VALÈNCIA. Caja Rural Castilla-La Mancha (Caja Rural CLM) acaba de abrir su primera oficina en València, concretamente en la avenida Pío XII frente al Nuevo Centro, en lo que es su implantación en la capital del Turia. "Nuestra intención es tener una presencia importante en València y Alicante a través de nuevas sucursales. ¿Llegar a Castellón? También podría ser y lo estamos estudiando, pero de momento nos estamos centrando en las otras dos provincias de la Comunitat Valenciana". Así respondían ayer a este diario fuentes oficiales de la cooperativa de crédito domiciliada en Toledo.
Actualmente Caja Rural CLM cuenta con ocho oficinas en Alicante repartidas una en la capital y el resto en Cañada, Elda, Petrer, Pinoso, Salinas, Sax y Benilloba, tal y como avanzó Alicante Plaza a finales del pasado año. Todo ello mientras está trabajando ya en ampliar su red comercial en tierras alicantinas como también en municipios próximos a la capital valenciana, cuyas aperturas no tardarán mucho en producirse.
El desembarco de Caja Rural CLM en la Comunitat Valenciana, que no está integrada en ningún grupo más allá de la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (UNACC), responde a su plan de expansión "para seguir acercando nuestro modelo de negocio y nuestra forma de hacer banca a más personas. Queremos seguir dando servicio en aquellas localidades allí donde se nos necesita porque el resto de entidades financieras se ha marchado. Como ejemplo, la localidad alicantina de Benilloba donde somos la única entidad financiera que presta sus servicios".
Las mismas fuentes han reconocido a este diario que dentro de su política de expansión por nuevas provincias "vimos necesario estar presente en la Comunitat, sin olvidar nunca nuestro apellido que va en nuestro ADN". Y ese no es otro que 'rural'. Los valores que identifican a Caja Rural Castilla La Mancha vienen marcados desde su constitución: "Creada para aportar no sólo soluciones financieras, sino que siempre está unida al desarrollo de los sectores de su entorno: social, asistencial, cultural medioambiental, pero con una atención preferente al sector agrícola de nuestra tierra".
Caja Rural CLM, que el próximo viernes 20 de abril celebra su asamblea anual, "trabaja siempre pensando en el futuro sin olvidar que nuestros clientes quieren soluciones en el presente, nos necesitan allí donde están y por eso continuamos esta estrategia de continua expansión y acercamiento a los lugares más remotos. Configurando un modelo híbrido, tanto presencial como digital para aquellos clientes que así nos lo demandan".
Cerca de un 10% de las oficinas de esta cooperativa castellanomanchega son la única referencia en las localidades donde se asientan; generando relaciones duraderas y estables con sus clientes, lo que se traduce en casi 14 años de permanencia media de un cliente en Caja Rural CLM, el doble que la media del sector; además de que el 65% de las contrataciones en la caja durante el pasado año correspondieron a alumnos que hicieron prácticas en la entidad, cuya fundación cerró 2017 con un positivo balance de más de 10.400 de beneficiarios.
Caja Rural Castilla La Mancha despidió el pasado año con unos beneficios antes de impuestos de 26,5 millones de euros, un 4,08% más que en 2016, y unos activos que alcanzan los 7.377 millones de euros, un 3,87% más que el ejercicio precedente. Unos datos que "certifican la solidez y consolidan el modelo de negocio y gestión que la entidad viene desarrollando", en palabras de Javier López Martín, presidente de la entidad. Asimismo mejoró el ratio de eficiencia hasta el 59,4%, alcanzando los 7.377 millones de euros en activos (+3,87%).
Unos resultados que sitúan a Caja Rural Castilla-La Mancha como "la primera entidad de la región con diferencia, en resultado bruto, neto y balance y también como la tercera caja rural del país, de forma sólida", según las palabras de Víctor Manuel Martín López, director general, durante la presentación de resultados hace justo un mes. Además, la caja consiguió un margen bruto de intereses de 115,5 millones de euros (+3,1%); , mientras que las comisiones netas sumaron 31 millones (+12,25%).
Caja Rural CLM despidió 2017 con un ratio de morosidad del 2,8% frente al 3,16% precedente, casi cinco puntos por debajo de la media del sector; mientras el ratio de cobertura de saldos dudosos creció hasta el 109,45%, un 8,65% más que en 2016 y casi 60 puntos más que la media del sector. Asimismo, la inversión crediticia mejoró un 5,83%, con un total de 3.373 millones, con 16.922 operaciones concedidas por un importe total de 942 millones de euros.
La entidad contaba a 31 de diciembre pasado con 1.035 empleados, que atendían a 412.000 clientes en 381 oficinas, entre las que se suman sucursales y agencias, repartidas por Castilla-La Mancha, Madrid, Ávila, Valencia y Alicante. A todo ello hay que sumar el crecimiento de la banca online, ya que cuenta con 200.000 clientes que en 2017 realizaron 68 millones de transacciones, un 46% más que el año anterior, y unas cifras que la rural domiciliada en Toledo no esperaba alcanzar hasta 2020 o 2021.