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una de cada cuatro toneladas de contaminantes emitidos en 2007 habría dejado de verterse

La industria valenciana reduce sus emisiones al aire un 24% en quince años pero sigue al nivel de 2012 

1/06/2024 - 

VALÈNCIA. Las grandes instalaciones productivas situadas en suelo valenciano han reducido la emisión de contaminantes a la atmósfera casi un 25% en una década y media, lo que significa que en torno a una de cada cuatro toneladas de agentes expulsados en 2007 habría dejado de verterse. Esta situación, transversal en mayor o menor medida a casi todos los sectores industriales, se alcanza en gran parte por la disminución de la contaminación que emana de las plantas cementeras, una de las ramas de actividad con mayor presencia en la Comunitat Valenciana y, por tanto, que más agentes libera a la atmósfera en un ejercicio. No obstante, y si bien la cantidad de emisiones ha caído de manera más que notable en quince años, las cifras de vertidos de 2022, el último año con resultados disponibles, aún son muy similares a las que se arrojaban una década atrás.

Los datos sobre emisiones industriales, que provienen del Registro Europeo de Emisiones y Transferencias de Contaminantes (E-PRTR) creado por la Unión Europea en 2006, han sido accesibles gracias a la colaboración entre el proyecto CORRECTIV.Europe, una red de periodistas locales fundada por el medio de investigación alemán CORRECTIV, y Valencia Plaza, y en ellos aparecen todas aquellas plantas que superan distintos umbrales mínimos de dispersión anual de contaminantes fijados por la UE. Por lo tanto, si una instalación no llega a esos valores sus emisiones para ese ejercicio no están obligadas a aparecer. Además, y como ha constatado este diario con fuentes del Servicio de Prevención y Control Integrado de la Contaminación de la Conselleria de Medio Ambiente, responsable de la validación de los datos de las plantas valencianas, varias cifras no habrían sido incluidas en el registro al no estar aún verificadas, por lo que las cantidades finales podrían ser incluso mayores en algunos casos. 

Esta situación, de hecho, afecta a los vertidos de varias de las plantas más contaminantes de la Comunitat Valenciana, como son la central térmica de Naturgy en Sagunto y la cementera de Holcim en el mismo municipio. Ello podría explicar en parte por qué las toneladas de emisiones emitidas caen de forma drástica en algunos ejercicios concretos, como sucede con 2018 y 2021, justo dos años para los que no se han incorporado todavía las cifras de dióxido de carbono expulsado, el principal agente contaminante, de ninguna de las dos instalaciones anteriores. 

De este modo, el E-PRTR muestra que si hace más de una década y media era habitual que las plantas industriales situadas en la Comunitat Valenciana superaran los seis o siete millones de toneladas de contaminantes anuales, en los últimos ejercicios no se han alcanzado de manera recurrente los cinco millones, y en algunos años la cifra se ha situado incluso por debajo de los cuatro. Aunque factores como la reducción puntual de la producción en determinadas industrias o sus fluctuaciones debido a cuestiones como la pandemia y la posterior crisis también pueden haber influido en este descenso, las regulaciones medioambientales y la búsqueda de alternativas productivas más sostenibles estarían en gran parte tras la caída de las emisiones.

La Unión Europea fija unos límites muy estrictos, y si una empresa quiere además obtener un certificado medioambiental se le piden a cambio acciones para la reducción de las emisiones, que sí se están llevando a cabo”, explica el investigador del Instituto Universitario Mixto de Tecnología Química de la Universitat Politècnica de València, Eduardo Palomares, quien apunta que, más allá de los datos de este siglo, los vertidos han disminuido de forma drástica en comparación con los arrojados a la atmósfera hace tres décadas, sobre todo en determinados agentes. “En el dióxido de azufre, por ejemplo, las emisiones se han reducido un 95% respecto a los años 90”, ya que, entre otras cuestiones, se ha sustituido progresivamente el carbón por otros combustibles fósiles y además la legislación es mucho más estricta.

Por sectores, la caída de las emisiones respecto a 2007 se aprecia sobre todo en la industria mineral, y en gran medida en las actividades de fabricación de cemento, la rama productiva cuyas emisiones más peso tienen sobre el total de esta industria. En este sentido, las cementeras habrían pasado de expulsar tres millones de toneladas de agentes contaminantes al año a la atmósfera a situarse en poco más de 0,8 millones en 2022. En el lado opuesto, la elaboración de productos cerámicos reportaba 0,3 millones de toneladas hace más de quince años y en los dos últimos ejercicios, en cambio, emitió más de 0,5 millones de toneladas anuales, por lo que sus vertidos a la atmósfera habrían crecido levemente.

En términos generales, todos los grandes sectores productivos muestran una disminución de las emisiones en los últimos quince años, una situación que se aprecia también, aunque en menor medida, en la gestión de residuos o en la industria química. Sin embargo, las emisiones del sector energético, que concentra el 60% de los agentes contaminantes emitidos a la atmósfera en quince años, fluctúan en función del año y no muestran una disminución clara. De hecho, y mientras que en 2007 se reportaron 2,5 millones de toneladas expulsadas al aire, en 2022 se superaron los tres millones de toneladas anuales, una cifra que empeora los datos comunicados entonces y también a los registrados entre 2013 y 2015. No obstante, la cifra de 2022 es mejor que las obtenidas entre los años 2008 y 2011 y en el ejercicio de 2019.

En cualquier caso, la disminución de las emisiones en la industria valenciana es más difícil de apreciar en el corto plazo, ya que en la última década los valores de los contaminantes arrojados al aire por las plantas situadas en la Comunitat Valenciana se han mantenido relativamente estables. De hecho, y según se observa en el Registro Europeo de Emisiones y Transferencias de Contaminantes, en 2022 se expulsaron al aire 4,7 millones de toneladas de distintos agentes, una cifra casi idéntica a la de 2012, cuando se emitieron 4,8 millones. En los años posteriores, y hasta 2017, las cifras de emisiones crecieron hasta situarse por encima de los 5 millones, y de nuevo volvieron a caer en 2018 para ubicarse desde entonces entre los 3,2 millones y los 4,8 millones de toneladas.

Una de cada veinte toneladas 

En relación al conjunto del país, las instalaciones industriales de hasta ocho comunidades autónomas han vertido en quince años más contaminantes a la atmósfera que la Comunitat Valenciana, cuyas emisiones suponen el 5% de todas las hasta ahora registradas en España para el periodo entre 2007 y 2022. Así pues, la industria valenciana sería responsable de una de cada veinte toneladas de contaminantes que se expulsan al aire a nivel nacional, ya que mientras que su volumen global de vertidos se cifra en 84,4 millones de toneladas en ese tiempo, en Andalucía se superarían los 368 millones, en Asturias los 265 millones y en Cataluña los 188 millones de toneladas. Por detrás, tanto las cifras de Galicia (185 millones), Castilla y León (127,8 millones), Aragón (92,8 millones), País Vasco (89,7 millones) y Castilla-La Mancha (87,7 millones) serían aún mayores a las que obtiene la Comunitat Valenciana.

En el último año con datos disponibles, no obstante, la cantidad de contaminantes emitidos a la atmósfera por las grandes plantas valencianas escalaría hasta situarse en el 6,2% del total expulsado en España, su porcentaje más elevado al menos desde 2007. Ello se debe en gran parte al aumento de las emisiones generadas por el sector energético, que habría expulsado al aire al menos 1,2 millones de toneladas más que en el ejercicio precedente. Al mismo tiempo, también se registró un ligero aumento de los contaminantes derivados de las actividades enmarcadas en la gestión de residuos, pero tanto la industria mineral como la química los redujeron.

Respecto al conjunto del país, el sector en el que más peso representarían los vertidos de las instalaciones valencianas es la industria mineral, donde es la tercera autonomía emisora tras Andalucía y Cataluña. Un hecho que responde a la presencia de dos actividades productivas donde la Comunitat Valenciana destaca respecto al resto de España. Una de ellas sería la cerámica, una rama que está altamente concentrada en la provincia de Castellón, mientras que la otra sería la cementera, dada la presencia de distintas plantas de producción en las provincias de Valencia y Alicante. Además, y pese a que en el total de emisiones de la autonomía no suponen un volumen destacado, los contaminantes expulsados por el sector de los productos de origen animal y vegetal de la industria alimentaria valenciana representarían el 10% del total de las emisiones expulsadas a la atmósfera por ese subsector en toda España entre 2007 y 2022.

Metodología 

Este artículo es parte de la cooperación entre Valencia Plaza y CORRECTIV.Europe, una red para el periodismo local que implementa proyectos de investigación basados en datos en colaboración con redacciones locales de toda Europa. CORRECTIV.Europe forma parte del medio de comunicación de investigación y sin ánimo de lucro CORRECTIV, que está financiado con donaciones. Puede hallarse más información en correctiv.org/en/europe.

Los datos expuestos han sido comunicados por cerca de 50.000 instalaciones industriales del continente al Registro Europeo de Emisiones y Transferencias de Contaminantes (E-PRTR), en el que deben figurar todas las plantas que superan unos umbrales mínimos de dispersión de contaminantes anuales definidos por la Unión Europea. Si una planta no alcanza esos valores en un ejercicio, sus emisiones para ese año no están obligadas a aparecer. En cuanto a las explotaciones ganaderas, solo a la cría de aves y cerdos se le exige comunicar sus datos al E-PRTR, una cuestión que es objeto de debate.

El E-PRTR se actualiza anualmente e incluye 91 contaminantes clave. CORRECTIV.Europe, después de analizar con expertos y diferentes fuentes científicas la información proporcionada, además de revisar la legislación de la UE, decidió considerar nueve contaminantes principales. En cuanto a los gases de efecto invernadero, se han tenido en cuenta el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4), y el óxido nitroso (N2O). Respecto a los contaminantes del aire, se han escogido el PM10, el amoníaco, los óxidos de nitrógeno (NOx), los óxidos de azufre (SOx) y los compuestos orgánicos volátiles distintos del metano (NMVOC).

De acuerdo con la Comisión Europea, las grandes plantas industriales y las granjas de ganado son responsables del 20% de la contaminación del aire en la Unión Europea.

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