VALENCIA. ¿Quién no se ha metido debajo del edredón al ver esas fotos que no recuerda haberse hecho en el Facebook de algún amigo? O peor, en alguna web de estos paparazzos autorizados que pululan por las salas de fiesta a las cinco de la madrugada. Culpable. Para evitar la maldición del historial, la condena del timeline, nació una aplicación que, precisamente, ha sido confeccionada para olvidar.
Con un valor que supera los diez billones de dólares y 100 millones de personas que lo usan de forma habitual, el éxito de Snapchat, especialmente entre el público entre 18 y 24 años, la ha convertido en el caballo a batir por parte de Instagram o Twitter, que pelean por evitar la fuga de usuarios. Pero, a todo esto, ¿qué narices es esnapchá?
"Después de oír divertidas historias sobre gente desetiquetándose de emergencia de fotos de Facebook antes de entrevistas de trabajo o photoshopeando manchas [...] pensamos que tenía que haber una solución mejor", contaba en 2012 uno de sus creadores. Dicho y hecho, la start-up ha plantado cara al resto de redes y ya se sitúa como una de las más usadas del mundo.
La red es ya un fenómeno de masas en Estados Unidos, donde medios como MTV o el Wall Street Journal ya se han lanzado a crear su propio perfil. Su característica principal: todo lo que subas desaparecerá en 24 horas. La aplicación da la opción de enviar mensajes privados, una suerte de WhatsApp que se autodestruye pasados 9 segundos, y también de tener un perfil público que suma todas las capturas y vídeos que realizas durante el día creando una pequeña película que desaparece justo en ese tiempo.
Mientras que el 52% de los adolescentes irlandeses son usuarios de Snapchat, el porcentaje cae al 22% en el caso de España, según un estudio de Global Web Index. Con menor incidencia en nuestro país, es en el último año -algo retrasados con respecto al resto de naciones europeas- que ha vivido un boom que seguirá a lo largo de 2016. Se avecina sorpasso.
Cuando ya sabemos lo que es Snapchat (más o menos) y tenemos creada una cuenta es precisamente el momento en el que nos enfrentamos al abismo, el horror vacui de todo usuario cuando empieza su coqueteo con una red social: ¿qué hago aquí?¿a quién sigo?¿de dónde vengo?¿le pido les regalos a los Reyes Magos o a las Reinas Magas?
"Buenos días snapchatos y snapchatas". Con esta frase el diseñador gráfico Xavi Calvo (xavi_calvo) da la bienvenida cada mañana a sus seguidores, una cuenta que sería la versión teatral del film Andanzas de un padre novato, su vlog. Menos profesional y más personal, la red se convierte en un diario audiovisual bañado de emojis y dibujos, un punto naif que trata de luchar contra algunos de los usos con los que en sus inicios se asoció a la aplicación. Efectivamente, hablamos de sexting.
También las ilustradoras valencianas se atreven a mostrar la parte menos más mundana de su profesión. Pinceles, rotuladores y, también, tutoriales sobre como hacer una sopa de sobre. La vida del artista. Las aventuras de Ana Macías (soycardo) y sus confesiones en batín son imperdibles. También Ana Vigueras (anikaviro) y María Rodilla (pizzadelespacio) abren una ventanita a sus talleres y muestran su colorido día a día a través de la cámara de su teléfono móvil.
Conscientes de que ha llegado para quedarse, la administración ya ha hecho su primera incursión en la red social. No son pocos los eventos -tanto en el ámbito nacional como internacional- que se suman a la aplicación y, aquellos de mayor envergadura, cuentan con un canal propio a través del cual los diferentes usuarios pueden sumar sus fotos y vídeos para mostrar, por ejemplo, una ceremonia premios o concierto desde un personal punto de vista. La última edición de Expojove lanzó su propio perfil (expojovevlc) en el que mostraba algunas pinceladas de sus actividades y espectáculos en pseudo-directo. También otros espacios, como la tienda del barrio de Ruzafa Gnomo (gnomo.eu), se han atrevido con la red social. Precisamente por esa sensación casi real de directo también está resultando una aplicación más que interesante para el mundo de la moda.
Lejos del Photoshop y los mil y un filtros de Instagram, la inmediatez de Snapchat muestra píldoras de lo que realmente pasa en el backstage de la moda. La fotógrafa Josefina Andrés (dailyhotmilk) y sus vídeos en plena sesión de fotos es otro de los must de la red social, así como las inconfundibles postales de la bloguera Greta Borrás (ladygrett) o Patricia Folgado (patriflor).
Otras cuentas a destacar son las de los periodistas Pepe Romera (elfigura), Vicent Molins (vicentmolins) o Jesús Terrés (nadaimporta), que muestran restaurantes, rincones y demás espacios mágicos de Valencia desde su peculiar punto de vista. Con filtros y sin filtros, Snapchat ha llegado a Valencia para quedarse. Este artículo se autodestruirá en tres, dos, uno...