Los hay municipales, autonómicos, provinciales, forales, de cabildo, nacionales, europeos y cualquier político que se precie los desea con arrobo, con pasión y en algunos casos con desesperación. Les va en ello su supervivencia. En este bucle electoral que nos hayamos no hay hueco para todos y cunde el desánimo. Es la condición humana
En los últimos días del invierno y con la primavera entrando, las próximas citas electorales y la irrupción de Vox entre las fuerzas nacionales, convierte a la política en algo similar al fútbol, con el mercado de fichajes en todo su apogeo
Esperábamos más de él. El niño Albert es la eterna promesa de la política nacional. Estas elecciones decidirán si pega el estirón o se pierde en el olvido. Últimamente se equivoca mucho —feminismo liberal, primarias, aceptación de privilegios fiscales—, lo que cabe achacar a sus vaivenes sentimentales. Menos mal que nos queda doña Inés
Entre los sondeos mágicos y la aplicación de la Ley D’ Hondt los nervios están a flor de piel. En la izquierda porque el PSOE quiere reconquistar terreno y Podemos está en crisis de liderazgo. Y en la derecha, ay la derecha,... Nervios compulsivos en Ciudadanos que ficha a todo lo que se mueve, venga de donde venga con pucherazo incluido y en el PP pidiendo, casi suplicando a VOX que no se presente
Los dirigentes políticos vuelven a los ruedos, en sentido literal. La campaña pone en marcha la maquinaria de los partidos que empiezan a recorrer el territorio nacional como los feriantes de antaño, con bolos en pueblos, auditorios y plazas de toros, o no; esos lugares donde solían demostrar su capacidad de convocatoria hace unos años