El banco fruto de la integración de CajAstur, CCM, Caja Cantabria y Caja Extremadura sigue en 'bono basura' y cotizando por debajo del euro en el parqué bursátil
VALENCIA (VP). Liberbank (LBK) encadenó ayer la quinta caída consecutiva, que la ha llevado a perder prácticamente un 17% en tan corto espacio de tiempo. El banco dirigido por Manuel Menéndez ha pasado de cotizar desde los 1,13 euros hasta los 0,94 euros de ayer. Además, y como dato a tener en cuenta, con un incremento del volumen de contratación, cuya media diaria anual de los 3,30 millones de títulos se ha superado en dos de las últimas cinco jornadas.
Todo ello pese a que los bajistas se mantienen en el 0,32%, según los datos oficiales de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), pero eso sí después de que la familia Masaveu haya levantado el pie del acelerador de las compras realizadas en las últimas semanas, tal y como ha venido dando cuenta este diario.
Habrá que ver si los resultados trimestrales, que se presentan el próximo 11 de mayo, logran devolver el ánimo comprador sobre el banco fruto de la fusión de CajAstur, CCM, Caja Cantabria y Caja Extremadura. Pero lo cierto es que LBK se deja en lo que va de año en bolsa casi un 50%, lo que ha mermado su capitalización hasta los 851 millones de euros.
Mientras tanto, la agencia de calificación crediticia Fitch confirmaba ayer el rating a largo plazo de Liberbank en 'BB' con perspectiva estable, es decir, a dos escalones del grado de inversión o lo que se conoce como 'bono basura'. La agencia estadounidense basa su decisión en la buena franquicia regional del banco y en los "confortables" niveles de financiación y liquidez para su perfil de riesgo actual.
También refleja que la exposición de su cartera de activos problemáticos bajo el esquema de protección de activos (EPA) limita los riesgos de capital. Fitch señala que el balance de Liberbank se ha visto afectado por el 'ladrillo' que no fue traspasado a Sareb, una cartera que cuenta con el EPA cuya validez expira a final de año.
Excluyendo este efecto, la ratio de non-performing loan (créditos fallidos) se mantendría en línea con el sector gracias a la buena calidad del amplio stock de hipotecas residenciales en sus regiones de origen.
