VALÈNCIA (VP). El primer semestre del año acaba con caídas superiores al 20% en el S&P 500, que entró en lo que se denomina 'mercado bajista', con las mayores caídas en 50 años de los índices de renta fija con grado inversión, cercanas al 13% (-20% para la deuda high yield), y habiendo tenido que convocar el BCE una reunión de urgencia para controlar el aumento de las primas de riesgo de los países del Sur de Europa.
El endurecimiento de las condiciones monetarias que están llevando a cabo los principales bancos centrales, junto con el aumento de la inflación, que se acerca al 10%, empieza a mostrar las primeras señales de enfriamiento económico. Ahí están las caídas en el sentimiento empresarial y de los consumidores, descensos en el precio de las materias primas y reducción de los tiempos de espera en los puertos y en los plazos de entrega de las mercancías aunque. Por otro lado, sigue habiendo indicadores que siguen mostrando fortaleza en la economía, como son la subida de los precios inmobiliarios, la inversión en bienes de equipo o el gasto del consumidor.
Solamente ha habido dos sectores que han acabado en positivo, el del petróleo y el de las empresas de telecomunicaciones. En el resto de sectores, las caídas van desde el 11% del índice de salud, al 40% del índice de comercio minorista.
La mala evolución de la renta variable ha hecho que su peso en la cartera mixta haya descendido hasta el 53% a cierre de semestre. En la parte de renta fija, hemos ido deshaciendo la posición que teníamos como cobertura frente a subidas de tipos de interés y que consistía en futuros vendidos del bono soberano español a 10 años, reduciéndola hasta un tercio de la que teníamos inicialmente.
A modo de ejemplo, mencionaremos algunas de las compras realizadas este mes, como han sido bonos de Jaguar con un 10% de rentabilidad o de Antolín, también por encima del 10%. Estos bonos ya los tuvimos en el pasado y obtuvimos grandes retornos. Ahora, volvemos a entrar en ellos a precios muy atractivos.