VALÈNCIA. La aerolínea valenciana Air Nostrum ha anunciado este viernes que pedirá 103 millones al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas gestionado por la SEPI para garantizarse los "recursos necesarios" que le permitan compensar la reducción de ingresos por la covid. La solicitud de acceso al fondo público se produce tras haber cerrado 2020 con unas pérdidas de 129 millones de euros, un resultado que rompe seis años consecutivos de beneficios.
Según explica la empresa, franquiciada de Iberia para vuelos regionales, el retraso de la recuperación económica debido a la prolongación de la pandemia ha llevado a reclamar este apoyo financiero temporal.
La compañía formalizado este viernes la solicitud de acceso al fondo público para salvar empresas estratégicas para compensar la caída de ingresos, "asegurar la conectividad y garantizar el nivel de empleo". La ayuda pública de este se realiza mediante la concesión de préstamos participativos, deuda subordinada o suscripción de acciones. El fondo se ajusta a la normativa de ayudas de Estado de la Comisión Europea.
La firma que preside Carlos Bertomeu ha calculado en 103 millones de euros la cantidad que requiere en forma de préstamos, que prevé devolver en 7 años. El 49% se articulará mediante un préstamo ordinario y el 51% restante, con un préstamo participativo El acceso a estos fondos "permitirá a la compañía continuar con su plan de negocio y recuperar la senda de crecimiento rentable y sostenible frenada por la pandemia".
Otras empresas que hasta ahora han pedido ayuda a través de este fondo, dotado inicialmente con un total de 10.000 millones de euros, son Air Europa (475 millones), Duro Felguera (120 millones), Avoris, resultante de la fusión de Globalia y Barceló (320 millones) o Plus Ultra (53 millones).
La petición de recursos al fondo público para salvar empresas estratégicas se produce tras haber cerrado 2020 con unas pérdidas de 129 millones de euros, pendientes de aprobación en la próxima junta general ordinaria de accionistas. No obstante, la empresas subraya que al cierre de 2019 disponía de una situación "saneada de fondos propios y tesorería".
Desde el inicio de la crisis del coronavirus y la drástica reducción de la demanda del tráfico aéreo, la compañía ha mantenido una política de preservación de caja y contención del gasto, además de haber llegado a acuerdos con los financiadores de flota y recurrir el año pasado a las líneas de crédito ICO. Su plantilla, recuerda la empresa, lleva en ERTE más de un año.
Sin embargo, las limitaciones a la movilidad con las sucesivas olas de contagio y el fuerte retroceso de la demanda por el impacto de la crisis en las economías domésticas han retrasado el ritmo de una recuperación progresiva de la actividad y han movido a la empresa a recurrir a la ayuda pública, en línea con el apoyo que están recibiendo otras aerolíneas por parte de sus Estados en el resto de Europa.
Air Nostrum tiene casi 1.400 trabajadores, genera más de 2.000 empleos indirectos y trabaja con más de 900 proveedores.
Para justificar su condición de empresa estratégica, Air Nostrum recuerda que de enero a marzo de este año ha liderado el ranking de compañías con mayor actividad de toda la red de AENA con 8.256 operaciones. Es además una de las aerolíneas que menos operaciones ha reducido con respecto al primer trimestre del año pasado, un 43,6% frente al 71,6% de la media.
Para contribuir a recuperar la conectividad, Air Nostrum ha retomado este mes de abril el 62% de la producción que ofrecía justo antes del impacto de la pandemia. En su programa para las semanas centrales del verano espera restablecer el 87% de las rutas que operaba hace dos años.
Con 75.507 vuelos y 5,2 millones de pasajeros en 2019, Air Nostrum acredita su papel estratégico "por su relevancia en las comunicaciones por vía aérea de gran parte del territorio nacional".
La aerolínea tiene presencia en la práctica totalidad de las comunidades autónomas y la Ciudad Autónoma de Melilla, es además alimentadora y distribuidora del tráfico del Grupo Iberia en el hub de la T4 en Madrid, es el primer operador de rutas domésticas en España, vertebra mercados nichos, comunidades ultraperiféricas y rutas en régimen de Obligación de Servicio Público (OSP) en las que es la principal adjudicataria, opera en solitario en los aeropuertos de Badajoz, Burgos, León y La Rioja, siendo además la única aerolínea que ofrece conectividad aérea a las comunidades de Extremadura y La Rioja.
La compañía aérea presentó el pasado noviembre una batería de propuestas para adaptar su estructura a la caída de la demanda de vuelos, que no prevé que recupere los niveles anteriores a la pandemia hasta 2024. Entre las medidas planteadas a los trabajadores incluía una reducción de los costes salariales en un 25% "evitando despidos en la medida de lo posible".
A ello se suman otras medidas como la reducción de 14 aviones para adecuar la flota al descenso de la demanda real, la disminución de los costes fijos renegociándolos con la totalidad de los proveedores externos de la compañía, la rebaja de las cuotas de arrendamiento de aeronaves y la reducción de los costes salariales.
El plan de recuperación incluye la concentración de la operación regular operada con código Iberia en aviones propios sin recurrir a producción externa y acciones comerciales como una nueva política de fijación de precios con programas de inteligencia artificial, creación de nuevos servicios complementarios y un nuevo sistema de gestión de ingresos por vuelo.