Hoy es 11 de octubre
VALÈNCIA. La batalla judicial en la que se encuentra inmersa Gedesco ha cerrado un capítulo, aunque quedan todavía varios por resolver. El más importante, el que se dirime en las causas penales que se llevan desde Valencia. La novedad más reciente, referida a una de las múltiples derivadas, es que un laudo de la Corte Civil y Mercantil de Arbitraje (CIMA) de este mes ha devuelto el control de Stator al exconseller de Economía Máximo Buch y a su socio Ernesto Bernia.
El origen de la disputa que ha acabado con este fallo fue la operación de adquisición, por parte de Gedesco –cuyo consejero delegado es Antonio Aynat–, de Stator Management, un fondo de inversión de Buch creado en 2017. Algunas de las sociedades que forman parte de él son Grupo Lantania, Faus International Flooring o Niu Sistemas Constructivos. Entre los inversores iniciales de Stator se encontraba, a título personal, Aynat.
El relato de los hechos de este último y de Buch siempre ha sido opuesto. De un lado, Aynat denunció que Gedesco adquirió la condición de propietario del 100% de las participaciones sociales de Stator en virtud del ejercicio de un derecho de opción de compra. A continuación, comunicó a Buch y su socio sus ceses y su sustitución como miembros del órgano de administración.
El exconseller de Economía, sin embargo, siempre se negó a reconocer la adquisición porque existía un procedimiento pactado con Aynat que éste se saltó e incumplió las condiciones de la transacción pese a que estaban firmadas. Por ello, la operación no era válida.
Año y medio después de que Buch acudiera al arbitraje, el fallo le da ahora la razón y considera nula esa operación de compraventa de los antiguos gestores de Gedesco –Aynat, Javier García Escrivá, Miguel Rueda y Ole Groth–. Todos ellos fueron apartados cautelarmente de la dirección del grupo valenciano y se encuentran investigados por estafa o falsedad contable, entre otros delitos.
El laudo no acepta las tres primeras cuestiones planteadas por Buch y Bernia en su demanda de arbitraje, pero sí la cuarta: la ineficacia de los contratos de compraventa. El fallo señala que Gedesco "no solo no requirió a Buch y Bernia para que compareciera en la notaría ni le notificó de forma fehaciente su voluntad inequívoca de ejercitar las opciones de compra –incumpliendo además con su obligación de comunicar el precio de adquisición de las participaciones de Stator, la fecha y la notaría en las que se formalizará la transmisión y si el ejercicio de la opción de compra se realizaba total o parcialmente–; sino que Gedesco tampoco respetó las cláusulas de los contratos de opción de compra", que hacían referencia al precio de la compra de las participaciones y al propio pago de estas. Así, reprocha que los responsables de Gedesco ni siquiera procedieron a pago alguno por la adquisición de las participaciones de Stator.
El árbitro concluye del mismo modo que Gedesco "otorgó la escritura de compraventa de las participaciones de Stator en manifiesta violación de los requisitos y condiciones establecidos en los poderes irrevocables y en los contratos de opción de compra". Motivo por el que Buch y Bernia recuperan el 100% del control del fondo.
El exconseller de Economía y su socio demandaron no solo a Gedesco, sino a todas las sociedades patrimoniales de los consejeros del grupo: Venalta Capital, Anthophila Capital y Magina Inversiones. El árbitro no ha admitido esta parte, por lo que Buch y Bernia han de asumir unas costas valoradas en más de 400.000 euros.
A partir de aquí, pueden tomar decisiones como, por ejemplo, desinvertir. En el pacto previo con Gedesco figuraba que ésta tendría el 80% del valor de las participaciones, mientras que Buch y Bernia se quedarían con el 20% restante. La valoración de los activos previa a todo el proceso era de alrededor de 70 millones de euros.
Pero para todo ello habrá que esperar debido a que Gedesco Finance –matriz del grupo Gedesco– se encuentra en este momento en concurso de acreedores debido a una querella del máximo accionista de la financiera, el fondo norteamericano JZI. Aquella que sigue su curso en los juzgados valencianos.