El contenedor marrón dedicado a los residuos orgánicos es el que más crece en 2021

VALÈNCIA. El contenedor marrón va calando en la sociedad, y más después de que a finales de 2021 toda la ciudadanía de los municipios del área metropolitana disponga de este contenedor destinado únicamente para materias orgánicas —su implantación comenzó en 2016 en los barrios de San Marcelino y Benimaclet—. Un quinto contenedor que será obligatorio en comunidades autónomas y en entidades locales a partir del año 2024  y que, al arrojarse materias orgánicas, permite la elaboración de compost, para poder utilizarlo como abono o fertilizante o usarlo como fuente generadora de energía. Y es que, no hay que olvidar que más de un 40% de la bolsa de basura incluye bioresiduos que pueden aprovecharse con esta finalidad. 

Concretamente, en 2021 la cantidad de residuos de materia orgánica selectiva ha crecido ascendió a las 34.995 toneladas, una cifra que contrasta con las 2.620 toneladas que se contabilizaron en 2017, cuando la recogida selectiva acababa de arrancar. Destaca la aportación de la ciudad de València, con 26.418 toneladas de materia orgánica recogida de manera separada y que representa un 76% del total. Unas cifras que han permitido, usando los residuos orgánicos recogidos en el contenedor marrón, producirse 3.906 toneladas de compost de alta calidad para enriquecer los campos de cultivo y completar el ciclo de la economía circular.

En este sentido, el  presidente de la EMTRE y vicealcalde de València, Sergi Campillo, considera que estos datos "son una muestra de cómo se ha incrementado ya el contenedor marrón en muchísimos municipios y, por tanto, cómo estamos reduciendo la cantidad de residuos que depositamos en el contenedor de resto, donde solo se deben depositar aquellos residuos que no son reciclables. También de cómo está aumentando la separación de residuos en nuestras casas".

¿Qué hay que tirar al contenedor marrón? 

A diferencia del contenedor gris, en el contenedor marrón solo se pueden arrojar los residuos biodegradables y los desechos orgánicos. Concretamente, se deben tirar a este contenedor residuos de alimentos (cáscaras y pieles de frutas, restos de carnes, pescados, verduras, restos de café o infusiones...). Los orgánicos, por su parte, son papeles y cartón manchados de grasa o aceite, pequeños restos vegetales de flores y hojas o tapones de corcho y serrín. 

La producción de residuos urbanos se estabiliza

Por otra parte, el área metropolitana de València ha generado en 2021 552.220 toneladas de residuos, 26 toneladas menos que en 2020, cuando se registró un descenso del 4% a causa de la reducción de la actividad económica por las restricciones que provocó la covid-19. La caída de 2020 rompió la tendencia ligeramente ascendente que se venía registrando desde el año 2013. En 2021, año de recuperación de la actividad económica, la cantidad de toneladas que han entrado en las plantas de valorización de la Entidad Metropolitana para el Tratamiento de Residuos (EMTRE) se ha estabilizado en unas cifras similares a las de 2020.

La ciudad de València es, con diferencia, donde más residuos urbanos se han recogido durante 2021, con un total de 267.918 toneladas. A pesar de esto, son 1.468 toneladas menos que el año anterior. También es importante la cantidad de residuos que se generan al municipio de Torrent, el segundo por volumen del área metropolitana. Aquí se han recogido 36.616 toneladas durante el 2021. Pero a diferencia de València, en Torrent se ha incrementado la producción de residuos en 776 toneladas sobre el año 2020. En tercera posición se sitúa Paterna, que ha generado 31.162 toneladas, con un incremento de 271 toneladas sobre el año anterior.

A mucha distancia en cuanto a generación de residuos urbanos se encuentran municipios como Aldaia, Burjassot, Manises o Mislata, con cantidades que oscilan entre las 11.000 y las 12.000 toneladas de residuos recogidos.

El área metropolitana de València ha generado durante 2021 un total de 552.220 toneladas de residuos, 26 toneladas menos que en el año 2020, cuando se registró un descenso del 4% a causa de la reducción de la actividad económica por las restricciones que provocó la pandemia de Covid-19. La caída de 2020 rompió la tendencia ligeramente ascendente que se venía registrando desde el año 2013. En 2021, año de recuperación de la actividad económica, la cantidad de toneladas que han entrado en las plantas de valorización de la Entidad Metropolitana para el Tratamiento de Residuos (EMTRE) se ha estabilizado en unas cifras similares a las de 2020.