VALÈNCIA. Primero fue el alcalde de València, Joan Ribó, este lunes, quien pidió a la Generalitat flexibilidad con la tasa turística. Ahora ha sido la teniente alcaldesa Sandra Gómez la que ha salido a la palestra para dar un paso más allá y a vueltas con el mismo asunto, la tan traída tasa turística, solicitó en la mañana de este martes que sea cada ayuntamiento el que la aplique.
Gómez, tras mantener una reunión este mañana con representantes del sector, reclamó que cualquier tasa que se aplique pase antes por un periodo de análisis con el sector turístico y sea fruto de un consenso. “Nosotros, y lo digo con meridiana claridad, no estamos de acuerdo con posiciones políticas que pretendan imponer este tipo de tributaciones sin abrir una ronda de diálogos con las empresas que trabajan con el turismo”, aseguró. Y se reafirmó: “En València no lo vamos a hacer así”.
Tras esta primera cita Gómez anunció que desde el consistorio van a trabajar en aras de ese consenso. Para ello constituirán una comisión municipal cuyo fin será “profundizar en el debate y llegar a puntos de acuerdo porque nosotros no entendemos la tasa turística sin el acuerdo y la complicidad del sector”, dijo. En este sentido afirmó que la imposición no es algo que caracterice a las formas de gobernar “ni en el Ayuntamiento ni en la Agencia Valenciana de Turismo”. Y es que desde la Federación de Hostelería se desvelaba, vía Twitter, su oposición frontal a cualquier tipo de tasa.
El consenso, pues, será la clave. Un consenso que el alcalde València extendió horas después a la Generalitat, con la que el consistorio quiere negociar el nuevo impuesto. “Esta tasa”, dijo Ribó, “nos tiene que ayudar a paliar algunos de los déficit que tenemos tanto en en promoción turística como en el coste de los servicios. Tenemos un año para ir trabajando", añadió, en referencia a que el tributo aún se está diseñando.
Para Gómez la tasa turística tiene su cabida dentro del paraguas municipal porque “si precisamente hay una competencia municipal ésa es la turística”. Es por ello que aseguró que desde València exigen a la Generalitat que deje esta competencia a los ayuntamientos. Un verbo, exigir, que evidencia como en este asunto el Govern de la Nau quiere actuar como una unidad, al margen de cuestiones partidistas.
“Si finalmente sale adelante una ley autonómica sobre la tasa turística le exigimos”, repitió, “a la Generalitat que haga una estructura, porque la tienen que marcar ellos, pero que luego dejen la regulación y la ordenación a los municipios”. Y añadió: “Así nosotros, los ayuntamientos, decidiremos el cómo, el cuándo, el por qué y a quién imponemos estas tasas, porque al final las realidades turísticas son muy diferentes en la Comunitat”.
Así, Gómez coordinada con Ribó, coincidió en dejar patente las diferencias entre el litoral, el interior y los grandes municipios. En su caso Gómez afirmó que “nada tiene que ver el modelo turístico de Benidorm con el de València, e incluso entre capitales nada tienen que ver València y Alicante”, concluyó.