VALÈNCIA. (EFE). Los trabajos de excavación en la fosa común 112 del cementerio de Paterna (Valencia), han dejado ya a la vista diez del centenar de cuerpos de represaliados de la Guerra Civil una vez retirada la capa de cal que los cubría y están ya listos para ser exhumados, una vez hayan sido documentados.
Así lo ha explicado a Efe el antropológo de la empresa ArqueoAntro, encargada de las labores de exhumación, Javier Iglesias, que ha incidido que una vez retirado este sedimento, han "contabilizado al menos diez esqueletos" a apenas "metro y medio o casi dos metros" de profundidad del centenar que esperan encontrar.
"La idea que tenemos una vez retirado este sedimento que los cubre es documentarlo. Eso es básicamente dejarlos a la vista para poder hacer toda la documentación completa, fotografía, dibujo, fotogrametría para empezar hoy al final del día" a exhumar, ha añadido.
El experto ha señalado que "los trabajos continúan bastante bien" y que esperan que "pronto" puedan acabarlos para "entregárselos a las familias". No obstante, ha asegurado que el tiempo de espera para que las pruebas de ADN confirmen las identidades se puede prolongar entre año y medio y dos años.
"El tiempo de espera lo va a poner la empresa genética con la que colaboramos, que tiene mucho trabajo porque por delante tiene tres fosas más, pero yo calculo que en año y medio o dos años podamos tener todos los resultados completos", ha señalado.
Iglesias ha explicado que todos los cráneos que han quedado a la vista "presentan unas heridas compatibles con un impacto de proyectil" y ha añadido: "Lo que tenemos que ver cuando acabemos de desenterrarlos es si tienen más impactos en el resto del cuerpo o solo en la cabeza. Entonces estaríamos hablando de una ejecución o bien de un fusilamiento en toda regla".
Los trabajos en la fosa 112 de Paterna arrancaron el pasado 20 de agosto y los expertos esperan encontrar dos sacas con cincuenta cuerpos cada una de fusilados durante la represión franquista.
La mayoría son de las comarcas de La Safor y Ribera y de numerosas localidades de la provincia de Valencia como Tavernes de la Valldigna, Cullera, Albalat, Sollana, Carlet, Villanueva de Castelló, l'Alcúdia, Manises, Torrent, Paterna, Puçol, Silla, Oliva, Sagunt, Sueca, Alberic, Alcàsser, Alginet, Alaquàs, Benifaió y Beniparrell.
Diez días después, un juzgado de Paterna decretó el sobreseimiento libre y el archivo de las investigaciones tras una denuncia de la aparición de, al menos, cuatro cráneos con fracturas que eran compatibles con el impacto de un proyectil y signos de violencia.
La denuncia había sido presentada unos días antes por la diputada de Memoria Histórica de la Diputación de Valencia, Rosa Pérez Garijo; la presidenta de la Asociación de Familiares de las Víctimas de la Fosa 112; Carmen Gómez, y los miembros de la empresa encargada de la exhumación ArqueoAntro, Javier Iglesias y Alex Calpe.
En su auto, el juzgado señala que los hallazgos suponían "indicios y no meras sospechas" de que se trataba de represaliados de la Guerra Civil y la dictadura y no de restos recientes por lo que consideró que habían transcurrido "aproximadamente 70 años, tiempo que supera con creces el de prescripción" del Código Penal".
Los trabajos de exhumación de la fosa 112, ha sido adjudicados por más de 95.700 euros, de los cuales la Diputación de Valencia, que este año destinará 626.000 euros a acciones en materia de memoria histórica, aporta cerca de 90.000.