CASTELLÓ. Poco a poco se va aclarando el futuro de Marina d'Or. El Grupo Fuertes y Magic Costa Blanca comprarán el histórico complejo turístico castellonense. Y si bien inicialmente se había previsto que el primero se hiciera al completo con la propiedad mientras que la cadena hotelera se encargara únicamente de la gestión, lo cierto es que no será del todo así: Magic Costa Blanca explotará el activo pero también participará del 50% de la propiedad. Ambas firmas han acordado la compra 'fifty-fifty'.
Tanto el holding murciano como la cadena alicantina ratificaron este jueves la compraventa -se había adelantado a mediados de agosto- en un comunicado conjunto sin especificar la participación de cada una en la adquisición. Con todo, fuentes próximas a la operación consultadas por este diario confirmaron que ambas compañías compartirán la propiedad del activo. Así pues, Marina d'Or cambia de manos apenas cuatro años después de que el fondo de inversión Farallon Capital se hiciese con la mayoría del capital, momento en el que el promotor inicial, Jesús Ger, se desvinculó del complejo.
Ahora, la alianza murciano-alicantina cierra un acuerdo para adquirir el recinto situado en Oropesa del Mar. Los nuevos propietarios tienen la intención de "relanzar este proyecto bajo un nuevo concepto turístico y situarlo entre los mejores complejos vacacionales de Europa". En ese sentido, ambas firmas tienen ya con experiencia colaborando juntas, pues trabajaron en consonancia para impulsar Magic Natura, un resort ubicado en el complejo de Terra Natura de Benidorm, otra de las inversiones del Grupo Fuertes en la Comunidad Valenciana.
Por el momento, no se conoce el importe de la venta, pero cabe tener en cuenta que Farallon se hizo con la propiedad de la 'ciudad de vacaciones' al adquirir sus créditos bancarios por 107 millones de euros, y luego capitalizarlos en la misma ampliación donde Ger salió del accionariado.
Grupo Fuertes es un holding empresarial con capital español que agrupa a más de 20 empresas diferentes cuya actividad se centra, principalmente, en el sector agroalimentario. El grupo empresarial cuenta con más de 8.700 empleados y su volumen de negocio superó los 2.300 millones de euros en 2022.
Esta operación es la segunda incursión del grupo murciano, propietario de enseñas como El Pozo o Cefusa, en la provincia de Castellón. Hasta el cierre de la planta y la extinción de la compañía a finales del año pasado, Fuertes gestionó durante casi nueve años Todagres, una de las enseñas del nacimiento del sector cerámico español. Tras la experiencia en la industria azulejera, ahora será el turno del turismo, otro de los grandes activos del territorio castellonense.
La realidad del complejo en la que aterrizan ambas compañías es muy distinta a la que se encontró Fallaron a su llegada hace cuatro años. El propio director del complejo, Antonio Maeso, explicaba este mismo verano en una entrevista a Castellón Plaza que al principio la situación era "muy complicada" si bien en la actualidad la empresa "está totalmente saneada", con "unas instalaciones con unas condiciones envidiables y una cuenta de explotación que no tiene nada que ver con la de los últimos dos años".
Tras la compra y capitalización de su deuda bancaria por parte de Farallon y la inversión de varias decenas de millones acometida por el fondo para mejorar el complejo (y afrontar el impacto de la pandemia en 2020 y 2021), se puede decir que Marina d'Or está totalmente saneada y vuelve a funcionar a pleno rendimiento con la recuperación de clientes, lo que apunta a que la venta permitirá a Farallon rentabilizar dichar inversión.
Al respecto de la venta, entonces ya daba algunas pistas y consideraba "normal" que Farallon estuviera analizando "las posibilidades de venta después de tres o cuatro años" de hacerse con el recinto. Así, emplazó a cuando se resolviera la incógnita de la venta a trazar "un plan estratégico a más largo plazo". Ese momento ahora ha llegado: ahora solo falta que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de su visto bueno a la venta.
Por su parte, el propio Gobierno valenciano ha mostrado su confianza en que Marina d'Or se refuerce y entre en la temporada alta de 2024 "con inversiones y modernización de sus instalaciones". En ese sentido, la consellera de Turismo, Nuria Montes, auguró un "futuro prometedor" al complejo tras conocerse la compraventa.
En plena operación para el cambio de manos en la propiedad de la 'ciudad de vacaciones' castellonense, el complejo decidió adelantar el cierre de la campaña veraniega de 2023 al pasado domingo 17 de septiembre, un cierre sensiblemente más temprano de lo habitual que le obligó incluso a cancelar reservas y devolver el dinero a clientes, que por su parte podrán solicitar una indemnización por los perjuicios ocasionados. Aunque el complejo rechazó explicar las razones, el motivo del cierre anticipado no es otro que la búsqueda de la rentabilidad, un objetivo que Farallon se marcó a su llegada, como ha repetido en diferentes foros, y el turismo deportivo ya había dejado de aportar ingresos.