VALENCIA. El Bloc no quiere hacerle el juego al PP de Mariano Rajoy. Pese a las voces de algunos veteranos que, en privado, admiten que no verían con malos ojos la posibilidad de utilizar la representación de la formación nacionalista (dos escaños) para buscar el máximo rendimiento a las reivindicaciones valencianas, el grueso de la dirección tiene claro que no se permitirá una situación de estas características. Un tipo de negociación que otros partidos de corte nacionalista como el PNV sí han utilizado a lo largo de los años y que, una vez más, apuntan a acometer en la actualidad dado el complicado panorama de mayorías que se produce en el Congreso.
Los motivos son diversos. Fuentes del Bloc consideran que el partido ha reforzado en los últimos años su carácter "de izquierdas". En este sentido, en la confluencia A la Valenciana (junto a Podemos y EU) se ha utilizado un discurso especialmente enfocado a "echar al PP y a Mariano Rajoy" de las instituciones, por lo que no respaldar a la formación popular es "una cuestión de coherencia". En esta línea, un alto cargo del partido define la situación con contundencia: "Somos una fuerza que aspira a gobernar la Comunitat Valenciana y nuestro rival es el PP, por lo que no vamos a pactar con ellos".
Por otro lado, es evidente que una eventual negociación del Bloc con el PP nacional causaría una grieta de dimensiones considerables en Compromís. La vicepresidenta del Consell y coportavoz de la coalición, Mónica Oltra, miembro de Iniciativa -otra pata de Compromís-, ha insistido públicamente en que todavía puede investirse a un presidente partiendo del eje PSOE y Podemos, animando así a buscar cualquier fórmula que evite que Rajoy siga en La Moncloa. Con esta premisa, es indudable que cualquier paso en dirección a coquetear con el PP tensaría al límite la cuerda en el seno de Compromís.
En esta línea, fuentes del entorno de la dirección nacionalista consideran además que las reivindicaciones valencianas pueden conseguirse desde el Congreso de los Diputados sin la necesidad de respaldar la investidura de Mariano Rajoy. Así, el PP no dispondrá de una mayoría en el Parlamento -al menos no de forma constante- por lo que los equilibrios pueden ir variando y, a juicio de dirigentes del Bloc, pueden resultar favorables para lograr los objetivos fijados consiguiendo los apoyos suficientes. "Ciudadanos o el propio PP han apoyado en su campaña el Corredor Mediterráneo por lo que cada partido tendrá que retratarse en un debate de Presupuestos y apoyar las inversiones que toquen...", comentan las citadas fuentes.
Además, desde el Bloc insisten en que con este tipo de oposición parlamentaria, con un Rajoy en minoría, se podrían sacar adelante gran parte de las reivindicaciones que, en algunos casos, figuran además en el programa del propio PP y han sido exigidas también por los populares valencianos. "Si logramos un respaldo que puede ser mayoritario en la cámara para determinadas exigencias valencianas, el PP puede verse en la encrucijada de quedarse solo y perder la votación o respaldarlas, sobre todo si son cosas que han apuntado en su programa electoral", argumentan fuentes del partido nacionalista.
Una hoja de ruta que se aleja además del funcionamiento utilitarista clásico, especialmente de algunas formaciones nacionalistas, por el que se alcanza un acuerdo de investidura con algunos puntos en común a respaldar en la legislatura o parte de ella. Por el contrario, y si no existe un pacto PSOE, Podemos y Ciudadanos, algo que se antoja complicado, Compromís deberá fajarse en el Congreso para, buscando la sintonía con otros partidos -o incluso también eventual con el PP- sobre las reivindicaciones valencianas, conseguir cubrir el mayor número de puntos posibles de su programa electoral.
En cuanto a Rajoy, este martes está prevista su primera reunión oficial sobre pactos, concretamente con Coalición Canaria. Si se produce la llamada a Compromís, las fuentes consultadas admiten que podría existir encuentro de "mera cortesía" pero no en clave de negociación de investidura.