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VALÈNCIA. La pandemia de coronavirus y la consiguiente declaración del estado de alarma por el Gobierno central tendrá un perjuicio inapelable en la economía española y valenciana, auguran los expertos. Daños económicos que todavía no se han podido cuantificar, pero que amenazan con abocar al precipicio a empresas y miles de puestos de trabajo por falta de liquidez. Para corregir o, al menos, amortiguar esta caída, las administraciones ya han anunciado algunas medidas económicas. El presidente de Confecomerç y de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de València, Rafael Torres (València, 1967), exige celeridad en las ayudas referentes al comercio y a los autónomos. "Esto no lo necesitamos en un mes o dos; lo necesitamos para ya", asegura.
Y es que uno de los principales miedos a los que se enfrentan miles y miles de comerciantes ahora mismo es cómo harán frente a sus gastos fijos cuando sus ingresos van a sufrir un desplome inevitable. "De dónde vamos a sacar la liquidez", subraya Torres, quien insiste en que la figura más desprotegida por las medidas anunciadas por Pedro Sánchez es la del autónomo. En el comercio, esta figura es muy habitual. "Se echa en falta medidas mucho más contundentes por parte del Estado", sentencia a este respecto.
La Generalitat Valenciana, eso sí, ha anunciado un inyección de 57 millones para ayudar a los autónomos, pero Torres es escéptico: "Tenemos que ver cómo se va a llevar a la práctica, con qué requisitos, con qué rapidez salen las ayudas...". Y tampoco le acaban de convencer las medidas del Ayuntamiento de València porque las considera insuficientes: "Les pediría (a los dirigentes municipales) contundencia y que no estén tan contentos de presentar medidas que son una tirita en la hemorragia". Confecomerç presentará a la Federación de Municipios y Provincias unas líneas generales de actuación en el sector para evitar así que cada consistorio haga su camino de manera independiente.
Sobre todo esto, Torres atendió la pasada semana a Valencia Plaza vía telefónica, en cumplimiento del confinamiento decretado por el Ejecutivo central.
- ¿Cómo se encuentra el sector?
- La gente está muy nerviosa. Hay muchas preguntas.
- ¿Se tiene calculado el impacto que puede generar esta crisis en el sector comercial?
- El impacto es muy difícil de medir. Se ha hecho público que el estado de alarma se alargará. Y cuando se vuelva a la normalidad, no será de un día para otro. Vamos a perder, como mínimo, dos meses de facturación. Es el 15% de la cifra de negocio anual en muchos casos. Hablo de aquellos negocios que se han visto obligados a cerrar, que son la inmensa mayoría. Luego hay establecimientos de alimentación y de productos de primera necesidad, pero son los menos. Y aunque puedan abrir, algunos están teniendo una asistencia de gente muy reducida. Incluso muchos comercios de alimentación son pequeños, con plantillas muy cortas y están haciendo un esfuerzo tremendo por dar el servicio a la ciudadanía.
- ¿Cuáles son las principales preocupaciones que les traslada el sector?
- Estos días ha habido muchas preguntas hasta que se presentaron las medidas del Gobierno. Muchas dudas son de operatividad: "¿Puedo trabajar en las oficinas a puerta cerrada? ¿Qué medidas de seguridad tengo que mantener? ¿Tengo que tener algún permiso?". Ahora, una vez conocidas las medidas económicas, nos llegan las reacciones del sector. La inmensa mayoría son autónomos, y esta es una de las figuras que más desprotegidas se han quedado en las medidas económicas del Gobierno.
Un comercio normal tiene una cobertura mayor si le obligan a cerrar. Pero si eres autónomo y cierras, la cuota de autónomo la tienes que seguir pagando, aunque no tengas que pagar a la Seguridad Social. Muchos prestan servicio y siguen abiertos con una actividad reducida al mínimo, con facturaciones muy pequeñas, y por tanto tampoco entrarían en los requisitos a no ser que demuestren una bajada del 75% de las ventas, lo cual no va a ser demostrable este mes, sino dentro de un mes o dos. Cuando esto sea demostrable, quizá sea tarde para esta gente. ¿Qué van a hacer hasta entonces? El miedo que hay es saber de dónde vamos a sacar liquidez.
- Esta es una de sus reclamaciones fundamentales.
- Sí, se echa en falta medidas mucho más contundentes por parte del Estado. Una de las reclamaciones es que suspendan las cuotas de autónomos al 100% durante, al menos, dos meses. Y después, si es que se recupera la actividad, ir recuperándola al 25% y los otros dos meses al 50%. Es una propuesta que depende de cómo vaya evolucionando. El problema es que los negocios no están facturando y en muchos casos, especialmente en el de los autónomos, tienen pocas armas para ahorrarse gastos y tener liquidez. Ya conozco casos en los que han ido al banco y les han denegado la ayuda incluso con el supuesto aval del Estado. A ver a la hora de aplicar estas medidas, cómo funcionan.
- ¿Se han puesto en contacto con ustedes desde la administración? A nivel de la Generalitat o desde el Ayuntamiento de València.
- La verdad, no. Estuve en contacto con el conseller Rafael Climent vía telefónica quejándome de que entre las medidas de la Generalitat anunciadas hace semana y media, ni una hablaba de comercio. De manera transversal, había ayudas a la liquidez y hablaba de pymes y micropymes, hablaba de industria, turismo y de fallas, pero ni una sola palabra de comercio otra vez más. Contacté con el conseller quejándome y él me contestó que estaban hablando de eso, pero todavía no hemos visto ninguna medida.
El miércoles sí que vimos esa partida de 57 millones de la Generalitat para ayudar a los autónomos. Tenemos que ver cómo se va a llevar a la práctica, con qué requisitos, con qué rapidez salen las ayudas... Esto no lo necesitamos en un mes o dos; lo necesitamos para ya.
- El Ayuntamiento de València ha anunciado también ayudas, algunas de ellas sí van dirigidas al comercio, además de a las pymes en general.
- En primer lugar, desde Confecomerç vamos a contactar con la Federación de Municipios para coordinar unas medidas y trasladarles las peticiones del pequeño comercio para que haya cierta homogeneidad en las ayudas, y evitar así que cada ayuntamiento aplique una cosa que no tenga nada que ver con la del ayuntamiento de al lado. No tendría demasiado sentido. Intentaremos llegar a un acuerdo para marcar unos mínimos y unas líneas de actuación.
En cuanto al Ayuntamiento de València, que representa al 30% del comercio de la Comunitat Valenciana, hay absoluta decepción. Queda muy bien decir que hay hasta 3.000 euros por comercio. Pero al final sólo hay 420.000 euros en total para todos los comercios de la ciudad, que son muchos miles. [Durante el fin de semana, el consistorio ha anunciado que la partida alcanzará los 840.000 euros]. Si entran 1.000 o 2.000 o 3.000 comercios, que es lo que espero porque la gente está muy necesitada, va a salir a muy poco. Y la tramitación de estas ayudas es muy lenta.
Por otro lado, se van a dedicar 3,4 millones de euros más a pymes en general, no a comercios en concreto. Si la Generalitat va a sacar 57 millones, el Gobierno lo hará con 100.000 millones, y el Ayuntamiento de València, con el 30% del comercio, va a destinar 3 millones de euros a intentar paliar los efectos de la crisis, nos parece un mal chiste; son absolutamente insuficientes. A parte, no están definidas, no están programadas, no están presentadas, no se sabe cuándo se van a repartir. A los ayuntamientos, y concretamente al de València, les pediría contundencia y que no estén tan contentos de presentar medidas que son una tirita en la hemorragia. No sé por qué están tan contentos. Me parece que se contentan con bien poco.
Hay una partida de 30 millones de euros para la subida de sueldos para el personal y los concejales del Ayuntamiento de València este año. Les pedimos cierta solidaridad y asumir sobre las espaldas del erario público algo de todo lo que estamos asumiendo el sector privado. ¿Por qué no se congelan esas subidas y los 30 millones se dedican a ayudas urgentes directas? Otro asunto son las inversiones del Ayuntamiento, que sabemos que van a dejarse de ejecutar 70 u 80 millones de euros y que van a generar un superávit. Si no se van a ejecutar, que lo dediquen a sufragar gastos y deudas de los sectores económicos. Para eso haría falta una norma superior.
- También se ha propuesto rebajar impuestos y tasas municipales. ¿Es necesario?
- El Ayuntamiento está ofreciendo aplazar un mes el pago del IBI. Un mes. Y si no está domiciliado, hasta julio. En abril o en julio, no habremos salido del agujero. Habremos salido del estado de alarma, pero no del agujero. Se van a quitar las tasas a las terrazas, eso me parece muy bien, pero debería ser extensible a todo el año. Además, se tendría que suprimir la subida de impuestos que ha sido este año de 29 millones de euros. El sector público tiene bien asegurado el cobro del sueldo y creo que eso te hace perder sensibilidad y el sentido de la realidad porque no ves el peligro cercano. Deberían hacer un esfuerzo y ponerse en nuestro lugar, apechugar de manera solidaria con parte que les debería corresponder.