VALÈNCIA (EP). El PSOE aún debe 19,5 millones de euros a los bancos y la dirección del partido ha pedido a las Federaciones que, en la medida de los posible, no adquieran más endeudamiento, además de apremiarles a devolver los 4,1 millones de microcréditos que aún mantienen con particulares y de crear un fondo para autofinanciar las campañas electorales y de esta forma, reducir al mínimo la dependencia de los bancos que, aseguran, cada vez son más reacios a financiar a los partidos.
Así consta en el documento "Proyecto de Bases Presupuestarias para el Ejercicio 2022", al que ha tenido acceso Europa Press y que la dirección socialista llevó el pasado viernes a la primera reunión del año del Comité Federal del Partido, el máximo órgano de Gobierno entre Congresos, dando cumplimiento así al artículo 511 del Reglamento Federal.
Así, en el punto número uno del citado documento, el Plan de Garantía de Estabilidad Económica y Autonomía Financiera, se expone la "principal novedad" que se plantea, que es la creación de una nueva herramienta que asegure la "estabilidad y la autonomía financiera" del PSOE. Para ello, quieren que los presupuestos se enfoquen a lograr "superávits netos" que permitan, además de mantener la actividad política, reducir la deuda y generar "reservas monetarias" cuyo uso no podrá estar destinado a gasto corriente.
Y para dotar estas reservas monetarias, la dirección del PSOE ha establecido que tanto la Comisión Ejecutiva Federal como los territorios, reserven el 40 por ciento de los excedentes anuales a un fondo de tesorería. El objetivo es claro: ser capaces de frontar los futuros procesos electorales con autofinanciación y "eliminar por completo" la dependencia de las entidades financieras.
Argumentan, en este sentido, que los bancos cada vez son "menos favorables" a otorgar préstamos a las formaciones políticas. Además, quieren evitar las tensiones de tesorería derivadas de los plazos establecidos en la legislación vigente para la liquidación y cierre contable de los procesos electorales.
Y es que, a pesar de que el PSOE ha acometido un importante esfuerzo de para reducir la deuda que el partido tiene con los bancos, lo cierto es que al finalizar 2021, los socialista aún tenían una deuda bancaria de 19,5 millones de euros, a la que se suman los 4,1 millones que aún deben en microcréditos que les han dejado particulares para afrontar los procesos electorales. La mitad de estos corresponden a la campaña electoral del pasado 4 de mayo en la Comunidad de Madrid.
Por ello, argumentan que "parece razonable proponer y aprobar que, como norma general, en la medida de lo posible, no se concertarán operaciones de endeudamiento futuras en ningún ámbito de la Organización", al tiempo que apremian a liquidar "en el menor espacio de tiempo posible, la deuda derivada de los microcréditos".
Este proceso de saneamiento de las cuentas socialistas se lleva produciendo desde hace unos años. De hecho, a cierre del ejercicio anterior, el de 2020, el PSOE había amortizado 50 millones de euros en cuatro años y tenía un saldo vivo de deuda bancaria de 27,2 millones, que ha reducido a 19,5 millones a lo largo del ejercicio de 2021.
Según el análisis que hacen de su endeudamiento, la mayor parte de la deuda actual con los bancos es de carácter hipotecario, es decir, el 60 por ciento de esos 19,5 millones de euros se ha destinado a la compra de inmuebles y tiene un carácter estructural "debido a su largo plazo".
"Al estar constituida para la compra de inmuebles tiene un coste relativamente asequible, evita tensiones en la tesorería y permite una ordenada planificación para su amortización", alega el documento.
Sin embargo, el otro casi 40 por ciento de la deuda, cerca de 8 millones de euros, tiene unos costes más elevados y está soportada en mayor pedida por la Ejecutiva Federal.
Por ello, el planteamiento de los socialistas es continuar con la amortización de la deuda bancaria priorizando las operaciones para las que los mercados lo hagan más aconsejable, por la curva de los tipos de interés.
A estas directrices, el documento de bases presupuestarias, suma otras como "concluir el proceso de consolidación y fiscalización contable" que les permita "afrontar la integración presupuestaria" como fórmula para mejorar el control del gasto y de gestión económico-financiera.; desarrollar procedimientos de control y gestión del riesgo; determinar los procesos de inversiones o desinversiones
patrimoniales estableciendo limitaciones de endeudamiento para dichas operaciones; incrementar las ratios de autofinanciación, potenciando fórmulas alternativas que les hagan menos dependientes de la financiación bancaria y reservar el recurso del microcrédito exclusivamente a la ayuda de la financiación en procesos electorales ya que, alegan, ha dado muy buenos resultados como fórmula de captación de financiación.