VALÈNCIA. Hace casi cien años, en 1923, la Alianza de Cooperativas Internacional estableció que el primer sábado del mes de julio fuera el Día Internacional de las Cooperativas. Desde entonces cada año plantea un tema para aglutinar las celebraciones a nivel mundial. Unas celebraciones a las que se sumó Naciones Unidas en 1995 y desde entonces ambas instituciones organizan conjuntamente el Día Mundial del Cooperativismo, que este año se celebra mañana sábado 3 de julio.
En la Comunitat Valenciana la encargada de organizar los actos es la Confederació de Cooperatives de la Comunitat Valenciana-Concoval, que siempre ha buscado algún aspecto del lema para «valencianizarlo, hacerlo más nuestro, más cercano», tal y como apunta su presidente, Emili Villaescusa. «Este año el tema es Reconstruir mejor juntos. Es un lema que admite muchas interpretaciones y nosotros decidimos enfatizar el ‘juntos’. Porque a nivel cooperativo el valor que más nos diferencia históricamente es el cómo hacemos las cosas y las hacemos juntos. Y queremos enfatizar el valor de cooperar».
Una cooperación que el presidente de Concoval considera clave para transformar a la sociedad y luchar contra las desigualdades. «Desigualdades que la pandemia ha exacerbado, porque el coronavirus no puede enmascarar que las desigualdades ya existían. Se habla mucho de volver a la situación anterior a la pandemia, pero tampoco es que estuviéramos tan bien entonces. Por eso nosotros preferimos hablar de transformación en lugar de reconstrucción. Se ha retrasado la consecución de muchos objetivos de los ODS, con los que se había avanzado bastante, ha crecido la brecha digital o el desempleo juvenil y es muy curioso que está aumentando en el mismo porcentaje el nivel de millonarios que el de personas en riesgo de vulnerabilidad social. Para luchar contra todo eso el tema de las alianzas, la colaboración, el ir juntos es fundamental. Y nosotros queremos ser parte de la solución».
¿Cómo ha afectado la pandemia al mundo cooperativo?
Ha sido un año muy duro, pero tenemos una buena industria y se ha trabajado muy bien. Hay sectores como el agroalimentario, las cooperativas de cuidado y atención a las personas, la distribución, los servicios o la limpieza, que no han parado pero en otros campos se ha tenido que entrar en algún ERTE, aunque a nivel porcentual han sido menos que las empresas y afortunadamente han sido de poca duración y no se ha producido ningún ERE y ahora estamos todos en marcha.
Podemos decir que gozamos de buena salud, hemos sabido mantenernos e incluso reconvertirnos rápidamente si ha hecho falta. Y sobre todo tenemos mucha ilusión en el futuro.
La situación actual no permite celebrar grandes eventos, ¿cómo han planteado esta celebración del Día Mundial del Cooperativismo?
Este es un acto muy significativo para nosotros. Hasta hace dos años, íbamos a una de las tres capitales de provincia, de manera rotativa, organizábamos un evento con una ponencia relacionada con el lema de ese año y aprovechábamos para homenajear a dos o tres cooperativas de la provincia donde se celebraba. Pero el año pasado la pandemia nos obligó a cambiar el modo de celebrarlo y tuvimos que echar mano de las redes sociales, lo digital y también impulsamos una campaña en medios de comunicación para dar visibilidad al cooperativismo. Además mantuvimos que los balcones de los ayuntamientos de las tres capitales de provincia pusieran una pancarta conmemorativa del mundo cooperativo en sus balcones y se unieran a nosotros en la celebración.
Y este año, como bien decías, la situación sigue sin estar para organizar un evento. Por ello hemos decidido hacer lo mismo que el año pasado, pancartas conmemorativas en los balcones de los ayuntamientos de las tres capitales de provincia con el grafismo propio original diseñado para Concoval y vamos a hacer una campaña en medios de comunicación y en redes sociales, donde se animará a todas las cooperativas valencianas a sumarse a la celebración a través de las redes sociales de @concoval con el hashtag #elvalordecooperar.
Además hemos incorporado alguna novedad. Por ejemplo que también participen con la pancarta conmemorativa los ayuntamientos de más de 50.000 habitantes. Además las diputaciones han querido cooperar con nosotros, siempre lo han hecho, haciendo un llamamiento a todos los municipios para que se unan a la celebración y a quién desee participar les hacen llegar la pancarta conmemorativa para colgar en sus balcones como expresión del arraigo territorial de nuestras cooperativas.
El peso del cooperativismo en la Comunitat Valenciana es muy significativo, ¿qué aporta?
En la mayoría de las localidades hay cooperativas y en muchos casos son el centro económico del municipio. El cooperativismo valenciano representa el 6,5% del PIB de la Comunitat. Está compuesto por unas 2.500 cooperativas, que asocian a más de dos millones y medio de personas y que generan unos 80.000 puestos de trabajo y más de 7.000 millones de euros de facturación. Somos la tercera autonomía en España por número de cooperativas y Valencia es la provincia que más cooperativas tiene de España.
Además, somos la comunidad con más diversidad, aglutinamos cooperativas de siete sectores diferentes, agroalimentario, trabajo social, enseñanza, consumo, viviendas, eléctrico, crédito y transporte, y todas agrupadas y organizadas alrededor de sus federaciones e impulsando proyectos muy innovadores.
El peso es muy importante pero siempre decimos que hace falta una mayor visibilidad. Y eso que dos de las cinco primeras empresas de la Comunitat, y que son tractores de sus sectores, son cooperativas, Anecoop y Consum, y que además se jactan de serlo. Sin olvidar el papel que siguen jugando las cooperativas de crédito, porque algunas se integraron en Cajamar pero todavía hay algunas que siguen operando y además está Caixa Popular. Junto con Caixa Ontinyent ellas forman y mantienen el verdadero sistema financiero valenciano.
O qué decir del trabajo que están haciendo nuestras cooperativas eléctricas, la Comunitat concentra la gran mayoría de las que existen en España, para impulsar la transición energética. Y un trabajo similar están haciendo nuestras cooperativas de vivienda, innovando en figuras como el cooperativismo de viviendas en cesión de uso que no en propiedad. Son ejemplos de lo mucho que aporta el cooperativismo valenciano para aportar su granito de arena ante los retos de la sociedad. El Día Mundial del Cooperativismo es una ocasión para dar notoriedad, visibilidad y prestigio al cooperativismo como modelo de éxito.
Habla de innovación pero todavía se asocia al cooperativismo con un mundo anclado al pasado, ¿qué se está haciendo para cambiar esa visión?
En eso tiene mucho que ver la visibilidad de la que hablamos antes. Tenemos que transmitir que el mundo cooperativo no está anclado al pasado, sino que hay sectores muy innovadores y que están utilizando la última tecnología para mejorar sus procesos. Esta claro que todavía nos queda mucho camino por delante para utilizar mejor el Big data o la inteligencia artificial, pero la pandemia ha impulsado mucho la digitalización de nuestras cooperativas. Y eso hay que darlo a conocer para que la sociedad vea al mundo cooperativo con otros ojos.
Porque además podemos aportar mucho a la economía colaborativa. Por ejemplo, en el caso de los riders, donde lo que se ha producido es una mala interpretación de la economía colaborativa y detrás hay una pérdida de derechos laborales muy importante. Esas plataformas se pueden cooperativizar, respetando los derechos y las regulaciones locales y ya se están haciendo algunos ensayos, es lo que se conoce como cooperativismo de plataforma y son modelos de economía colaborativa que son muy interesantes.
Dentro de los actos del Día Mundial del Cooperativismo 2021 estaba la reunión con el President de la Generalitat, con el que hablaron de la importancia de la colaboración público- privada.
Para nosotros es fundamental. Antes comentaba que este año vamos a enfatizar el juntos del lema de la celebración del Día Mundial del Cooperativismo y para nosotros ese juntos significa tanto internamente, con cooperativismo de segundo grado o la intercooperación… pero también con cualquier tipo de alianzas con organizaciones de la sociedad civil y la propia colaboración público-privada con las Administraciones. Por ejemplo, todos los cambios que se están introduciendo en las leyes de contratos con el sector publico creo que beneficia a este tipo de colaboración y debería de potenciarse más.
En la actualidad hay una buena línea de colaboración en muchos niveles. Por ejemplo, el proyecto Base Viva, donde cooperativas y administración autonómica han puesto en marcha una iniciativa de colaboración público-privada para introducir un enfoque cooperativo en relación con la satisfacción de necesidades básicas de la ciudadanía, prioritariamente de jóvenes y mayores, como vivienda, empleo, educación o servicios sociales. Y pretende hacerlo generando empleo estable y reactivando la economía en su entorno.
También se está apostando por la colaboración publico- privada para impulsar las en todos comunidades energéticas locales. La cooperativa es la figura idónea para las comunidades energéticas locales porque se trata de un tema de corresponsabilidad y de beneficio común.
También la despoblación es un tema en el que están trabajando con la Administración.
Así es. Pensamos que el mundo cooperativo puede aportar mucho en ese tema, porque hay muchas localidades donde la única y principal empresa es la cooperativa. Porque por mucho que nos empeñemos si no hay actividad económica en un municipio la gente se va. Tenemos que ser capaces de crear un sistema de colaboración con la administración donde se retroalimente de esa actividad económica privada susceptible de hacerse en esos sitios para que la rueda empiece a girar y a partir de ahí romper esa tendencia que nos lleva a que el 95% de la población este en ciudades y evitar la despoblación, que es un tema dramático.