Hoy es 16 de octubre
Con el cierre del ocio nocturno, el colectivo LGTBIQ+ pierde la oportunidad que ofrece la ciudad para fomentar su sociabilidad respecto a poblaciones más pequeñas, aferradas a una cultura más retrógrada, sociedades envejecidas y rurales que a menudo manifiestan homofobia y transfobia. València se ha convertido en un espacio seguro y hospitalario para gays, lesbianas y personas trans. Pese a eso, la ciudad, antes del covid, vivió el cierre paulatino de muchos locales de ambiente gay y lésbico, que llegó su culmen en los años 90. La normalización de la diversidad sexual ha permitido la desaparición de espacios propios: hoy reivindicamos sexualidades disidentes desde cualquier canal y el ambiente nocturno ha abierto sus puertas a otros públicos.
Un millón va dirigido a autónomos y empresas y, el resto, a asociaciones sin ánimo de lucro
La familia Barreira seguirá vinculada al proyecto, aunque con una participación minoritaria
La revista va ya a por su tercera edición. Los temas tratados son cada vez más reivindicativos. Se ha lanzado una campaña de micromecenazgo para financiar su distribución en la sociedad
Si pudieras poseer un elemento de la ciudad que -presumiblemente- no está en venta, ¿cuál sería? Una ristra de agentes culturales aporta su solución
Ha superado en solo diez meses los 400 participantes, entre profesionales de museos, docentes e investigadores