Avisamos de que Steve tenía un proyecto. Desvelamos que estaría en Gran Vía Marqués del Túria, 63. Y ahora gritamos a los cuatro vientos que ya ha dado el pistoletazo de salida
VALÈNCIA. Contamos todo lo que se podía contar. Que Steve Anderson se iba de viaje, concretamente al Líbano, para hacer confluir su identidad de Oriente y Occidente. Que el nuevo proyecto adoptaría la forma de un restaurante ecléctico, urbano, con un servicio de cocina non-stop. Y que estaría instalado en una ubicación muy pintona, el número 63 de Gran Vía Marqués del Túria, dentro del local que un día ocupó el malogrado Clectic.
¿Qué más, qué más? Pues que ya ha abierto. Sí, esta misma semana.
Desde esta semana, Baalbec ofrece servicio de desayunos y meriendas, comidas y cenas, para todos los comensales. El menú está compuesto por platos “de la otra orilla”, de ese Mediterráneo que a veces olvidamos. El recetario libanés, egipcio, israelí, turco; pero con producto de temporada y de proximidad. Habrá sabores, especias, fuerza. Ya lo dijo Steve: “Hace 22 años este restaurante habría sido imposible en València. Ahora ha habido un cambio, promovido por el público, que ha viajado y se arriesga más”, afirma.
El curry pica, así que te lo van a poner picante. Y los orientales comen mucha verdura, por lo que prepárate para darle un vuelco a la dieta. "También es labor del restaurador educar a los comensales a que abran la mente", considera el dueño de esta casa.
Steve Anderson ha reformado por completo el local donde se ubica el nuevo Baalbec, cuya disposición ya era interesante, al hacer esquina con la calle Conde Salvatierra y contar con una inmensa cristalera al exterior. El eje principal es la inmensa cocina, completamente abierta a la sala. "No solo queríamos que estuviera a la vista del público, sino ambos espacios se fundieran; que las barreras entre la cocina y los comensales fueran las mínimas y que estos se sintieran como cuando comen en casa de un amigo”, explica el ideólogo.
El resultado es un restaurante luminoso y moderno, atendido por una plantilla joven, que no pierde de vista al comensal en ningún momento. Por encima de que el interiorismo sea sofisticado (que lo es) está la sensación de confort en el momento de sentarse a la mesa. De ahí que se ofrezca un menú casero, pensado para disfrutar en pareja o con amigos.
Baalbec quiere diferenciarse de esos restaurantes que tanto han proliferado últimamente en los que el menú se elabora en cocinas centrales (producto de 5ª gama). Baalbec hornea sus propios panes y cocina sus platos, muchos de ellos a la brasa, a la vista del cliente. Además, convencidos de que la cercanía del producto asegura la calidad y trazabilidad de los alimentos del campo a la mesa, en Baalbec los adquieren de productores locales.
“Queríamos traer a Valencia la riqueza culinaria del Este del Mediterráneo, que está poco representada en nuestra ciudad y que se encuentra inmersa en un proceso de innovación. Ya es una de las tendencias gastronómicas del momento”, concluye Steve.
No suele equivocarse. Dieta mediterránea y sabores nuevos. ¿Qué puede fallar?