Atraco Hedonista a... Clarisa Leyva (La Chata)
Su primer contacto con la hostelería fue hace 13 años mientras organizaba bodas y eventos privados para una empresa de catering. Allí Clarisa conoció a Sergio, su pareja. Junto a él y a su hermano abrieron Pintxo i Trago en la plaza redonda, pero llegó la pandemia y como a tantos, la vida les dio la vuelta. Decidieron que querían pasar más tiempo con su pequeño de dos años y montaron La Chata, un pequeño ultramarinos en el exterior del Mercado de Ruzafa donde declararon su amor por el producto artesano de calidad. Ese fue el origen de La Chata Ultramarinos que llegó unos años después para aunar tienda, bar y restaurante en un mismo concepto en el que han continuado con su homenaje a la cocina de las abuelas y a ese sabor a pueblo y tradición.