VALÈNCIA. El inspector jefe del Consorcio Provincial de Bomberos, José Miguel Basset, ha defendido "la celeridad, contundencia y profesionalidad" con la que se trabajó para extinguir el incendio forestal declarado en Llutxent (Valencia) y al respecto ha asegurado que las decisiones tácticas adoptadas fueron "las correctas". Por ello, ha lamentado "profundamente" las críticas vertidas por algunos sindicatos.
Al respecto, ha asegurado, en un escrito, que de no haber sido por la tempestad seca y los rayos que cayó de forma "casi sorprendente" sobre el incendio en la tarde del día 7 de agosto "no estaríamos hablando de un incendio forestal de este alcance". El fuego arrasó 3.270 hectáreas de siete municipios de las comarcas valencianas de la Vall d'Albaida y la Safor.
Basset ha lamentado las declaraciones de algunos sindicatos, que criticaron el "desastre" y "caos" de gestión del incendio de Llutxent, ya que aunque "sí que es cierto que en materia de homogenización de los servicios de emergencia se puede avanzar, no lo es la critica de la gestión" ante este incendio, hecha "desde la perspectiva de actuaciones puntuales que no se ajustan a la realidad global" de la actuación.
Así, ha recordado que el día en que se declaró el fuego, el pasado 6 de agosto, se hubo de atender a 11 incendios forestales simultáneos en la provincia de Valencia como consecuencia de la tormenta seca registrada el día anterior.
Además, ha explicado que es "imposible" que una sola agencia, como reclaman los sindicatos, pueda dar respuesta a operativos como el de Llutxent con 600 efectivos terrestres y 33 medios aéreos.
Asimismo, ha defendido que las comunicaciones estuvieron "bien aseguradas" con la red COMDES de la Generalitat, que comparten todas las agencias de la Comunitat y que cubre el 98% del territorio, mientras que en las zonas "oscuras" de cobertura se solucionan con repetidores. A las agencias de otras comunidades o de gobierno central se distribuyen terminales para que cada equipo esté comunicado con el puesto de mando.
Basset ha explicado que el Consorcio de Bomberos de Valencia tiene encomendada la gestión de incendio en la provincia y que para ello cuenta con unidad especial compuesta por tres ingenieros y 11 coordinadores.
Así, ha señalado que el incendio se declaró en una zona forestal de acceso "inexsistente" por lo que se movilizaron sobre todo helicópteros y brigadas helitransportadas con una capacidad de impacto "contundente". Pese a ello, el fuego adquirió "gran virulencia" por "las condiciones meteorológicas y se necesita mayor número de efectivos".
No obstante, ha aclarado que no se movilizaron en un primer momento a las bombas urbanas el Consorcio ni a las forestales, que estaban atendiendo otros incendios, "como fuerza de ataque a un lugar en el que no tenían acceso".
Tras la noche del lunes, se decidió movilizar estas bombas ante la posibilidad de que el fuego evolucionara a zonas urbanas, que fueron desalojadas de forma preventiva. "Una de las decisiones más acertadas como se comprobó durante la tarde noche del martes", ha destacado.
Además, en la mañana del día 7 se movilizó bombas forestales del Consorcio y dotaciones de bomberos con personal de guardia, que se fueron ampliando. Sin embargo, la tormenta seca de esa jornada "trastocó todo el plan de operaciones establecido y en 15 minutos pasó a tener un desarrollo agresivo que lo hizo imparable".
"Técnicamente, ante una evolución de esta magnitud, ni dos, ni cuatro, ni seis bomberos podrían haber hecho frente a esta situación y gracias a las decisiones adoptadas no hubo que lamentar ningún incidente no deseable", ha afirmado.
En total, el incendio estuvo dirigido por un oficial, un técnico forestal, dos coordinadores forestales, dos jefes de sector, y un sargento de guardia con más de 600 personas en tierra y 33 medios aéreos.
Basset ha resaltado que han recibido "numerosos mensajes" de agradecimiento por el trabajo realizado de "las agencias intervinientes, de los vecinos, y políticos de los ayuntamientos".
