VALÈNCIA. Durante los últimos años hemos asistido a la explosión del running y de las carreras populares. Cada vez más personas practican este deporte y participan en carreras de todas las distancias, desde los cinco y diez kilómetros al maratón, pasando por el medio maratón. Uno de los grandes atractivos del running es que se necesitan unas simples zapatillas para comenzar y que pueden practicarlo personas de todos los niveles y de todas las edades. Las próximas semanas Valencia se convertirá en el epicentro del running nacional e internacional con la celebración del Maratón y Medio Maratón, por ello hablamos con el cardiólogo Oscar Fabregat, jefe de la unidad de cardiología del Hospital IMED Valencia, que nos trasmite la importancia de realizarse una prueba de esfuerzo y de cuidar otros aspectos relacionados con la salud del deportista.
¿Todo el mundo puede correr un maratón o hay algún perfil al que lo desaconsejaría?
Evidentemente correr un maratón no puede ser "café para todos", pues supone un nivel de exigencia física muy elevado y de entrada no todos los deportistas están preparados para ello. En esto, como en tantas otras facetas de la vida, la respuesta está en el sentido común y en evitar objetivos demasiado exigentes a corto plazo. Prudencia, continuidad y progresión paulatina serán buenas compañeras de viaje en nuestra vida deportiva.
Algunos maratones como el de Paris exigen un certificado médico para poder inscribirse a la prueba. ¿Cree que sería recomendable implantar esta especie de ITV para inscribirse a pruebas de fondo?
No soy demasiado partidario de los certificados obligatorios para inscribirse en una prueba. Me gusta abogar más por la educación en prevención y promoción de la salud del deportista, y la corresponsabilidad del individuo en las actividades que realiza.
¿Es evitable la muerte súbita en deportistas?
Evitable al 100% seguro que no, pero la implementación de reconocimientos médicos de forma sistémica sí está demostrando en algunos estudios reducir la incidencia de eventos graves en deportistas federados. En esto, siempre hay que recordar la importancia de la formación en maniobras de reanimación básica en personal que trabaje o esté en contacto frecuente con deportistas: fisioterapeutas, entrenadores, familiares, conserjes... Cuando no se ha podido prevenir, saber actuar en el momento de un desfallecimiento es de vital importancia, nunca mejor dicho.
¿Qué patologías detecta una prueba de esfuerzo?
La prueba de esfuerzo, al igual que la ecocardiografía, son pruebas complementarias diagnósticas que nos aportan información acerca del correcto funcionamiento del corazón en reposo y en esfuerzo. Ninguna prueba complementaria descarta al 100% la presencia de anomalías cardíacas, pero interpretadas en su conjunto nos ayudan a determinar si el deportista es apto para la práctica de deportes competitivos con cierto margen de seguridad. En la unidad de cardiología del Hospital IMED Valencia realizamos pruebas de esfuerzo con ergoespirometría, en la que utilizamos sistemas de medida del intercambio gaseoso respiratorio y de la ventilación pulmonar. Esta prueba nos permite estudiar y evaluar la respuesta al ejercicio de los diferentes aparatos y sistemas del organismo, observar procesos patológicos que no aparecen en reposo o realizar el seguimiento de deportistas con cardiopatías.
¿A partir de qué edad recomendaría una prueba de esfuerzo?
Así como todo deportista que realice actividad física de elevada intensidad debería realizarse un ecocardiograma al menos una vez en la vida, la prueba de esfuerzo, realizada con fines preventivos, tiene mayor rendimiento diagnóstico en individuos mayores de 30 o 35 años, cuando la prevalencia de cardiopatía isquémica (infarto de miocardio) comienza a crecer de forma exponencial.
¿Además de conocer nuestro estado de salud, podemos extraer información relevante sobre nuestro estado de forma?
Sí claro, la prueba de esfuerzo es un test excelente para conocer nuestro estado de forma. De hecho, la ergoespirometría, que sería la prueba de esfuerzo con análisis de gases espirados (se mide cuánto oxígeno se consume y cuánto dióxido de carbono se produce con una mascarilla especial), es el mejor método para conocer nuestro rendimiento deportivo. Los datos de la prueba, que son muchos, deben interpretarse en equipo, idealmente el cardiólogo o médico deportivo con el entrenador o preparador físico.
¿Cómo podemos mejorar nuestro rendimiento con los datos de una prueba de esfuerzo?
La ergoespirometría nos va a permitir establecer los umbrales ventilatorios (aeróbico y anaeróbico) y el consumo máximo de oxígeno, que son fundamentales para planificar la intensidad de entrenamientos.
Umbral aeróbico, umbral anaeróbico, Vo2 Max ¿cómo podemos explicarle al corredor popular lo que son estos términos y qué es lo que miden exactamente?
En una prueba de esfuerzo el deportista realiza ejercicio con una intensidad progresivamente creciente, siguiendo diferentes protocolos que se adaptan a su capacidad física. Conforme aumenta la intensidad, el metabolismo de nuestro cuerpo se irá adaptando y irá cambiando desde un consumo energético predominantemente aeróbico (con suficiente oxígeno, quemando grasas y glucógeno muscular y hepático) hasta un metabolismo fundamentalmente anaeróbico (sin suficiente oxígeno, quemando sólo glucosa), que sólo podrá mantenerse durante un tiempo limitado. Estos umbrales, por tanto, nos permiten saber cómo trabaja el cuerpo en cada nivel de intensidad de entrenamiento, y con ello, planificar mejor los objetivos que nos planteemos.
¿Qué efectos tiene la carrera de fondo sobre el corazón a largo plazo?
Los deportistas de resistencia generan unos cambios en el corazón conocidos como "remodelado cardíaco" típico del deportista, en el cual algunas cavidades crecen de tamaño e incluso aparecen pequeñas insuficiencias valvulares, que en principio se consideran secundarias al entrenamiento. En general, las adaptaciones que se producen no generarán patología en el deportista, aunque en algunos casos pueden desencadenar arritmias como la fibrilación auricular u otras patologías.
Maratón, ultramaratón, ultratrail, ironman… ¿dónde está la barrera de lo saludable?
Aunque todavía falta mucha evidencia al respecto, probablemente exista una "curva en J" entre la intensidad de nuestros entrenamientos y los beneficios que generan en nuestro cuerpo, como ocurre en tantas otras facetas de la fisiología humana. Es decir, dosis crecientes de ejercicio físico son beneficiosas para nuestra salud cardiovascular pero hasta un límite, en el cual, probablemente los efectos que produzcan cargas elevadas de entrenamiento tengan consecuencias no tan deseables a largo plazo respecto a los beneficios que nos reporta. Dónde está ese límite, por el momento no lo sabemos, y lo que sí es seguro, que será diferente en cada deportista.
¿Cree que el deportista amateur invierte demasiado en gadgets y poco en salud?
Creo que se invierte mucho en gadgets pero cada vez se invierte más en salud también, estamos viviendo un cambio de conducta en muchos deportistas que empiezan a preocuparse por la realización de reconocimientos y otros aspectos fundamentales en la preparación física, como son la alimentación o la fisioterapia.
Algunos de los equipos más importantes de la ciudad como el Valencia CF y el Valencia Basket confían en la unidad de cardiología de IMED Valencia para sus chequeos y reconocimientos médicos. Hábleme de la unidad de cardiología del Hospital IMED Valencia que usted dirige
El objetivo de nuestra unidad es ofrecer una atención integral de calidad para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares. La atención integral implica ser capaces de llegar desde el diagnóstico preciso al mejor tratamiento disponible, por complejo que éste sea. Somos un equipo multidisciplinar compuesto por grandes profesionales que además contamos con los últimos avances en medios diagnósticos y terapéuticos. La unidad ofrece servicios como Unidad Coronaria, Unidad de Cardiología, Cirugía Cardiaca, Cardiogenética, Hemodinámica, Unidad de Diagnóstico por imagen no invasivo, Unidad de Arritmias y Electrofisiología.