El economista jefe de Robeco considera que el Gobierno central tiene que hacer grandes concesiones a Cataluña para mantenerla en España
MADRID. Las elecciones catalanas se vieron como un referéndum sobre la independencia debido a que el Gobierno español se ha negado a convocar otro similar al escocés, argumentando que viola la constitución. Los partidos secesionistas ganaron 72 escaños de una Asamblea catalana de 135 miembros, pero sólo cosechó el 48% de todos los votos emitidos.
Los mercados financieros tuvieron todo a su favor: el bono español de referencia aumentó ligeramente en valor ya que los inversores perciben que el resultado es una buena noticia en el corto plazo, mientras que las bolsas españolas apenas se movieron.
"Cataluña es importante, ya que representa el 19% del PIB español; es la región más rica y la más importante en España ", afirma Cornelissen."Las elecciones habían sido enmarcadas como un referéndum sobre la independencia de Cataluña, y así fue entendido por el electorado."
"Sin embargo, a pesar del récord de participación, el voto popular para la independencia fue inferior al 50%, aunque los partidos pro-secesionistas ganaron una mayoría de escaños. El líder de Junts pel Sí ('Juntos por Sí'), el principal partido secesionista, ha dicho que ahora quiere seguir adelante con su plan de 18 meses para la independencia. Afirma que la mayoría de los escaños demuestra que tiene un mandato, pero la falta de una clara mayoría en el voto popular hace que su reclamación sea exagerada".
"Así que yo diría que las posibilidades de secesión en el corto plazo son muy bajas, y básicamente esta es una noticia positiva para los inversores. El Gobierno español tiene ahora que hacer grandes concesiones a los catalanes para mantenerlos dentro de España, pero esta será una cuestión para el próximo gobierno tras las elecciones generales previstas para Diciembre."
La situación es similar a la de Escocia, cuyo movimiento separatista perdió un referéndum oficial para abandonar el Reino Unido en Septiembre de 2014, pero obligó al gobierno del Reino Unido a delegar muchos más poderes al Parlamento escocés, que está controlado por los nacionalistas. "Así que vemos unas complejas negociaciones por delante", afirma.
Para Cornelissen es significativo que el partido anti-independencia “Ciudadanos” obtuviera el segundo lugar, mientras que el partido de izquierda Podemos lo hizo mal, viendo como se desplomaba su voto (virtual) desde el 20% en las" encuestas hace sólo unos meses, hasta un errático 8%.
"Podemos representa la franja anti-sistema, por lo que se podría decir que esto es una buena noticia para las próximas elecciones nacionales. Ciudadanos es un nuevo partido, de oposición centrista, que curiosamente se originó en Cataluña. Así que la oposición constructiva lo está haciendo excepcionalmente bien, lo que también es un buen augurio para las elecciones generales en Diciembre ".
El movimiento independentista surge en Cataluña porque la región es económicamente poderosa, tiene lengua y cultura propias, y se opuso a Franco durante la Guerra Civil. "Es evidente que hay una diferencia lingüística y cultural con el resto de España, y el gobierno español ha sido muy centrista, por lo que en cierto modo el movimiento independentista es comprensible", afirma Cornelissen.
"Pero España es esencialmente un grupo de regiones y provincias, por lo que si se le da rienda suelta a Cataluña, se abre una caja de Pandora para otras regiones como el País Vasco. El gobierno español siempre ha sido muy estricto en contra de las tendencias separatistas, de los cuales Cataluña ha sido la más fuerte. Cataluña estaba en el lado del gobierno durante la Guerra Civil, y cuando Franco ganó, acalló los movimientos separatistas.”
Cornelissen dice que Cataluña y su capital, la segunda ciudad más grande de España, Barcelona, también tienen suficiente poder económico para poder, potencialmente, sobrevivir como un Estado independiente. "Lo que complica las cosas es que Cataluña siempre ha sido la región más rica y la más industrializada, lo que representa casi una quinta parte del PIB español", dice. "Así que muchos en la región se quejan de que tienen que pagar demasiado para subvencionar las regiones más pobres de España, como Andalucía, que, de alguna manera, algunas personas considerarían la verdadera España."
Sin embargo, muchas entidades igualmente poderosas se oponen a la independencia. "Muchas empresas han amenazado con abandonar Cataluña si se independiza, y el gobierno central ha advertido justo antes de las elecciones que no podría sostener los bancos catalanes después de la independencia", afirma Cornelissen.
"Y una Cataluña independiente no sería miembro de la OTAN o la UE, por lo que tendría que solicitar su ingreso y sentarse en la sala de espera con Serbia, aunque por supuesto esto se manejaría de manera pragmática, ya que claramente no está en los intereses de la OTAN o la UE tenerlos fuera".
La cuestión jurídica que dificulta la separación también tendría que ser superada. "La Constitución española no permite la secesión, pero según el derecho internacional esto es ambiguo, porque se puede decir que la soberanía de la gente no puede ser obstaculizada", afirma Cornelissen. "No creemos que la secesión sea probable en el corto plazo, pero estas heridas seguirán supurando".
"Obtener el 48% de los votos sigue siendo bastante importante. Podría degenerar en un divorcio, y dado el alto nivel de deuda en España, esto no es lo que los inversores desean".
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Léon Cornelissen es economista jefe de Robeco