso consiste una negociación, sin que sea necesario verlo desde el punto de vista del conflicto". De hecho, defiende la diversidad amparándose "en lo que han votado los ciudadanos". Pero es que si yo me callo y tú impones tu postura, al final hay alguien que está haciendo lo que no toca", arguye.
Sin embargo, reconoce que esta situación no se produce en otras concejalías, como Educación, donde tiene que coordinarse con la socialista Maite Girau en el apartado de Deportes. "Nunca hemos tenido ningún problema", señala.